El libro del guerrero

 

Por Abdullah Shamil Abu Idris

(Shamil Basayev)

 

 

BISMILLAH, ALABANZAS A ALLAH SEÑOR DE LOS MUNDOS, QUIEN NOS CREÓ MUSULMANES Y LAS PAZ Y LAS BENDICIONES SEAN CON EL PROFETA MUHAMMAD, SU FAMILIA, SUS COMPAÑEROS Y TODOS AQUELLOS QUE SIGUEN SU RECTA SENDA HASTA EL DÍA DEL JUICIO

 

 

        Si algo de lo que escribo no se corresponde con el Corán y la Sunna del Profeta (s.a.s.), entonces renuncio a ello y le pido disculpas a Allah por mi trasgresión ignorante.

        A finales de Marzo del pasado año dispuse de dos semanas de tiempo libre cayendo en mis manos por aquel entonces el libro llamado “Manual del Guerrero de la Luz” de Paulo Coelho, y fue entonces cuando me propuse reescribir dicho texto eliminando algunos excesos y enriqueciéndolo con diferentes ayats, hadices e historias de las vidas de los Sahabas (Compañeros).

        He escrito este libro con la sola esperanza de la misericordia de Allah, y del beneficio que se pueda derivar para los muÿahidines chechenos.

        No hay más poder y fuerza que la de Allah (Allahu Akbar)

Marzo, 2004


 

LA LUCHA

 

        Dice Allah (s.t.) en el Corán: “Se os ordena la lucha, aunque os repugne; pues es posible que os disguste algo que os es bueno, y es posible que os guste algo que es malo para vosotros. Allah sabe todas las cosas y vosotros no.” (Sura al-Baqara, 216)

        La lucha es el empleo del poder y la energía en el Camino  de Allah con la sola intención de exaltar la palabra de Allah.

        El Profeta (s.a.s.) dijo, “En verdad, la lucha en el camino de Allah, tanto por la mañana como por la noche, es mejor que este mundo y todo cuanto contiene!” (Bujari y Muslim)

 

 

EL GUERRERO

 

        El Guerrero es aquel que toma parte activa en la Lucha tanto con sus propiedades como con su alma pensando solo en Allah, Señor de los Mundos, y que es capaz de comprender el milagro de la vida y de luchar hasta el final por aquello en lo que cree…Un Guerrero desea ardientemente recibir la recompensa de Allah por su cumplimiento en la Lucha, que es el deber más importante para todo musulmán.

        Allah (s.t.) dice: “…luchad duramente en la senda de Allah con vuestras propiedades y con vuestras personas; esto es lo mejor para vosotros, y vosotros sois conocedores.”

        El Profeta (s.a.s.) dijo: “Un Guerrero es aquel que lucha contra sus pasiones” (At-Tirmidi y Ahmad).

 

        Un Guerrero se aferra al Tawhid (Unidad y Unicidad de Allah) y renuncia a la idolatría,

        Se aferra a la Verdad y renuncia a las mentiras,

        Se aferra a la justicia y renuncia a la injusticia y la opresión,

        Se aferra a la honestidad y renuncia a la traición,

        Se aferra a la fidelidad y renuncia a la astucia,

        Obedece a sus padres y renuncia a desobedecerles,

        Mantiene los vínculos con los amigos y parientes y no rompe con ellos,

        Mantiene buenas relaciones de vecindad y no causa daño a sus vecinos,

        Un Guerrero siempre usa los buenos modales y rechaza la villanía.

 

        Un Guerrero mira atentamente a los ojos de un niño, pues ellos son los únicos capaces de ver el mundo sin sombras. Si un Guerrero quiere saber si alguien es digno de confianza, trata de mirarlo con los ojos de un niño.

        Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas, y los lazos creados con solidez a través del tiempo.

        Un Guerrero sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.

 

        Todo Guerrero ya tuvo alguna vez  miedo antes de entrar en combate.

