LA SHAFA’A

 

Imam Ahmad Ridà Khan al-Qâdiri al-Barelwi

Extractos de su obra:

Cuarenta hadices sobre la shafa’a de Rasûlullah ()

 

Presentación

Seguimos ofreciendo los trabajos del gran ‘alim indio de los siglos XIX-XX el Imam Ahmed Rida al-Qâdiri al-Barelwi, el fundador de una escuela de pensamiento que tiene por objeto mantener y renovar todo el conocimiento islámico tradicional frente a las nuevas influencias de los colonizadores y los wahhabíes, en el momento en que las sociedades musulmanas del subcontinente indio entraron en la decadencia por la invasión británica y los conflictos con los hindúes. En el subcontinente indio es considerado como el gran muÿaddid, renovador del Islam, del siglo XIV de la Hégira, y sus obras, escritas originalmente en árabe, urdú y persa, han sido traducidas a las principales lenguas musulmanas y occidentales. Sus obras (más de doscientos libros) abarcan todos los aspectos de las ciencias islámicas, incluyendo la medicina, las matemáticas o la física; el estudio de la lengua árabe, la poesía y la gramática.

La influencia del pensamiento de este gran maestro sufí alcanza hoy a los cinco continentes, y diversos centros educativos han sido establecidos bajo las líneas maestras de sus enseñanzas, que no son más que la exposición sistemática y actual de las ciencias contenidas en el Corán y la Sunna.

 

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Bismillahi r-Rahmâni r-Rahîm

Alhamdulillah rabbi l-‘alamín

Wa s-salatu wa s-salamu ‘ala Sayyidi l-Anbiyâ wa l-Mursalín

 

        El Salat y el Salam de Allah sean sobre Su Querido Rasûl, Rahma de los Mundos, Imam de este mundo y del otro, la Mejor de las Creaciones, el Presente y el Testigo, y con sus Benditos Compañeros, su Familia y sus puras esposas, y todos sus seguidores hasta el Día del Juicio.

 

        Pregunta (al Imam Ahmed Rida, r.a.): ¿Cuáles son les hadices que demuestran la shafa’a, intercesión del Profeta () para los musulmanes? ¡Que Allah te recompense!

 

        Respuesta: ¡Alhamdulillah! Oir esta pregunta, deseo que todo aquél que se pueda llamar musulmán, seguidor de la Sunna, no tenga dudas a este respecto... Tenerlas es un signo de la proximidad con Yawm al-Qiyâma. Este pobre servidor de Allah (Imam Rida) ha recogido y registrado todos estos hadices en su tratado Samaun wa tâ li ahadith ash-shifa’a. Voy a citar brevemente cuarenta hadices y algunas ayât del Corán a este respecto:

 

        Âya número 1: Y levántate en parte de la noche como un acto voluntario pata ti, puede que tu Señor te eleve a una estación digna de alabanza” (Sûra Banu Isra’il, 79).

Se narra en Sahih al-Bujari que preguntaron al Profeta Muhammad (), el intercesor de los que cometen torpezas: “¿Cuál es esta estación digna de alabanza? Respondió: La shafa’a”.

 

        Âya número 2: “Te dará tu Señor y quedarás satisfecho”. (Sûra ad-Duhá, 5).

Dailami ha transmitido de Maula ‘Ali (r.a.), el Amir al-Mû’minin, que cuando esta âya fue revelada, el Intercesor de los que cometen torpezas () dijo: “Cuando Allahu Ta’ala promete que quedaré satisfecho, significa que no estaré satisfecho hasta que ni uno solo de mis seguidores esté en el Fuego”. ¡Allah! ¡Que tu salât, tu salam y tu bâraka estén para siempre junto a tu Enviado ()!

 

        At-Tabarâni en Awsât y Baççar en el Musnâd transmiten de Maula ‘Ali (r.a.) que el Intercesor de los que cometen torpezas () dice: “Intercederé por mi Umma hasta que mi Señor diga: ¡Oh Muhammad! ¿estás satisfecho? Y diré, sí Señor mío, estoy satisfecho”.

 

        Âya número 5: “Y cuando se les dice: Venid para que el Mensajero pida perdón por vosotros, vuelven la cabeza y ves que se apartan con soberbia”(Sûra al-Munafiqín, 5).

En esta âya sharîfa la desgracia de los hipócritas es su fracaso en pedir la intercesión del Profeta (). Aquellos que no pidan su shafa’a hoy no la tendrán mañana, y quienes no la tengan mañana no van a tener descanso nunca. Que Allahu Ta’ala nos beneficie con la intercesión de Sidnâ Muhammad () en este mundo y en el otro. [De las páginas 13-17 del libro del Imam Ahmad Rida (r.a.)].

 

         Los siguientes hadices dan la buena nueva que la shafa’a de Habibullah () no es sólo para aquellos que han cometido dhunûb ocasionalmente, y están avergonzados y temerosos por lo que han hecho. Un ladrón que haya hecho tauba puede decir que el robo ha sido demostrado, pero que no siempre ha sido un ladrón, y que no consideraba el robar como su profesión, pero que ha caído en ello provocando si desgracia y teniendo miedo día y noche... ¡No! Juro por Allahu Ta’ala, Quien ha designado al Profeta () como intercesor, que su shafa’a alcanza hasta los musulmanes de caras ennegrecidas por sus faltas, los malvados, tiranos que están inextricablemente mezclados con los dhunûb y éstos últimos incluso se avergüenzan de los primeros, a condición que la consideren como cierta...

 

        Hadiz 1 y 2: El Imam Ahmad en su Musnâd con el testimonio de Sahih al-Bujari y Sahih Muslim transmite de Abdullah ibn ‘Omar (r.a.), e Ibn Maÿa transmite de Abu Mûsa al-Asha’ari (r.a.) que nuestro amado Profeta () dijo: “Allah dejó a mi elección cómo usar mi shafa’a, porque sino la mitad de mi Umma iría al Fuego sin ningún ajuste de cuentas.  Acepté poder usar la shafa’a porque es más valiosa. ¿Pensáis que mi shafa’a es para los musulmanes rectos? ¡No! Es para los extraviados contaminados por sus torpezas y de corazón duro”.

 

        Hadiz 9: Abu Bakr Ahmad ibn Ali Baghdadi cuenta que Sidnâ Abu Darda (r.a.) que Rasûlullah () dijo: “Mi shafa’a es para mis seguidores extraviados”. Sobre esto, Abu Darda (r.a.) preguntó humildemente: “¿Incluso si es un adúltero o un ladrón?”, y contestó (): “Sí”.

 

        Hadiz 27 a 40: Ibn Mani transmite de Zaid ibn Arqam y catorce otros sahâba (r.a.a.)  que el Enviado de Allah () dijo: “Mi shafa’a en el Día del Juicio es cierto, y quien no crea en ella, no la merece”.

 

         Los fuqarâ miran estos hadices, se sienten mal en su interior y aceptan la shafa’a de Muhammad al-Mustafà ().

 

         ¡Oh Señor! Haznos dignos de merecer la shafa’a en el dunyâ y al-âjira. Tú eres el único que mereces ser temido y el único que perdona. Que Allah mande las más grandes bendiciones, bondades y salawât sobre nuestro Amado y Escogido, el Intercesor y Profeta, y sobre los Suyos, sus Compañeros y toda su Umma.