El Gobierno de Uzbekistán utiliza

el Sufismo contra el Islam

 

         En un intento de contrarrestar la influencia de los independentistas Musulmanes, las autoridades de Uzbekistán están respaldando y apoyando a la Orden Sufi local de los Naqshbandi, según ha hecho saber Keston de la News Service después de haber realizado una visita a la ciudad de Bujara en Uzbekistán. El gobierno Uzbeco está fundamentalmente asustado del respaldo de los fundamentalistas Islámicos, importados de los países Árabes, los cuales llaman a la depuración del Islam de las costumbres locales o regionales. El Sufismo, que ha estado fuertemente vinculado en Asia Central a las costumbres locales, se presenta en el momento actual como la alternativa preferida de las autoridades de Uzbekistán.

 

           En el término de la visita realizada entre el 15 y el 20 de Mayo a la ciudad de Bujara (500 kilómetros al oeste de Tashkent), la “capital” de la Orden Sufi de los Naqshbandi en Asia Central, Keston ha sido testigo de cómo las autoridades Uzbecas no solo no se oponen a la propagación de la Orden Naqshbandi, sino que por el contrario hace todo lo que puede para respaldarla. Están utilizando el Sufismo como un contrapeso frente a aquellos Musulmanes independientes de las autoridades y que son calificados como Wahhabis (este el nombre dado a los grupos fundamentalistas en Asia Central, que a menudo tienen poco en común con el Islam que predomina en Arabia Saudí) y a aquellos musulmanes pertenecientes al Hizb-ut-Tahir que abogan por la unificación de los Musulmanes bajo un solo Califato.

 

         Bujara pasa por ser el lugar Islámico más venerado en Asia Central. Fue en esta ciudad donde Bahauddin Naqshbandi, fundador de la Orden de los Naqshbandi, una de las Órdenes más influyentes dentro del Sufismo, nació en el siglo XIV.

 

         El Sufismo constituye el aspecto místico del Islam, anclado en el esfuerzo de llegar a Allah a través de la experiencia personal. Se dice que los primeros Sufíes fueron los ascetas que vivieron en Iraq y Siria al final del siglo VIII y principios del IX, que se esforzaron por comprender el sentido “interior” de la revelación Coránica, y que siguieron estrictamente las instrucciones del Corán, caracterizándose por las vigilias que llevaban a cabo en el cumplimiento de las ‘ibadats, el juramento de obediencia al Maestro y   los ayunos suplementarios que realizaban. El nombre de este movimiento se cree que proviene del término Árabe suf, que significa lana, pues los vestidos que habitualmente solían llevar los Sufíes eran de este material.

 

         Desde sus orígenes en Bujara, la Orden Sufi Naqshbandi (que literalmente significa grabador de sellos de madera) en la actualidad cuenta con discípulos en todos los países Musulmanes. Durante la guerra en el Cáucaso Norte contra las fuerzas Rusas en el siglo XIX, fueron miembros de la Orden Naqshbandi quienes realizaron la principal parte del movimiento de resistencia. Entre los años 1940-42 un levantamiento contra las autoridades Soviéticas, también fue liderado por miembros de la Orden Naqshbandi. Durante la colonización de Asia Central, las fuerzas Rusas no tuvieron que enfrentarse tanto a los señores feudales, a los aparatos estatales o a los ejércitos de los gobernadores locales, como a la resistencia de los miembros de las Órdenes Sufíes. Casi todos los líderes de los movimientos anti-Rusos eran Shayj Sufíes.

 

         Ahora la postura oficial con especto a los Naqshbandi y su legalidad es clara. En 1991 la calle central de Bujara (llamada calle Lenin en la época Soviética) fue rebautizada como calle Bahauddin Naqshbandi. En la era Soviética el mausoleo del Shayj Naqshbandi (10 kilómetros al este de Bujara) fue utilizado como un almacén de fertilizantes. Sin embargo, en 1991 el mausoleo se reabrió y la tumba del Shayj llegó a ser un centro importante de peregrinación.

 

         “En los tiempos de la Unión Soviética era más peligroso ser Sufi que un simple Musulmán, la policía hacía redadas entre ellos”, aseguró el Imam de la mezquita próxima al mausoleo Naqshbandi, Bobodzhon Rahmonov, a Keston el 16 de mayo. “Pero ahora no tenemos ningún problema con el estado. Por ejemplo, el presidente del comité de estado para asuntos religiosos, Fazil Sobirov, pertenece a la orden Naqshbandi. Por el contrario, estamos colaborando con el estado para enseñar a la gente el error del punto de vista del Wahhabismo. Les explicamos que la construcción de mausoleos en honor de sabios Musulmanes, algo a lo que los Wahhabis se oponen, no va contra el Islam.”