        Todo Guerrero ya traicionó y mintió en el pasado.

        Todo Guerrero ya recorrió un camino que no le pertenecía.

        Todo Guerrero ya sufrió por cosas sin importancia.

        Todo Guerrero tiene que llegar a la conclusión de que no era un Guerrero.

        Todo Guerrero ya falló en sus obligaciones espirituales.

        Todo Guerrero ya dijo “sí” cuando quería decir “no”.

        Todo Guerrero ya hirió a alguien a quien amaba.

 

        Por todo ello, tiene el derecho de ser llamado un Guerrero, un Guerrero, porque atravesó todo lo anterior y no ha perdido la esperanza de ser mejor de lo que antes era.

        Un Guerrero sabe que los enemigos existen para probar su Iman (la certeza del Corazón en el Islam), su coraje, su perseverancia, su habilidad para tomar decisiones y su paciencia. Los enemigos están haciendo que él cumpla su papel y su deber ante Allah Todopoderoso.

 

 

AMABILIDAD

 

        Allah Todopoderoso dice: “y cualquier bien que hagáis, Allah lo sabe con certeza” (Sura al-Baqara, 215)

        El Profeta (s.a.s.) dijo: “En verdad, Allah es amable, ama la amabilidad y por amabilidad da lo que Él hace y no da por severidad o cualquier otra razón” (Muslim)

        El Guerrero recuerda la amabilidad.

        Los Ángeles le auxilian en la batalla; poderes celestiales colocan todo en el lugar que le corresponde dándole de esta forma la oportunidad de expresar lo mejor de sí mismo.

        El ángel Gabriel (Yibril) le dijo al Profeta (s.a.s.): “Muhammad, vive cuanto quieras, -que en cualquier caso eres un mortal; ama a quien quieras, -que morirás en cualquier caso con el ser amado; haz lo que desees, -pues recibirás tu recompensa en cualquier caso.”

        “¡Hombre afortunado!”, dicen sus compañeros. A veces, un Guerrero hace cosas sobrehumanas. Luego se arrodilla y da gracias a Allah por Su Gracia y Ayuda que le ha concedido. Pero la gratitud del Guerrero va más allá de la esfera meramente espiritual; nunca olvida a sus amigos, pues juntos derramaron su sangre en el campo de batalla. A un Guerrero no hace falta recordarle la ayuda que otros le dieron; él siempre recuerda la ayuda prestada y comparte la recompensa con sus compañeros.

        Allah (s.t.) dice: “Así, todo aquel que haga un solo átomo de bien lo verá” (Sura aç-Çalçala, 7)

 

 

APRENDIZAJE

 

        Un Guerrero siempre está aprendiendo.

        Allah Todopoderoso dice: “y di: ¡Oh mi Señor! Acrecienta mi conocimiento.” (Sura Ta Ha, 114)

        Un Guerrero siempre está luchando por la perfección.

        Cada golpe que asesta al enemigo está respaldado por siglos de sabiduría y pensamiento. Cada golpe debe contener el poder y la ligereza de los Guerreros del pasado, quienes continúan hasta hoy bendiciendo el campo de batalla. Cada movimiento que realiza honra los movimientos que las generaciones precedentes legaron hasta los presentes a través de la Tradición.

        Un estudiante dice a su maestro: “Cuando tenso el arco, llega un momento en que se hace la luz: si no suelto la cuerda, perderé la resolución.”

        El maestro responde: “Hasta que no ceses de traer el momento del disparo a lo más interior de tu mente, no serás un maestro  en el arte del arco. A veces, un  error puede ser explicado por el excesivo celo y ardor innecesario del arquero.”

        El Profeta (s.a.s.) dijo, “Cierta persona fue preguntada acerca de un conocimiento, pero lo ocultó, por lo cual en el Día del Juicio le será colocada una brida de fuego” (at-Tirmidi)

Un Guerrero aprende de sus compañeros, quienes en todo momento se esfuerzan por derrotar al enemigo y por beneficiar a los musulmanes.

