al-‘Aqida al-Islamiyya

 

Por Sayyd Sabiq

 Traducción: 'Abd al-Wahid Gutiérrez

 

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CAPÍTULO II

 

El Conocimiento de Allah

 

-         El medio de conocimiento

-         El conocimiento a través de la razón

-         La imitación como velo  de la razón

-         Los ámbitos y el límite de la reflexión

-         El Conocimiento por medio de los Nombres de Allah y de Sus Cualidades

-         El Nombre Supremo de Allah

 

        Sin duda alguna el conocimiento de Allah es el más elevado de todo los conocimientos y la base o fundamento de todos ellos, como también es la base sobre la cual descansa toda la vida espiritual.

         De este conocimiento se deriva el conocimiento de los Profetas y los Enviados así como su infalibilidad, su función, su cualidad y la necesidad de sus mensajes, incluyendo igualmente con aquello los prodigios, la Wilaya (la proximidad a Allah) y los libros celestiales.

         De este conocimiento también se deriva el conocimiento del mundo existente tras la Naturaleza: los Malayka (Ángeles), Yinn (Genios) y el Espíritu.

De este conocimiento también brota el conocimiento del Destino de esta vida y hacia donde lleva: la vida del Barçaj (la Vida intermedia entre ésta y la Próxima), y la Próxima Vida: la Resurrección, el Juicio, la Recompensa, el Castigo, el Jardín y el Fuego.

 

-         El medio de conocimiento

 

    Para el conocimiento de Allah existen dos medios o vías:

La primera: la razón y la reflexión acerca de todo cuanto Él ha creado

La segunda: El conocimiento de los Nombres de Allah y de Sus cualidades.

    Por tanto, ya sea a través de la razón por un lado o bien a través de los Nombres y las Cualidades por otro, el hombre conoce a Su Señor y se dirige a Él.

    Arrojemos luz sobre cada uno de estos dos medios de conocimiento:

 

-         El conocimiento por medio de la Razón.

 

    Todo miembro u órgano tiene una función determinada, y la función de la razón es la reflexión y la atención. Si la razón es desprovista de estas capacidades su trabajo resulta inútil, perdiendo su función más importante, de lo cual se sigue la interrupción de la energía de la vida resultando de ello el anquilosamiento, la muerte y la extinción. El Islam busca que la Razón se alce por encima de aquello que la traba, haciéndola despertar de su sueño y convocándola a la reflexión y la atención las cuales son consideradas las joyas de los seres humanos.

    “Di, mirad que es lo que hay en los cielos y la tierra” (Sura Yunus, 101)

    “Diles, Sólo os exhorto a hacer una cosa: A que permanezcáis de pie ante Allah, de dos en dos e individualmente, y luego reflexionéis” (Sura As-Saba’, 46)

    Y aquellos que reniegan del don de la Razón y no la emplean en aquello para  lo que ha sido creada y se muestran negligentes ante los signos de Allah, Allah los ha censurado diciendo:

“Y cuántos signos de Allah en los cielos y la tierra pasan y ellos los rechazan” (Sura Yusuf, 105)

“Y no viene un signo de entre los signos de Su Señor sin que ellos lo desprecie”(Sura Ya Sin 46)

    No emplear la Razón para la función para la que ha sido creada rebaja al ser humano al rango más inferior entre los animales. Dice Allah (s.t.), “En verdad, hemos creado a muchos ÿinn y hombres cuyo fin será el Fuego. Tienen corazón pero no entienden con él, tienen ojos pero no ven con ellos y tienen oídos pero no oyen con ellos. Son como el ganado; ¡no!, están aún más extraviados. En verdad que son negligentes” (Sura Al-A’raf, 179)

 

- La Imitación como velo de la Razón

 

    La imitación constituye el impedimento para la puesta en funcionamiento de la Razón y el obstáculo para la reflexión, y por tanto Allah elogia a aquellos que se dedican a la creación, estudiándola, arrojando luz sobre ella y tomando lo mejor de la misma y rechazando lo contrario.