 

         Profesores de la Madrasa Mir-Arab de Bujara (la institución religiosa más grande en Asia Central) expresan su total apoyo para con la política del estado hacia los Musulmanes. “Sufismo es una vía para llegar a Allah. Hemos comenzado a enseñar Sufismo este año como asignatura independiente,” dijo el profesor de la Madrasa Mir-Arab, Abdulhalil Hayi Niyazov, a Keston el 17 de Mayo.

 

         “Sesenta horas lectiva a lo largo del curso se dedican al Sufismo.” En conversaciones privadas con Keston, estudiantes de la Madrasa Mir-Arab le informaron que los estudiantes sospechosos de pertenecer al movimiento Hizb-ut-Tahir eran inmediatamente expulsados, mientras que seguir el Sufismo era completamente seguro.

 

         De forma significativa, el gobierno también está intentando atraer a los Musulmanes de comunidades extranjeras con el objetivo de establecer la autoridad de la Orden Naqshbandi en Uzbekistán. Mantiene contactos estrechos con el Islamic Supreme Council of America (ISCA), que son los representantes de la Orden Naqshbandi en los Estados Unidos. El número de miembros del ISCA es relativamente pequeño (alrededor de los diez mil) pero la propaganda Uzbeca presenta al ISCA como una de las organizaciones Musulmanas más influyentes en los Estados Unidos.

 

         Los líderes del ISCA han visitado Uzbekistán y se han entrevistado con el Presidente Islam Karimov, a la vez que el gobierno de Uzbekistán invitó a representantes del ISCA a actuar como observadores en las elecciones presidenciales de Enero del 2000. En la página web del ISCA figura la siguiente reseña: “En Enero del 2000, el ISCA tuvo el honor de haber sido la única organización Musulmana Americana invitada como observadora del referéndum constitucional de Uzbekistán. La invitación fue resultado de los prolongados encuentros de trabajo con el moderado gobierno del Presidente Islam Karimov y el respaldo a la lucha de Uzbekistán contra el extremismo religioso.”

 

         El apoyo del gobierno a los seguidores de la Orden Naqshbandi puede ser explicado por el hecho de que el Sufismo en Asia Central está íntimamente relacionado con costumbres locales paganas. Por ejemplo, solo se debe entrar con el pie izquierdo cuando se accede al mausoleo Naqshbandi. A la entrada del mausoleo se hallan algunas ramas desecadas de un árbol que de acuerdo a la leyenda popular creció cuando Bahauddin Naqshbandi estaba vivo, y que se halla unido místicamente con el fundador de la Orden. Se dice que si das tres vueltas alrededor de este tronco desecado, entonces tus deseos serán realidad. El gobierno Uzbeco está fundamentalmente asustado de los que apoyan el fundamentalismo Islámico, que ha sido importado de los países árabes y que apela a la purificación del Islam de las costumbres locales o regionales. Por tanto, considera conveniente que el Islam local sea lo más distinto posible del Islam predicado por los Musulmanes extranjeros.

 

         El actual apoyo de Tashkent al Sufismo es una reminiscencia de la experiencia de trabajo de la KGB (el antiguo servicio de espionaje de la Unión Soviética) en la región del Cáucaso Norte de Chechenia-Ingushetia en la era Soviética. En la década de los años 1930, 40 y 50, el NKVD (el predecesor de la KGB) asesinó a todos los Shayj influyentes de la Orden Naqshbandi.

 

         Aquellos que heredaron el liderazgo de las Órdenes Sufíes en Chechenia (los herederos de los Shayj) solo podían sobrevivir si colaboraban con el NKVD y la KGB. Cuando los Chechenos y los Ingushetios retornaron del exilo en 1957, el Kremlin colocó estos mismos seguidores de la Orden Naqshbandi en los puestos destacados de la república. “La opinión extendida entre un sector significativo de las autoridades religiosas de la Orden Naqshbandi suponía la necesaria colaboración con las autoridades ateas y comunistas,” declaró una de las autoridades religiosas más influyentes de Ingushetia, el Imam de la mezquita Nasyr-Kurt (una villa próxima a la frontera con Chechenia) Salambek Hayi Ivloyev, a Keston en Noviembre de 1996. “En la era Soviética la KGB intentó gobernar Chechenia, donde la mayoría de la población permanecía anclada a su Islam, con la ayuda de la Orden Naqshbandi. Los altos cargos de la sociedad Chechena-Ingushetia fueron extraídos de los seguidores de esta Orden.”  Asimismo, subrayó que Doku Zavgayev (presidente del Soviet Supremo de Chechenia-Ingushetia en 1990 y cabeza del gobierno “pro-Ruso” en Chechenia en 1996) era un miembro de la Orden Naqshbandi.

 

         Fuente: Keston News Service

         Traducción: Asociación Cultural Zawiya