        Un ejemplo para un Guerrero fue el llevado a cabo por Ibn Abu Talib en la batalla de Mutah. Tan pronto como se desencadenó una fiera batalla, el líder de los Muÿahidines, Zaid Ibn Harisa, murió después de hacer frente con coraje ante el enemigo. Yafar Ibn Abu Talib saltó inmediatamente de su caballo, cortó los tendones de las patas del caballo para que el enemigo no pudiera utilizarlo, y recogió la bandera del Emir con sus “aladas” manos.

        Un Guerrero siempre está perfeccionando la belleza de sus golpes.

        Cada vez que un Guerrero tiene que desenvainar su arma, hace uso de ella.

        Las inscripciones de las dagas chechenas dicen: “No la desenvaines sin necesidad, no la desenvaines sin una causa.”

        Con las armas puede hacer su camino, prestar ayuda a alguien o impedir un peligro, pero un arma es caprichosa y no ha de ser desenvainada sin una razón.

        Y es por esto por lo que un Guerrero nunca recurre a las amenazas. Puede atacar, puede defenderse, o puede huir –todo ello forma parte de la batalla. Pero fanfarronear con un arma significa desgastar las energías, lo cual nada tiene que ver con la batalla.

        Un Guerrero siempre está atento a los movimientos de su arma. Nunca olvida en ningún momento que su arma también está mirando cada movimiento que él hace.

        El arma no ha sido creada para acompañar a los discursos.

        Un Guerrero siempre está abierto a aprender cosas nuevas.

        Allah (s.t.) dice: “Aquellos de Sus siervos que poseen conocimiento son los temerosos de Allah”.

 

 

EXPERIENCIA

 

        El Profeta (s.a.s.) dijo: “El musulmán no será picado dos veces por el mismo avispero”. (Bujari y Muslim)

        La experiencia obtenida en el campo de batalla fortalece el espíritu del Guerrero.

        El Guerrero cuenta no solo con su poder, sino que también usa la energía de su adversario. Se adentra en el combate armado por su inspiración y el arte de eludir los golpes, utilizando las técnicas de la guerra que durante tanto tiempo ha estado aprendiendo. Pero después se da cuenta de que la inspiración o la destreza no son suficientes para la victoria –también la experiencia es necesaria.

        Por tanto, pide a Allah que le haga comprender y que le inspire de forma que cada ataque del adversario le enseñe una nueva lección en la ciencia de la defensa.

        “Está lleno de prejuicios”, comentan sus compañeros. “Para de luchar y empieza a rezar, y esto es lo que el enemigo está esperando.” El Guerrero permanece sordo ante las palabras con sarcasmo, pues sabe que todo entrenamiento carece de valor sin inspiración y experiencia. El Guerrero no repite los errores del pasado, y arriesga su corazón solo por amor de aquello por lo que merece la pena arriesgarlo.

        El Guerrero sabe que nadie puede ser considerado como un tonto y que la vida enseñará a cada uno: siempre que haya tiempo para ello.

        El Guerrero sabe que algunos momentos tienden a repetirse. A menudo encuentra dificultades que ya tuvo que vencer antes, y acaba encontrándose en una situación difícil, de la que ya que tuvo que salir con honor, y hace que su espíritu se encuentre embarazado: le parece que todo está repitiéndose y que no hace progresos y que se halla impotente para seguir adelante.

        “Ya pasé por esto,” se queja a su corazón.

        “Sí, ya pasaste por ello”, replica su corazón –“Pero nunca lo superaste completamente.”

        Y de esta forma, el Guerrero se da cuenta de que Allah lo está probando en Su Recto Sendero enviándole la repetición de la experiencia con un solo propósito: enseñarle aquello que no quiso aprender la vez anterior.

 

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