Los herederos de los Profetas

Ibn Rajab al-Hanbali

 

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CAPÍTULO IV

 

 

CATEGORÍA DE SABIOS

 

    Muchos de los sabios que nos han precedido y que pertenecían a la generación de los Salaf, tales como Sufyan at-Thawri (r.a.) y otros, dividieron a los hombres de conocimiento en varios grupos.

 

    La categoría más elevada es aquella formada por los sabios que reúnen en sí mismos tanto el conocimiento de Allah como Sus prescripciones. Con esto Sufyan se está refiriendo a aquellos hombres que aúnan en sí mismos tanto el conocimiento interior como el exterior. Estos son sin lugar a dudas los sabios más distinguidos. Allah dice de ellos: “Solo aquellos de Sus siervos que poseen conocimiento temen a Allah” (Corán, 35, 28) y “Diles: creáis o n o en él, a quienes se les ha dado el conocimiento antes de él, caen postrados sobre sus rostros cuando se les recita.” (Corán, 17, 107).

 

    Muchos de los pertenecientes al Salaf solían decir, “el conocimiento del Din no consiste en memorizar una abundancia de textos, sino en saber que el conocimiento es humildad”. Uno de ellos dijo, “el temor de Allah es suficiente conocimiento, y ser ignorante respecto a Allah, es suficiente ignorancia”. Y también han dicho, “aquel que posee el conocimiento vivencial de Allah no necesariamente conoce las prescripciones de Allah.” Estos últimos son los poseedores del conocimiento interior pero carecen de una comprensión adecuada de la jurisprudencia. También la gente del Salaf ha dicho, “aquel que conoce las prescripciones de Allah no tiene necesariamente un conocimiento vivencial de Allah”. Estos son los poseedores del conocimiento exterior pero carecen de la noción de conocimiento interior, ni temen a Allah ni poseen humildad. Esta gente fue censurada por la generación del Salaf. Uno de ellos, refiriéndose a este tipo de eruditos, dijo, “son gente corrupta”. Son gente que se detiene en el conocimiento exterior, mientras que el conocimiento útil no llega a tocar sus corazones, nunca saborearán su fragancia, han sido vencidos por la negligencia, por la dureza de corazón y por su aversión a la Próxima vida. No consideran más que este mundo y su vanagloria.

 

 

EL DAÑO DE LOS SABIOS CORRUPTOS

 

    Los sabios corruptos pertenecientes a esta última categoría de la que hemos hablado, tienen un mal concepto de aquellos que han alcanzado el conocimiento útil, ni sienten amor por ellos, ni les hacen compañía, incluso pueden llegar hasta condenarlos, diciendo de ellos, “¡no son verdaderos sabios!”, engañados por Shaytan quien les impide el logro del conocimiento útil que Allah, Su mensajero (s.a.s.), el Salaf y todos los imames han enseñado. Por esta razón estos sabios corruptos aborrecen a los sabios verdaderos e intentan por todos los medios causarles daño, tal y como lo hicieron con Sa’id ibn al-Musayyib, Hasan al-Basri, Sufyan at-Thawri, Imam Malik, Imam Ahmad y otros. La causa de esto es que los sabios bien guiados son los herederos de los mensajeros, mientras que los sabios mundanos son aquellos que atraen sobre sí la ira de Allah, son los enemigos de los mensajeros, los traidores de los profetas y los asesinos de los bien guiados. A causa de su amor por el mundo, estos sabios corruptos no aprecian el conocimiento del Din, por el contrario, ensalzan la riqueza, el estatus y la obtención de buenos puestos junto a los gobernantes.

 

 

EL ENGAÑO DE SHAYTAN

 

    Muchos de aquellos que pretenden poseer el conocimiento interior condenan el conocimiento exterior, es decir, el estudio de la Shari’a, la jurisprudencia y el estudio de lo lícito y lo ilícito, argumentando que aquellos que se dedican a estos estudios son gente velada y superficial. Esta actitud irresponsable tiene como consecuencia el desprestigio de la Shari’a y de las acciones virtuosas que los profetas han enseñado y animado a cumplir.

 

    Algunos llegan tan lejos que se absuelven a sí mismos de la necesidad de cumplir los actos de ‘ibada, bajo pretexto según ellos, de que estos actos de ‘ibada son para la masa del común de la gente. Sostienen  que aquel que ha alcanzado la proximidad a Allah no tiene necesidad de ‘ibada, de hecho consideran a éstas como un velo. Yunaid (r.a.) y otros han dicho refiriéndose a esta gente, “lo único que han alcanzado es el Fuego”. Esta pretensión acerca de la inutilidad de las ‘ibadas y de la Shari’a, proviene del engaño del que son víctimas por parte de Shaytan, quien continuará jugando con ellos hasta que abandonen el Islam.

 

    Dentro de este grupo de sabios engañados, se encuentran aquellos que imaginan que el conocimiento interior no proviene de la luz de la profecía, ni del Corán o la Sunna, sino que procede de reflexiones personales o de inspiraciones divinas. Albergan malos pensamientos sobre la Shari’a sosteniendo que la misma no ha traído el conocimiento que rectifica los corazones y conduce a la gente hasta Allah, el Conocedor de lo Oculto. Esta actitud produce finalmente en ellos un rechazo total de lo que trajo el Mensajero de Allah (s.a.s.), conduciéndoles a hablar acerca de temas espirituales sobre la base de la conjetura y la fantasía. Viven en el error y conducen a otros al error.

 

 

EJEMPLOS DE SABIOS BIEN GUIADOS

 

    Está claro por tanto que los sabios completos y virtuosos son aquellos que poseen el conocimiento de Allah y Sus prescripciones, combinando así los dos tipos de conocimiento, el exterior y el interior que provienen del Corán y la Sunna. Examinan lo que la gente dice sobre la base del Corán y la Sunna, y aquello que está de acuerdo con estas fuentes lo aceptan y rechazan todo aquello que las contradice. Estos sabios son la élite de la humanidad, lo mejor de la humanidad después de los profetas. Ellos son los verdaderos herederos de los profetas y mensajeros. Fueron muy abundantes entre los Sahaba, incluyendo a los cuatro califas bien guiados, Mu’adh, Abu Darda, Salman, Ibn Mas’ud, Ibn ‘Amr, Ibn ‘Abbas, y muchos otros. Igualmente, tras aquella generación, hubo muchos otros tales como, Sa’id ibn al-Musayyib, Hasan al-Basri, ‘Ata’, Tawus, Mujahid, Sa’id ibn Jubayr, al-Nakha’i e ibn Abi Kathir. Y entre la gente que vino tras ellos, at-Thawri, al-Awza’i, Ahmad y otros sabios rectos.

 

    ‘Ali ibn Abi Talib ha señalado su elevado estatus y en más de un lugar en el Corán se hace referencia a ellos. ‘Ali dice de ellos, “la gente se clasifica en tres grupos: “los sabios rectos, los estudiantes del conocimiento sagrado, y la masa.”