SOBRE LA ARROGANCIA Y LA HUMILDAD

 

Capítulo 12, EL SENDERO DE MUHAMMAD del Imam Birgivi (ks)

Traducción al Castellano: Ali Hassan Loustanau al Yerrahi

 

        La arrogancia es un estado en el que estamos convencidos de que tenemos el derecho de estar por encima de los demás.  La arrogancia es ilegal en el Islam. Está considerada como un estado desgraciado. Lo opuesto de la arrogancia es mirarnos con la intención de conocernos verdaderamente. Mostrar orgullo a una persona arrogante se considera un buen acto.

       

        Jabir contó que el Profeta (s.a.s) dijo: "El único estado de orgullo que Alá permite es el que se muestra en batalla o mientras se realiza un acto generoso" (Abu Dawud)

 

        El significado del orgullo mientras se ayuda a una persona necesitada es darle poca importancia a nuestra generosidad mientras se pretende poder haberlo hecho mucho mejor.

 

        La modestia, aparentar menos de lo que somos, es recomendable. Aún así, la exageración de la humildad hasta el grado de parecer vil es una trasgresión.

 

        Mu’adh ibn Jabal informó que el Mensajero de Allâh (s.a.s) dijo: "Mostrar un apego y una apariencia vil en exceso, lo reduce a uno al estado de mendigo, no es apropiado para el carácter de un creyente. La única excepción es la humildad de un estudiante con un profesor, buscando recibir conocimiento". (Ibn Adiy)

 

        Darle a alguien un pequeño regalo con la esperanza de recibir un beneficio mayor es equivalente a mendigar.

 

        Allâh el Más Elevado dice: "No favorezcais buscando ganancia (Mudazzir, 6)

 

        Trabajar duro, apoyar a nuestras familias, ayudar en las tareas domésticas, ir de compras, cocinar, limpiar son señales recomendables de la verdadera humildad. La arrogancia se vuelve más peligrosa cuando está manifestada y es directa.

 

        Algunos son arrogantes con el Profeta de Allâh, como Abu Jahl, que dijo: “¿Este es el que Allâh eligió como Su Mensajero? ¿No le pudo haber revelado el Corán a un hombre famoso de Meca o Medina?”

 

        Allâh sella los ojos, los oídos y los corazones de los arrogantes para que no puedan conocer la verdad. Declara en el noble Corán: "Aquellos que se comportan arrogantemente en la tierra en contra de lo correcto, se alejarán de Mis Señales... (A’raf, 146)"

 

    Abu Hurayra dijo que el Mensajero de Allâh (s.a.s) informó de Allâh mismo: "La grandeza es Mi camisa, la majestad es Mi prenda inferior. Cualquiera que se compare Conmigo es arrogante. Lo lanzo al Fuego y no se arrepiente (Abu Dawud).

 

        Ibn Mas’ud contó: "El Profeta dijo: “Cualquiera que tenga un átomo de orgullo en su corazón no entrará al Paraíso.” Luego uno de sus Compañeros preguntó: “¿Qué dices de alguien que le gusta vestir ropas finas?” Respondió: “Allâh es hermoso y le gustas lo que es hermoso. La arrogancia es negar la realidad y considerar que los demás están debajo de uno.” (Muslim y Tirmidzi)

 

        Zawban informó que el Mensajero de Allâh (s.a.s) dijo: "Un creyente que muere libre de deudas, traición y arrogancia entra al Paraíso. (Tirmidzi)

 

        Anas ibn Malik informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "En el Infierno los orgullosos serán encerrados en ataúdes de fuego y permanecerán allí para siempre (Bayhaqi).

 

        Abu Hurayra informó que el Mensajero de Allâh (s.a.s) dijo: "Hay tres clases de personas a las que Allâh el Más Elevado no se dirigirá ni Perdonará el Último Día. Son los adúlteros, los gobernantes que mienten, y los pobres que son arrogantes (Muslim)"

 

        Ibn Tirmidzi informó que el abuelo de 'Amr ibn Shu’ayb le oyó decir al Mensajero de Allâh (s.a.s): "El Día del Juicio, los altaneros resucitarán tan pequeños como las hormigas pero con su propio semblante. Serán guiados por enormes hordas de horrores hacia una mazmorra llamada Bulis. Allí serán alimentados con excrementos humanos envenenados como la sangre sucia y el pus".

 

        Imam Tirmidzi contó que Jubayr se quejaba porque la gente creía que era orgulloso. Decía: “Voy en un burro, uso las telas de lana ordinarias de los pobres, ordeño yo mismo a mis cabras. Le oí decir al Mensajero de Allâh que cualquiera que actúa así no es orgulloso”.

 

        Se dice que siete cualidades son las causas del orgullo: la educación y el conocimiento; la piedad espiritual; la fama y la nobleza de la familia y los ancestros; la atracción o la fuerza física; la riqueza; el logro; y el número de admiradores y seguidores propios. La causa real de la arrogancia es la estupidez, y la inhabilidad por comprender lo que se ofrece como conocimiento. Aún así no hay otra medicina más que el conocimiento para curar la estupidez.

