EL IMAM AHMAD IBN HÁNBAL
Y
SU ESCUELA DE FIQH
'Omar
al-Yirundí
Abû 'Abdullah adz-Dzuli ash-Shaybanî al-Marwaçî al-Baghdadî Ahmad
ibn Hánbal (radi Allahu 'anhu) nació en Marv, ciudad de
Turkmenistán, el 20 de Rabi'u l-Áwwal de 164 H., 781 d.C. Fue el sabio
musulmán más destacado de su época por su gran sabiduría en la ciencia del
hadiz. Sus maestros fueron Hushaim, Îbrâhîm ibn Sa'ad, Sûfian ibn 'Unaina,
'Abbad ibn 'Abbad, y Yahia ibn Abi Ça'ida. De él transmitieron hadices
el Imam al-Bujarî, el Imam Múslim, Abû Da'ud, Abû Çur'a, Mutayyan, 'Abdullah
ibn Ahmad, Al Baghawî y una larga ristra de sabios. Su padre era
guerrero y murió joven.
El Imam Ahmad ibn Hánbal (radi Allahu 'anhu) estaba muy
interesado en aprender la ciencia del Hadiz y para ello viajó mucho por Irak,
Siria y otros lugares de Oriente Medio. Estos viajes ocuparon gran parte de su
juventud, y gracias a ellos pudo estudiar el Islam y recoger muchos hadices de
Sidnâ Muhammad (sallallahu 'aleihi wa sállam). Dicen algunos que llegó
a recoger un millón de hadices.
A su regreso, estudió con el Imam ash-Shafi'î (radi Allahu 'anhu), de quien aprendió Fiqh y usûl ad-Dîn, y quien a su vez alabó a su alumno por su profundo conocimiento del Hadiz.
Su condición de muháddiz, sabio
del Hadiz, marcó su iÿtihâd, juicio independiente en materia del Islam, centrado en el apego a la
literalidad de los Textos (el Corán y el Hadiz).
Fue conocido por su carácter temeroso de Allah y su gran wara', abstinencia de lo
dudoso, que le convirtió en el sabio más destacado de su época.
La fuerza de su îmân, sensibilidad espiritual, apertura a Allah y la perseverancia en su enfoque del Islam fueron puestos a prueba durante el gobierno de los califas al-Mâmun y Mu'tasim, quienes crearon una especie de tribunal inquisitorial para reprender a aquellos de entre los sabios que no profesaban la doctrina de la creación del Corán. El Imam ibn Hánbal (radi Allahu 'anhu) fue detenido, encadenado y juzgado como resultado de esta manipulación de los califas. Pero resistió a la tortura y rechazó con firmeza cambiar sus ideas.
Su juicio y la polémica de la Umma a este respecto, terminaron cuando
entró a gobernar el califa al-Mutawwákil, que no creía en esa doctrina.
Entonces el Imâm (radi Allahu 'anhu) gozó de un gran respeto y consideración.
Su perseverancia ayudó a mantener la 'aqîda,
idea-fuerza, correcta respecto a la
creación del Libro de Allah. Su fama se extendió a toda la Umma. Su sabiduría,
taqwa, actitud de preservarse de lo dañino para el îmân y temor de Allah
y su apego a la Sunna unieron a la Umma y sus sabios alrededor de sus enseñanzas.
Murió en Bagdad el 25 de Ramadán del año 855 d.C., el 241 H. Se dice que su
funeral fue seguido por 600.000 personas y que toda la ciudad de Bagdad, incluidos
los cristianos, judíos y zoroastrianos lloraron por su muerte.
Entre las obras del Imam ibn Hánbal (radi Allahu 'anhu) está la
gran enciclopedia de hadices llamada al-Musnâd,
recopilada durante su vida, completada por su hijo 'Abdullah y ampliada más
tarde. Además otras obras suyas son renombradas, como el Kitâbu s-salât, sobre el salât, y el Kitâbu s-Sunna, sobre 'aqîda,
cosmovisión del Islam, tal como la
concibió basado en los hadices de Rasûlullâh (sallallahu 'alaihi wa sállam)
y los Sahâba (radi Allahu 'anhum aÿma'in).