    Y Allah condena a los imitadores que no reflexionan sino a través de la reflexión de otros, y se vuelven rígidos en lo antiguo y conocido, aunque lo nuevo sea más útil y mejor.

    “Y cuando se les dice, ‘Seguid lo que Allah os ha enviado’, dicen, ‘No, seguiremos lo que encontramos en nuestros padres; ¡aunque sus padres no supieran y estuvieran alejados del buen camino!” (Sura Al-Baqara, 171)   

 

- Los ámbitos de la reflexión

 

    Y cuando el Islam invita a la reflexión, quiere que ésta sea dentro del círculo de la Razón y dentro de los límites de sus facultades.

    Allah invita a la observación de todo cuanto Él ha creado en los cielos y en la tierra, en el hombre mismo y en toda la humanidad, y no ha vedado mas que la reflexión acerca de la Esencia de Allah por sobrepasar ésta su facultad.

        “Reflexionad en la creación de Allah y no reflexionéis en Allah pues no podéis abarcar Su Poder” (Relatado por Abu Na’im)

        El mismo Corán contiene cientos de Ayats que invitan a la observación del espacioso universo y de sus inmensos horizontes sin límites.

        “Y así Allah os ha mostrado los signos para que tal vez reflexionéis en este mundo y en el otro” (Sura Al-Baqara).

        ¡Cuán es espacioso es el mundo al que invita el Islam en su reflexión!, pero su amplitud no es nada al lado de la amplitud de la Próxima vida.

         Entre los fines queridos por el Islam hallamos: el despertar de la Razón, el empleo de su función en la meditación, la observación y la reflexión, como guía del ser humano hacia las leyes de la vida, de las causas de la existencia, del funcionamiento del Universo y de las realidades de las cosas; para que todo ello sean antorchas que le revelen al ser humano el Creador del Universo y que le conduzcan con magnanimidad hacia esta gran realidad: la realidad del conocimiento de Allah. Pues en verdad, el conocimiento de Allah es el resultado de una Razón penetrante e inspirada y el fruto de una reflexión profunda y brillante.

         Este es uno de los medios coránicos como argumento sobre la existencia de Allah. Pues el Corán despierta en el hombre la Razón, y abre delante de él el libro de la naturaleza, para que conozca a partir del Corán aquello que pertenece a  Allah en cuanto a las Cualidades de Plenitud, Majestad, las apariencias de su Inmensidad, la prueba de su Santidad, el abarcamiento de Su Ciencia, la penetración de Su Poder y Su Singularidad dentro de la creación.

         Prestemos atención a las siguientes ayats coránicas:

         “Di: ‘Toda alabanza corresponde a Allah, y la paz sea con los siervos Suyos a quienes Él ha elegido. ¿Es mejor Allah o lo que ellos Le asocian?, o ¿quién creó los cielos y la tierra, y quién os envió agua desde el cielo con la que hacemos que crezcan huertos espléndidos? Vosotros no podríais hacer que Sus árboles crecieran. ¿Acaso hay alguna realidad aparte de Allah. No, son un pueblo que atribuyen partícipes a Allah. O, ¿Quién hizo de la tierra un lugar de descanso, colocó ríos en su mitad y dispuso en ella firmes montañas, poniendo una barrera entre las dos aguas?, ¿acaso hay alguna realidad aparte de Allah?. No, la mayoría de ellos no lo saben. O, ¿Quién responde a la persona afligida cuando Le invocan, os aparta del mal y os convierte en sucesores en la tierra?, ¿acaso hay alguna realidad aparte de Allah. Qué poco es lo que reflexionáis. O, ¿Quién os guía en toda clase de tinieblas de la tierra y del mar, y Quién envía los vientos como buena nueva antes de Su misericordia?, ¿acaso hay alguna realidad aparte de Allah? Por encima está de lo que ellos Le asocian. O, ¿quién origina la creación, repitiéndola después, y ¿Quién os provee del cielo y de la tierra?, ¿acaso hay alguna realidad aparte de Allah?. Diles: Presentad vuestra prueba si sois veraces”. (Sura An-Namal, 59-64). ¿Qué otro argumento más brillante que éste puede haber?, ¿Qué prueba más elocuente que ésta?. Si la razón no se somete a este argumento ni acata esta prueba, entonces no se somete ni acata a argumento alguno.