 

        Ibn ‘Umar informó que le oyó decir al Mensajero de Allâh (s.a.s): "Cualquiera que busque conocimiento para tener un recurso de algo que no sea de Allâh, o por el placer de cualquiera que no sea su Señor, podría también prepararse para el castigo en el Infierno (Tirmidzi).

 

        Abu Hurayra contó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Cualquiera que estudie las normas del Islam para asegurar su sustento y beneficiarse materialmente, o para buscar fama, está destinado a distorsionar el conocimiento del Dîn del Islam. Lo interpretará para sus propósitos personales, quitando todo aquello que es noble en el conocimiento. Alguien así que tiene conocimiento no tendrá ni siquiera una bocanada de los perfumes del Paraíso el Día del Juicio (Abu Dawud).

 

        En otra tradición informada por ‘Usama, el Profeta (s.a.s) dijo: "La noche de mi ascensión a los Cielos, vi algunas personas cuyas lenguas eran retorcidas con pinzas al rojo vivo. Le pregunté al malaika Yibril quiénes eran y respondió: “Son los de tu gente que les enseñaron a otros a hacer lo que ellos no hacían.” (Muslim)

 

        Anas ibn Malik también informó: "Los demonios del Infierno comenzarán torturando a los hombres con conocimiento que sepan todo el Corán de memoria. Cuando se quejen, preguntando si fueron peores que los que negaban a Allâh, que deberían ser castigados delante de ellos, se les preguntará: “¿Son iguales los que saben y los que no?” (Tabarani y Abu Nuaym).

 

        Mu’adz ibn Jabal informó: "Mientras estábamos rodeando La Kaa’ba, le pregunté al Mensajero de Allâh (s.a.s): “¿Quién es el peor entre los hombres?” El Profeta (s.a.s) dijo: “¡Oh Señor, perdóname! Oh Mu’adz, ¿por qué preguntas cosas malas? Pregunta sobre lo que es bueno. Pero la respuesta es que los peores hombres  son los que tienen conocimiento que se comportan mal” (Bazzaz).

 

        Abu Hurayra informó que le oyó decir al Mensajero de Allâh (s.a.s): "Los que sufren el mayor castigo en el Infierno son los eruditos cuya enseñanza no le hicieron ningún bien a nadie (Tahrani, Bayhaqi)"

 

        Abu Hurayra y Abu Darda’ informaron que le oyeron decir al Mensajero de Allâh (s.a.s): "Un hombre sabio no es sabio hasta que actúa con lo que conoce" (Bayhaqi, Ibn Hibban).

 

        Anas ibn Malik informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Llegará un tiempo cuando muchos de los entendidos sean ignorantes, y muchos de los que tienen conocimiento serán trasgresores" (Hakim)

 

        Ibn ‘Umar informó que le oyó decir al Profeta (s.a.s): "Cualquiera que aclame ser sabio seguramente es ignorante" (Tabarani y Muÿahid)

 

        Los que es apropiado para el siervo sincero de Allâh es no tener (¡o al menos no expresar!) ningún sentimiento de superioridad con nadie.

 

        Una persona así, cuando se encuentra con un ignorante, piensa: “Yerra porque no sabe, y no obstante yo yerro a pesar de mi conocimiento. Por lo tanto, seguramente es mejor que yo”

 

        Cuando eres llevado a una situación en la que estás obligado a reprimir a un trasgresor, deberías comportarte como una niñera encargada de educar a los hijos de un gran señor. Esta, cuando es necesario, puede reprender y castigarlos, pero nunca se sentirá superior a ellos, pues sabe que esos hijos son más queridos para su padre que ella misma. Sólo Allâh sabe quién Le es más querido. La mejor manera es pensar que todos los demás son mejores que uno en la opinión del Señor.

 

        La segunda causa de la arrogancia es un sentimiento de superioridad en el estado espiritual de uno. En todo lo que hagamos, se nos enseña que nuestras intenciones, sinceridad, y amor y temor a Allâh tienen la mayor importancia para nuestra salvación. Allâh el Más Elevado indica que la salvación sólo es posible a través del amor y el temor a Él, y que la verdad de nuestro amor y temor sólo Él la conoce. Dice: "Los conoce bien cuando los saca de la tierra, y cuando están ocultos en el vientre de sus madres. Por lo tanto, no se justifiquen: Conoce mejor a los que son honrados" (Naÿm, 32)

 

        La tercera causa de la arrogancia es estar orgulloso de los ancestros y sus méritos, nobleza y distinción. Un poeta ha escrito:  

Si están orgullosos de sus antepasados:

En verdad dicen la verdad.

¡Pobre de ellos! ¡Cómo deben sufrir sus almas

porque han adoptado tal hijo!

¿Qué seguridad encontró Caín en la nobleza de Adán?

