Jattab, el hombre que murió 

por la causa de Chechenia

 

         YEDDA.- Mansur As-Suwailem, hermano mayor del líder guerrillero Checheno Jattab, recientemente asesinado por los Rusos, dijo que fue una anciana Chechena quien alentó a Jattab para que luchara en el lado Checheno.

 

          El nombre real de Jattab es Samir Saleh Abdullah As-Suwailem. En su temprana juventud quiso haber estudiado en los Estados Unidos. Mansur ha arrojado luz sobre varios aspectos de la vida personal de Jattab en una entrevista concedida a Arab News. La entrevista se desarrolló en la casa de su padre en Aljobar al Este del país.

 

         Mansur dijo que Jattab solía llamar a su madre en Arabia Saudí antes de llevar a cabo operaciones de ataque contra los Rusos. La última semana, la televisión estatal Rusa difundió un vídeo con el cuerpo de Jattab, informando de que había sido asesinado el 19 o 20 de Marzo tras una operación de las fuerzas especiales Rusas. La cadena informó de que no había fallecido en la batalla, pero tampoco aportó más informaciones sobre las circunstancias de su muerte. Jattab es el comandante Muÿahid asesinado más importante desde que las tropas Rusas lanzaran su última ofensiva contra los luchadores de la libertad Chechenos hace ahora dos años y medio.

 

         Mansur señaló que existen dos diferentes versiones acerca de cómo fue asesinado su hermano. Según una versión, murió cinco minutos después de abrir una carta envenenada que le había sido entregada por un ayudante de su confianza hace dos semanas. La segunda versión señala que fue envenenado por una comida en la celebración de una fiesta privada hace un mes. La última vez que Samir telefoneó a su familia fue hace tres meses. Tan solo visitó Arabia Saudí en un par de ocasiones después de haber partido para Afganistán en 1987.

 

         “Llamaba a nuestros padres siempre que tenía una oportunidad y especialmente llamaba a nuestra madre antes de cualquier operación militar”, añadió.

 

         Samir fue un chico ambicioso que soñaba con tener un castillo con “un garaje lo suficientemente grande para que cupieran cinco coches”. Le gustaba que toda la familia viviera junta y se preocupaba por el bienestar de la misma y solía llorar por las más pequeñas razones. Era querido por todos. Nadie le recuerda haber visto enfadado. Amaba las bromas y solía jugar con los niños.

 

         Samir, nacido en Arar, una ciudad al norte de la península Arábiga en 1969, fue un estudiante brillante, sacando una calificación del 94% en los exámenes de secundaria.

 

         A diferencia de otros miembros de la familia, solía mostrar más interés en periódicos y vídeos Islámicos. Le impresionó bastante la historia del segundo Califa Umar ibn Al-Jattab (que Allah esté complacido con él) asumiendo su nombre de Jattab. Realizó un curso de estudios con la compañía petrolífera ARAMCO, planeando continuar sus estudios en los Estados Unidos. Solía ser muy amable y solícito a la hora de ayudar a los demás. En cierta ocasión, encontró a un extranjero, un Sudanés expatriado, pidiendo ayuda para que alguien le acercara al aeropuerto. El hombre le dijo que su coche se había averiado y temía no legar a tiempo al aeropuerto. El hombre estaba preocupado por tener que dejar su coche abandonado en la carretera. Después de llevarle hasta el aeropuerto, Samir regresó hasta donde estaba el coche y lo remolcó hasta el taller de reparaciones. Cuando el Sudanés regresó se sorprendió de encontrar su coche reparado. Samir rehusó aceptar el importe de la reparación. Existen varios ejemplos más en su vida de ayuda desinteresada hacia los demás.

 

         Mansur no pudo dar ninguna razón en concreto del cambio repentino en los planes de Samir de abandonar el proyecto de marcharse a los Estados Unidos para estudiar. Se unió a los combatientes Afganos contra los Rusos a la edad de 17 años en 1987. El joven muchacho se negó a regresar a su hogar a pesar de la promesa de su padre de comprarle una casa. Tan solo volvió a visitar Arabia Saudí en dos ocasiones en los pasados 14 años, la última en 1993.

 

         Fue herido de gravedad en cuatro ocasiones, la peor de ellas cuando el vehículo en el que viajaba piso una mina, siendo él el único superviviente de la explosión.

 

         Mansur explicó como Samir concibió la idea de marcharse a Chechenia tras ver un documental en la televisión Afgana. El documental mostraba a varios grupos de Chechenos con cintas en sus cabezas con la inscripción escrita en las mismas de “No hay más realidad que Allah y Muhammad es Su Mensajero”, a la vez que gritaban Allahu Akbar, Allahu Akbar. Samir sintió curiosidad por el Yihad que allí se estaba desarrollando y decidió partir, pero no sabía como llegar hasta allá y el mapa que compró tampoco mostraba a Chechenia, por lo que decidió marcharse hasta Baku en Azebayan próxima a Chechenia.

 

         Mientras se hallaba haciendo indagaciones de cómo llegar hasta Chechenia, recibió una carta de Fathi Abu Sayyaf, un Checheno de origen Jordano describiendo la tierra de la que escribió, “un hombre que entra en ella está perdido y él que la deja es como si hubiera renacido”.

 

         De una u otra manera se las arregló para llegar hasta Chechenia en la que se presentó como reportero de televisión encontrándose con la gente y averiguando la actitud de la misma hacia el Yihad. Su conocimiento en Árabe, Ruso, Inglés y Pashto, le ayudó a mezclarse con todo tipo de gente. En sus viajes conoció igualmente a Shamil Basayev.

 

         Fue por este tiempo cuando se encontró con una anciana Chechena que le habló de la necesidad del Yihad contra los Rusos. Ella le dijo con toda seguridad: “Queremos que abandonen nuestra tierra y podamos regresar al Islam”. Cuando él le preguntó como ayudaría ella al Yihad contra los Rusos, su respuesta fue que tan solo poseía una chaqueta y que la donaría por la causa de Allah. Suwailam dijo que su hermano lloró hasta “que las lágrimas humedecieron su barba”, tras la conversación con la anciana y que el encuentro con ella sería un punto de inflexión en su vida.

 

         Las acciones de Jattab estaban basadas en fuertes principios extraídos del Noble Corán y de la Sunna del Profeta (s.a.s.). Pueden ser resumidos como sigue: El objetivo del Yihad debe ser el establecimiento del Din de Allah; no hay negociación con el enemigo, la lucha debe continuar hasta que la amenaza enemiga desaparezca por completo; el Yihad no depende de la vida de un líder; el liderazgo no significa poseer una posición confortable; la unidad es el requisito más importante en la lucha contra Rusia. También subrayó la necesidad del trato amable con los civiles evitándoles cualquier daño.

 

         Samir estuvo buscando el martirio en los últimos 14 años, dijo Mansur. No lo consiguió en Afganistán, luego lo buscó en Tayikistán; de nuevo tampoco lo consiguió y finalmente partió para Chechenia donde Allah se lo concedió, dijo su hermano con orgullo.

 

         Samir estuvo casado con una mujer de Daguestán con la que tuvo tres niños.

 

         Fuente: Mowaffaq An-Nowaiser, “Arabia.com”

         www.arabia.com

         Traducción: www.musulmanesandaluces.org