         “Pues a quien Allah no le da luz, para él no hay luz en absoluto” (Sura An-Nur, 40)

         ‘No es razonable nada que no tenga la claridad del día como prueba’

 

- El Conocimiento por medio de los Nombres de Allah y de Sus Cualidades

 

        El otro medio que adopta el Islam para que el ser humano conozca a Allah, es la exposición de los Bellos Nombres de Allah y de Sus Elevadas Cualidades.

        Los Nombres y las Cualidades son otros medios mediante los cuales Allah se da a conocer a Su creación, ventanas a través de las cuales el corazón se asoma a Allah directamente, suscitando la emoción y abriendo delante del espíritu un firmamento espacioso en él que contemplar las luces de Allah y Su Majestad.

        Estos Nombres son los mencionados por Allah (s.t.) cuando dice:

“Invocad a Allah o invocad al Rahman, a cualquiera de los dos que invoquéis para Él son los Bellos Nombres” (Sura Al-Isra, 110)

        Ellos, los Bellos Nombres son aquellos que se nos ha ordenado invocar “De Allah son los más Bellos Nombres invocadLe a través de ellos” (Sura Al-A’raf, 180). Los Bellos Nombres son noventa y nueve. Al-Bujari, Muslim y Tirmidi han narrado de Abu Huraira que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “En verdad Allah tiene noventa y nueve Nombres, quien los hace suyos entra en el Jardín; en verdad Allah es impar y ama lo impar”.

 

- El Nombre Supremo de Allah

 

        Del mismo modo en que Allah posee todos estos Nombres, igualmente suyo es el Nombre Supremo. Difieren los sabios del Islam acerca de la explicación sobre el Nombre Supremo de Allah, no obstante, la explicación que más prevalece entre ellos es la de que se trata de un Nombre que integra a varios Nombres; si el ser humano invoca a través de este Nombre y cumple con las condiciones requeridas para la invocación, Allah le responde, y no es necesario que añadamos nada más en el Libro de Allah y en la Sunna del Profeta. Por tanto, si el hombre invoca a través de este Nombre, Allah le responde y si pide Allah le otorga. A este respecto citemos el siguiente hadiz de Buraida (r.a.), “Escuchó el Profeta (s.a.s.) a un hombre invocando, el cual decía: Allahumma en verdad Te pido que yo testifique que Tú eres Allah que no hay mas realidad que Tú, el Único el Autosuficiente, Quien no ha engendrado ni ha sido engendrado, y que no hay nada que se Le asemeje. Y dijo el Profeta (s.a.s.), Por Aquel en cuyas manos está mi alma, en verdad le ha pedido a Allah con Su Nombre Supremo si se Le invoca con Él Allah responde y si se Le pide otorga”. (Narrado por Abu Dawud, Tirmidi, An-Nasai, Ibn Mayah y Al-Mundri) 

         Y Anas ibn Malik (r.a.) ha narrado que: ‘Entró el Profeta (s.a.s.) en la mezquita en la que un hombre había finalizado su Salat y realizaba su du’a diciendo, -Allahumma la ilah illa Allah. Anta al-Mannan. Badi’u samawati wal ard. Dul yalali wa al-Ikram- (Allahumma, no hay mas realidad que Allah. Tú eres el dispensador de todo bien. Creador de los cielos y de la tierra. Poseedor de la Majestad y la Generosidad).

        Y dijo el Profeta (s.a.s.): ¿Sabéis con que ha invocado a Allah?. Lo ha invocado con Su Nombre Supremo con el cual si se Le invoca responde y si se Le pide otorga’. (Narrado por Abu Dawud, Tirmido, An-Nasai e Ibn Mayah).

        Estos Nombres le abren al ser humano amplios horizontes en el conocimiento de Allah y cuando el hombre comprende y abarca sus significados y orienta su alma según ellos, entonces se le revela la realidad más grande de todas las realidades de esta existencia.