Comentario a la invasión
¿Simplificar es falsear?
Cuando era pequeño las cosas eran mas simples, los niños son en principio bastante maniqueos, posteriormente vamos adquiriendo matices. Yo nunca olvidaré mi enciclopedia Álvarez, en la parte de historia la península ibérica era toda romana, y era estupendo, de una pagina a otra, de repente se transformó en bárbara, no el calificativo sino de los suevos, vándalos y alanos, pocas paginas después vienen los godos, visigodos, y los echan a África. Luego viene mi trauma, no comprendía, ni todavía comprendo, como al pasar una página se podía hacer desaparecer a los bárbaros expulsados y del mismo sitio, nos invadían unos todavía más terribles, los musulmanes. ¿Que había pasado? ¿Que proceso se había desencadenado que había convertido a los ignorantes y duros guerreros bárbaros en salvajes y crueles moros? ¿Seria por las comidas que tomaban?
Hoy comprendo algo de lo que pasó, no todo pero algo, es una manipulación histórica y una simplificación maniquea, infantil, pero obra de adultos con cierta perversión.
No se si alguna vez sabremos toda la verdad, me conformo con algo de verdad, pero es muy difícil dada la enorme ocultación y destrucción de documentos que se ha producido para asegurar la autenticidad de la manipulación. Muchas veces aparecen datos cuando buscas en documentación existente en otros países y en fondos documentales ignotos. Yo por eso me he ido formando mi propia idea del tema, pero tengo que seguir profundizando.
Resulta que en este país cuando intentas profundizar en este tema o no encuentras nada, o solo encuentras gente que te dice que estas buscando algo que no existe, o algo que es muy tendencioso ideológicamente, el caso es que saliendo del país y de su historiografía oficial se encuentran datos muy curiosos ya que no son censurados o tendenciosos con respecto a algún tema y es como si los pillaras desprevenidos en detalles que son interesantes para ti pero para ellos no les dicen nada.
Lo primero que me resulta evidente es que las sucesivas visiones monocolores de la península no son ciertas. Centrándonos en el periodo histórico previo a la llegada de los musulmanes, hay que aceptar que la península era fundamentalmente romana, pero la llegada de los “pueblos bárbaros” lo trastoca todo dejándonos una península dividida, al menos en tres reinos: en el territorio astur galaico y norte de Portugal los suevos, en el centro desde el Rosellón hasta el sur de Portugal, los visigodos, con su capital en Toledo, y por último la mayoría de Andalucía y la practica totalidad de la costa mediterránea seguía siendo dependiente de Roma.
Así cuando en 395 a la muerte de Teodosio I se divide el imperio esta zona de la península formaba parte del Imperio romano de occidente, hasta que en 533 y 534 bajo Justiniano I y su general Belisario integran todo el Mediterráneo en el Imperio Bizantino, las grandes islas, Creta, Malta, Sicilia, Córcega y Cerdeña, y las Baleares quedan integradas bajo Justiniano, toda la península Italiana, la mayor parte de los Balcanes, así como la parte del sur este peninsular denominada provincia de Spania, con capital en Córdoba, que nunca estuvo bajo el control visigodo, excepto en una ocasión que fue tomada, pero recuperada, entre 569 y 572 el rey godo Leovigildo acosó al Imperio, fue quien tomó Córdoba y otras ciudades, e hizo la paz en 572, reconociéndose mutuamente sus territorios, y finalmente todo el norte de África, incluido el reino vándalo que ocupaba lo que hoy seria el norte de Argelia y Marruecos, exceptuando la punta africana que hoy serian los territorios desde Ceuta hasta Tánger que habían seguido perteneciendo a Roma conservado de la provincia romana de la Mauritania Tingitania y que pasaron al imperio de oriente directamente bajo Justiniano I. El Islam todavía no había surgido en Arabia.
Hacia el 589-590 la capital bizantina de la provincia de Spania, Carthago Spartaria, fue reamurallada. El hecho quedó atestiguado en un texto inscripto en la famosa lápida de Comenciolo, magister militum Spaniae en aquel momento. Durante la década del 590 Comenciolo comenzó una sostenida ofensiva contra el reino visigodo que le permitieron a los bizantinos recuperar una parte de los territorios que les habían sido arrebatados en tiempos de Leovigildo: se cree que la zona costera entre Malaca (Málaga) y Cartagena o la zona del Estrecho. El rey Recaredo I trató de que Gregorio I mediara en el conflicto a fin de lograr un tratado de paz que fijara los límites de la provincia de Spania, lo cual quedó truncado debido a las tensas relaciones entre el Papa y el emperador Mauricio.
Resulta especialmente interesante en este periodo el desarrollo en Ifriquiya, actual Túnez, que fue con anterioridad el Cartago púnico. Este país es esencial para defender el Mediterráneo occidental de amenazas provenientes de oriente, así lo entenderían también años mas tarde el Emperador Carlos I y Felipe II cuando acudieron en 1535 y 1565 respectivamente en ayuda del sultán Hafsida para fortificar Túnez con la doble estructura de la fortaleza de La Goleta, que aún seria reforzada por Don Juan de Austria en 1573 con la casi inacabada Nova Ars, sistema defensivo con la mas moderna tecnología y diseño de la época que desgraciadamente no detuvo a los turcos en 1574.
