Represión sobre las musulmanas 

de Uzbekistán

 

El portavoz de la Organización Internacional de Derechos Humanos, Human Rights Watch, afirma que en las últimas semanas las autoridades de Uzbekistán han extendido su campaña contra los disidentes musulmanes para incluir a las mujeres.  La organización, con sede en Nueva York, informa que hace dos semanas la policía de Uzbekistán acorraló a un grupo de mujeres que protestaban en el Valle de Ferghana y en la capital, Tashkent, deteniendo finalmente a 18 de ellas. La misma semana, un tribunal sentenció a cuatro mujeres a prisión alegando que pertenecían a un grupo religioso ilegal. Otras cuatro mujeres están procesadas actualmente por cargos similares.

 

Praga, 6 de mayo de 2002 (RFE/RL).– Un periodista de Human Rights Watch (HRW) publicó el 1 de mayo una noticia que acusa a Karimov, presidente de Uzbekistán, de incluir a las mujeres en su campaña contra los musulmanes.

 

Marie Atruthers es la representante provisional de HRW en Tashkent. Ella sostiene que desde finales de los 90, las autoridades de Uzbekistán han llevado a cabo una campaña de arrestos y condenas contra miembros de varios grupos musulmanes considerados por el estado como extremistas y como una amenaza para la seguridad regional.

 

“Esto incluye muy a menudo arrestos ilegales, falta de acceso a una representación legal independiente, cargos falsos, testigos que proporcionan testimonios insuficientes y contradictorios, abogados, procuradores y jueces improvisados.”

Miles de hombres han sido detenidos en esta campaña, pero hasta hace poco, muy pocas mujeres eran objeto de arresto. Struthers opina que a pesar de todo este es el principio del cambio.

 

“La campaña se caracteriza por un creciente numero de detenciones de mujeres, particularmente aquellas que visten el hiÿâb y demuestran su protesta contra la dura política aplicada por el gobierno sobre los hombres sentenciados a prisión y el duro tratamiento hacia los prisioneros religiosos en Uzbekistan.”   

 

El 23 de abril, HRW anunció que la policía de Uzbekistán detiene finalmente a nueve mujeres y a sus hijos en la capital Tashkent, y otras nueve en Margilan, en el Valle de Ferghana. La Organización de Derechos Humanos declara que en ambos lugares varias docenas de mujeres estaban protestando por la persecución a disidentes musulmanes y pidiendo la liberación de los hombres condenados por su presunta vinculación a grupos extremistas islámicos de la oposición. 

 

Struthers opina que la persecución no ha cesado con las detenciones. HRW fue testigo recientemente de dos procesos contra mujeres acusadas de pertenecer a Hizb-ut-Tahrir. Hizb-ut-Tahrir, o Partido de Liberación, es un grupo islámico para el restablecimiento del Califato en el centro de Asia. Dicho grupo fue denunciado durante la campaña antiterrorista dirigida por EEUU en Afganistán. El 24 de abril, un tribunal de Tashkent sentenció a prisión a cuatro mujeres acusadas de pertenecer a un grupo clandestino. Las sentencias iban desde dos años de condena a cuatro años de cárcel. El segundo juicio, que incluía a otras cuatro mujeres acusadas de cargos similares, continúa todavía en la capital.

 

Struthers señala que los juicios coinciden con un aumento del número de demostraciones de protesta realizadas por mujeres a raíz de las detenciones de miembros de sus familias.

 

“De acuerdo con  las organizaciones de derechos humanos internacionales y locales, pueden haber cerca de 7.000 hombres encarcelados en este momento. Así que no es sorprendente el hecho de que las mujeres protesten no sólo por la ausencia de hombres en sus hogares sino también por la dura forma en que se han llevado a cabo las detenciones”.

 

Algunos observadores sostienen que la evidencia de que el papel de las mujeres en Hizb-ut-Tahrir es cada vez más importante sugiere que la organización está encontrando sustitutas para los miembros masculinos que están encarcelados. Vitali Ponomarev es el director del programa para Asia Central en el centro de los derechos humanos de Moscú.

 

“Los grupos de mujeres han sido siempre una parte segura de Hizb-ut-Tahrir. Y ha existido un grupo femenino, llamado ‘Halqa’, que se reúne separadamente de los grupos masculinos. Hace dos años aproximadamente, Hizb-ut-Tahrir decidió que las mujeres tomaran un mayor protagonismo en las acciones políticas del grupo. Esto se debió a que la actitud y la acción de las autoridades de Uzbekistán no era tan rígida hacia las mujeres como lo era hacia los hombres.”

 

Struthers de HRW denuncia que el hecho de que las mujeres sean ahora el punto de mira es algo preocupante, es una clara indicación de que no habrá tregua en la campaña contra los musulmanes no-oficiales.

 

Algunos, de todos modos, argumentan que el número de miembros de Hizb-ut-Tahrir arrestados está disminuyendo. Pero el Memorial’s Ponomarev afirma que eso no significa que las autoridades estén siendo menos diligentes.

 

“Por una parte, la actividad pública de Hizb-ut-Tahrir se ha reducido. Y por otra parte, ha empezado a operar de forma más clandestina. Esa es la razón por la cual es cada vez más difícil para [las autoridades] encontrar nuevos activistas –nuevos miembros de Hizb-ut-Tahrir, para detenerlos.”

 

En una reciente conferencia celebrada en Tashkent durante la visita del presidente iraní Muhammad Jatami a finales de abril, Karimov indicó que no habría cambios en su política gubernamental. Describiendo la oleada de arrestos y los casos de juicios como una lucha contra los extremistas radicales, Karimov declaró, “esto no es un ejemplo de acontecimientos que simplemente empiezan a ocurrir a menudo, sino una lucha continua contra las actividades islámicas radicales.”.

 

Los objetivos de Hibz-ut-Tahrir, añadió Karimov, “son radicales y extremistas y perseguiremos a esta organización en el territorio de Uzbekistán de acuerdo con nuestra legislación”.

 

Tashkent ha sido elogiada recientemente por su cooperación en la campaña liderada por EE.UU. contra el terrorismo. Pero los activistas de derechos humanos están de acuerdo en que la constancia en la crítica internacional de los escasos derechos humanos de Uzbekistan ha caído desde el 11 de septiembre.

 

Karimov afirma que la represión de grupos extremistas islámicos está justificada. Pero los activistas de los derechos advierten al gobierno que las medidas represivas solo alimentarán la militancia de estos grupos. Struthers dice que sino se toman medidas para defender los derechos religiosos y humanos de los musulmanes independientes, el número de grupos extremistas islámicos irá en aumento.

 

”Si continúa [la represión], se estará gestando el aumento de los grupos extremistas que no tienen otra vía para expresar sus creencias pacifistas”. 

 

Karimov intentó suavizar su reputación de intolerante de cara a la visita de los EE.UU. en marzo. Un tribunal de Uzbekistán, en un fallo sin precedentes, sentenció a cuatro policías a prisión por torturar hasta la muerte a un detenido y agredir gravemente a otro. El país también registró su primer grupo defensor de derechos, la Organización Independiente de los Derechos Humanos de Uzbekistán.  De todos modos, siguen existiendo críticas que argumentan que tales gestos conciliadores se han llevado a cabo en beneficio de Occidente y no reflejan ninguna mitigación real de la política en Tashkent.

 

Fuente: Rfe/RL

            Traducción: www.musulmanesandaluces.org