Su
madzhab
Los principios de la escuela hanbalí
son muy parecidos a los de la escuela shafi'í. El Imâm Ibn Hánbal (radi
Allahu 'anhu) desarrolló el siguiente método:
·
Cuando se encuentra una evidencia en los textos del Corán
y la Sunna, no consulta ninguna otra fuente. Si hay un hadiz "elevado"
(marfu') al nivel de autenticidad, no
da prioridad a ninguna otra fuente como por ejemplo el 'amal de la gente de
Medina, la analogía, el hadiz de un sahâbi o el consenso de los sabios.
·
Si no encuentra ningún texto sobre una cuestión,
entonces se remite a los juicios de los Sahâba (radi Allahu 'anhum aÿma'ín).
Si encuentra un hadiz de un sahâbi que no se contradice con los demás, lo toma
y le da prioridad por encima de cualquier otro criterio.
·
Si hay una diferencia de opinión entre los Sahâba (radi
Allahu 'anhum aÿma'ín) acerca de un punto particular, escoge la opinión que más
concuerda con el Corán y la Sunna y no va más allá. Si no es capaz de
discernir cuál es la opinión más cercana al Corán y la Sunna, las expone
todas y se abstiene de hacer ningún juicio sobre ellas.
·
Toma como autoridad cualquier tipo de hadiz aunque su
autenticidad no sea totalmente confirmada, mientras no choque con una práctica
establecida, otro hadiz, o el consenso de los sabios. El hadiz tiene prioridad
sobre la opinión personal.
·
Sólo emplea la analogía cuando no puede encontrar
respuesta a una cuestión con las fuentes arriba expuestas.
·
Adopta el principio de sadd ad-dzarâ'i, impedir el
camino hacia un acto incorrecto, para determinadas cuestiones.
·
Se opuso al Kalâm como método, aunque fuera para
defender la verdad, sin prohibirlo, pero desaconsejándolo, remitiéndose al
punto anterior. Prefería la simple narración de los textos tal cuál para las
cuestiones de 'aqîda y abandonó el recurso a las pruebas racionales o dialécticas.
Varios de los grandes sabios del Islam siguieron el método de comprensión
del Imam ibn Hánbal (radi Allahu 'anhu). El Imam al-Bujarî, el Imam Múslim,
el Imam Abû Da'ud, el Sheij 'Abdu l-Qâdir al-Yilani, Ibnu l-Qáyyim al-Yauçiyya,
Al-Hafid Çaynu d-Dîn Ibn Ráÿab (radi Allahu 'anum aÿma'in) son
algunos de sus seguidores más notables.
En la actualidad este gran Imam (radi Allahu 'anhu) y su madzhab son
objeto de polémica. Muchos de los modernos sálafis y wahhabis se escudan en él
(radi Allahu 'anhu) o en sus seguidores (especialmente Ibn Taimiyya) para
justificar sus puntos de vista.
Además, el Reino de Arabia Saudita utiliza el madzhab hánbali
como base del ordenamiento legal, lo cual complica aún más las cosas dado el
grado de abyección y tiranía de ese régimen.
Pero tenemos que decir que no podemos juzgar la validez de una escuela
islámica porque determinado régimen se reclame de ella. El Poder se vale de la
popularidad de determinados elementos para manipularlos y generar una ideología
que le convenga. En este caso, el régimen saudí se vale del Islam y los sabios
hanbalíes para montar una estructura ideológica que justifique su régimen,
resaltado determinados elementos y minimizando otros que los compensan, para así
conseguir sus fines.
Lo mismo podemos decir de las corrientes salafíes y wahhabíes: como la inmensa mayoría de los musulmanes normales, del pueblo llano, pertenecen a las Gentes de la Sunna y la Comunidad, ellos se presentan a si mismos cuando conviene como hanbalíes, a pesar de que en realidad no sigan ningún madzhab en particular.