Acepta a Allah en tu vida

 

        Este es el mensaje de paz, el mensaje de salvación. Este es el mensaje de liberación de la esclavitud de las cosas mundanales que esclavizan a las almas con preocupaciones y penas.

 

        Esta es la llamada de Aquel quien controla todo, llamándote, llamando a toda la humanidad, al sometimiento!

 

        SométeLe tu vida y encontrarás la paz. Haz el leimotiv de tu vida La ilhaha illa Allah (No hay otra realidad que Allah). Con este leimotiv, estás testificando tu incapacidad como criatura provista de facultades limitadas. Estás testificando que todo en el universo pertenece a Él y todo aquello que Él quiere que acontezca sucederá  en la forma y en el tiempo que Él determine. Testificas a tu ser creado por Él en la forma en la que Él quiere:

           

Él es Quien te ha dado forma en la matriz tal y como Él quiere; no hay otra realidad que Él, el Poderoso, el Sabio. (Sura al-‘Imran, 3:6)

 

        Pero a pesar de Su absoluto poder para hacer todo en la forma en la que Él quiere, lo que podemos percibir es Su infinita fuente de vida que hace las cosas perfectas, creándote y creando todo lo que te rodea en la forma más hermosa que podemos imaginar:

 

            Él ha creado los cielos y la tierra en proporciones justas, y te ha dado forma y ha hecho de vuestras formas formas hermosas, y Él es el destino final. (Sura At-Taghabun 64:3)

 

            No verás ninguna mengua en la Creación de Allah, el más misericordioso. Vuelve de nuevo tu mirada, ¿ves algún defecto?, vuelve tu mirada una segunda vez, tu mirada regresará aturdida y desconcertada, en un estado de agotamiento. (Sura Al-Mulk 67:3-4)

 

        Gracias a Su compasión las anormalidades están sujetas a la ley de la rareza; es decir, desde la creación de los cielos y la tierra y de la creación de Adam hasta el presente día, no existe ninguna irregularidad en el patrón de la creación, y cualquiera de las pocas anormalidades que vemos también están sujetas a Su divina sabiduría. A pesar de las constantes imprudencias temerarias de la humanidad las dolorosas consecuencias de las mismas nunca ocurren de una manera proporcional, subhana Allah!. En verdad Su Rahma (deseo de vida) excede a Su cólera.

 

            Cualquier desgracia que os acontezca es como consecuencia de lo que han alterado vuestras manos, y para muchas de ellas, Él concede el perdón. (Sura Ash-Shura 42:30)

 

        Otro punto a destacar es que tu testimonio del poder todopoderoso de Allah, es el reconocimiento explícito de tu límite como ser humano. Al pronunciar las palabras, La ilaha illa Allah, en realidad estás rindiendo tu limitado poder al ilimitado poder del Señor de  los mundos; tu voluntad queda sometida a Él. Esto es el Islam.

 

        Pero este testimonio nunca puede ser genuino sino se acompaña del amor, porque la fe sin amor está muerta. Si no Le amas, no Le obedecerás de forma genuina. Esta es una relación diferente a la de los mortales donde la hipocresía puede prevalecer, siendo a veces  difícil distinguir entre el verdadero amor y el falso. Pero con Allah Todopoderoso todo es transparente, por tanto cuando hablamos del más elevado grado del amor, hablamos de algo que no está mancillado por la hipocresía o el engaño. Por tanto, la auténtica y genuina Shahada en el Islam es aquella que está recubierta por el amor: el amor de Allah, el amor supremo. Este amor automáticamente hará más fácil mostrar una total obediencia a Sus imperativos: Di: Si amas a Allah, entonces sígueme, Allah te amará y cubrirá tus errores, (Sura, al-‘Imran 3:31). Entonces te encontrarás pronunciando espontáneamente la frase, “Muhammad Rassulullah” (Muhammad es el Mensajero de Allah), segunda parte de la Shahada.

 

        Entonces, pasito a pasito te encontrarás a ti mismo sobre un suave y llano sendero espiritual donde la relación que has desarrollado con Allah arrojará luz sobre tu corazón alejando toda oscuridad. Entonces la frase “la ilaha illa Allah”, resonará en todo cuando hagas, en todo cuanto veas, en todo cuanto escuches, etc. Es decir, se convertirá en una convicción en lo más profundo de tu ser, reafirmándote que es a través de Su orden y voluntad por lo que todo acontece. Esta convicción recibe el nombre de Iman, cuyo asiento es el corazón. De aquí en adelante tu forma de conducirte en la vida estará acorde con el grado de Iman que poseas. Esto significa que has aceptado a Allah en tu vida.

 

Kamal Badr. IslamOnline

Traducción: musulmanes andaluces