¿Canaán fue salvado de la Inundación por ser el hijo de Noé?

 

        Abu Hurayra informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Aquél que no actúa por sí mismo no puede ser salvado por sus padres" (Muslim)

 

        La cuarta razón de que algunas personas sean arrogantes es su belleza física. Este orgullo con más frecuencia afecta a las mujeres.

 

        La quinta razón para algunos es estar orgullosos de su fuerza. El poder físico, como la belleza, tiene poca vida. ¿Cómo se puede estar orgullosos de una cualidad en la que los animales son superiores a los seres humanos?

 

        La sexta causa de orgullo es la riqueza y la fama, y la séptima los seguidores, estudiantes empleados y dependientes numerosos.

 

        La única cura para la arrogancia inducida por el odio, la envidia, o la hipocresía  es recordar en nuestro combate contra estas cosas que son los males adicionales, se nos pegarán si fallamos al detenerlos.

 

        Es mejor mencionar algunas de las señales comunes de la arrogancia para que nos sintamos seguros del mal del orgullo. Sospechen de la presencia de la arrogancia:

 ● Si necesitan ser reconocidos por la gente cuando les muestran señales de respeto, como levantarse cuando entran a un cuarto, al saludarlos en la calle, etc.

● Si se sienten importantes cuando están rodeados por compañeros admiradores que insisten en caminar un paso detrás de ustedes.

 

        Abu ‘Umma informó: "EL Mensajero de Allâh (s.a.s) estaba caminando desde su casa hasta el cementerio de ÿanna al-Baqi, y muchos de sus nobles compañeros lo seguían detrás. Él se dio vuelta y les pidió que caminaran adelante de él. Cuando le preguntaron la razón, dijo: “Cuando oí que arrastraban los pies detrás de mí, temí que el orgullo entrara en mi corazón” (Imam Ahmad, Ibn Maÿa)

 

● Si se niegan visitar a alguien, poniendo la excusa de que no tendría ningún sentido.

● Si se niegan sentarse al lado de alguien a quien consideran inferior.

● Si rechazan entrar en compañía del enfermo y el humilde.

● Si se niegan a hacer los quehaceres de su casa.

● Si se niegan a llevar cargas pesadas en público

● Si se niegan a usar ropa barata o gastada

 

        Abu ‘Umamah contó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Usar ropa vieja y usada es una señal de los fieles". (Abu Dawud)

 

● Si, mientras disfrutan las invitaciones de los ricos y los importantes, se niegan a aceptar las invitaciones de los pobres.

● Si están avergonzados por ir de compras por cosas baratas en mercados inferiores

● Si avanzan, ante otras personas, en ocasiones de presentar a personajes importantes

● Si avanzan, en las discusiones y debates, contra lo que sucede que es correcto, y no obstante esperan ser convincentes.

 

        El amor a sí mismo es un carácter muy malo; especialmente cuando las personas están orgullosas de sus logros. Los logros le pertenecen sólo a Allâh el Más Elevado.

       

        El egoísta piensa que es una bendición su estado. Se tiene como su propio Dios –y será devastado cuando Allâh actúe con lo que Dice: "Pobre de aquél cuyo acto malo que hace le parece justo, para que lo considere bueno" (Fatr, 8)

 

        Anas ibn Malik informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Tres cosas son devastadoras: creer en el bien de la avaricia, atender la lujuria, y ser un egoísta" (Bayhaqi)

 

        Es mejor considerarnos inferiores de lo que nos hemos descubierto ser. Esto es la humildad.

 

        Imam Shibli dijo: "Humillándome detuve la agresión de mis enemigos".

 

        Abu Suleiman al-Darani dijo: "Si todo el mundo lo intentara, no podrían haber reducido mi autoestima a un nivel más bajo".

 

        Ibn ‘Abbas informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Seguramente Allâh el Más Elevado nos ordenó ser humildes. Yo les digo que ninguno entre ustedes le dará poca importancia a cualquiera de los otros, ni les está permitido insultarlos". (Abu Dawud)

 

        Abu Sa’id informó que el Profeta (s.a.s) dijo: "Cualquiera que se humille por amor a Allâh, Él lo eleva al nivel más alto. Cualquiera que sea arrogante en contra de Allâh, Él lo reduce a lo más bajo de lo bajo". (Ibn Hibban)

 

        Abu Hurayra informó que el Mensajero de Allâh (s.a.s) dijo: "Cuando alguien es humilde con los compañeros musulmanes, Allâh eleva el estado de esta persona. Cuando alguien trata de darle poca importancia a los compañeros musulmanes y aclama ser mejor que ellos, Allâh disminuye a esta persona muy por debajo de los demás.

 

        Algunas veces las personas se humillarán enfrente de los poderosos por temor, o enfrente de los ricos porque quieren obtener algo de ellos, o enfrente de la gente en general para recibir su simpatía o piedad, o simplemente para ser aceptados. Todas estas demostraciones de humildad hipócrita y otras similares son fraudulentas y erróneas.