Pues bien una vez comprendido esto, volvamos al periodo bizantino, los árabes se enfrentaron por primera vez con los de Bizancio en 629 en la pequeña Batalla de Mu'tah, que ganaron los bizantinos. El segundo enfrentamiento fue mas serio y en 636, la importante batalla de Yarmuk no tuvo un buen resultado para los bizantinos. Siguiendo este esfuerzo los musulmanes conquistaron Egipto en 641 y Persia en 644 se volvieron hacia occidente y en 647 organizaron desde Egipto la expedición de los “Siete Abd Allah” contra Ifriquiya y con veinte mil hombres obtuvieron una victoria incontestable en Ogoba cerca de Sbeïtla, donde además murió el Patricio Gregorio, Magister militum bizantino. Pero afortunadamente para los bizantinos murió el jalifa Uthman, el que se había ocupado de fijar todo el Quran por escrito tal y como lo conocemos hoy, y eso paralizó la ofensiva.
Hasta 665, una vez superado el cambio de liderazgo de los cuatro Jalifas Rashidun (los Justos) que habían sido compañeros y amigos del Profeta Muhammad (A.s.w.) por la dinastía Muawiya (Omeya para algunos) se retoma el proyecto de invasión de Ifriquiya que se organiza con la complicidad de Gennadius Magister militum (general gobernador) bizantino la expedición tiene éxito y toman la isla de Yerba y la Qamounia pero por razones aun no muy claras vuelven a Egipto. Aunque cinco años mas tarde en 670 Oqba ibn Nafaà que había sido uno de los comandantes de la expedición anterior vuelve con intención de quedarse, retoma el territorio anterior y llega al lugar donde ese mismo año funda Kairuán (karabasar, parada de karavanas).
Mientras prosiguen las luchas en oriente y en 678 los bizantinos lograron finalmente rechazar el asedio árabe de Constantinopla tras emplear el fuego griego, un preparado de nueva tecnología que tiene la particularidad de arder incluso bajo el agua, contra la flota árabe en la batalla de Syllaeum.
El 681 Abu-l-Mouhajer, gobernador de Kairuan, es depuesto y Gsila (Koceila) retoma las armas; los Bizantinos tan pronto como comprendieron que la nueva política apuntaba a ellos por las mismas razones. ‘Oqba ibn Nafi se pone a la cabeza de diez mil hombres y se dirige al Aurés y después hacia Msila, en la región del Zab, donde consigue una victoria la coalición de Berbères Louata, Zenata, Meknassa aliados con los bizantinos de Tiaret.
Es a partir de estos hechos que se le atribuye una imparable marcha triunfal en la que llega hasta el océano Atlántico. Una Leyenda muy dudosa, pues en ella se habla de Tánger, que está al norte, del país de los Masmouda, que pertenece al Alto Atlas, y de Oulili (Volubilis) que está al sur en la región de Meknes, un frente de mas de doscientos veinte kilómetros, en línea recta, y una orografía terrible, y mas con los medios disponibles.
Parece tratarse, mas bien, de una creación literaria, a modo de panegírico, bastante tiempo después del descubrimiento del Marruecos profundo, tanto más cuanto que la leyenda no habla de las etapas intermedias en Argelia mas allá del Zab.
Hay que recordar naturalmente a Kahina, la Hechicera, como la llamaban los árabes, aunque su nombre era Dāhiya. Era hija de Tatīt o Mātiya (Mateo), hijo de Tifān (Teófano), sus nombres indican la mezcla cultural existente entre las tribus locales y los bizantinos. Fue reina de las tribus nómadas de los Yarawa, y la principal figura de la resistencia a la invasión árabe en el territorio actualmente llamado Magreb entre 695 y 705.
Los historiadores musulmanes la han descrito como bella en su juventud, de abundante y larga cabellera y madre de tres hijos (una hija llamada Khenchela). Estas características se solían atribuir a las hechiceras, y fue uno de los motivos para el apodo kahina, procedente del radical [khn] que frecuentemente corresponde a quienes se considera adivinadores del futuro.
Cuando Kahina comienza a destacarse en política era ya viuda y quizás bastante anciana (según Ibn Jaldún tenía ya 67 años), siendo integrante de una familia noble. Tras haber participado en la lucha contra las tropas del Califato Omeya en Tehuda (683), donde murió ‘Oqba ibn Nafi, Kahina se puso al frente de sus tropas contra los refuerzos árabes enviados desde el Oriente en el año 688 al mando del valí de Egipto, Hasan ibn al-Nu'man, contra bereberes y bizantinos. Asi en el 689 se libra la batalla, la primera mandada por ella y en la que la victoria fue de Kahina, se libró cerca del uadi Nini (próximo a la localidad hoy llamada Khenchela).
Al mismo tiempo en oriente en 692 y 693 el emperador lanzó una fallida campaña contra los árabes, en que las nuevas tropas eslavas se pasaron al enemigo. Ello tuvo como consecuencia la grave derrota de los bizantinos cerca de Sebastópolis, en Armenia, perdiendo los bizantinos lo que les restaba de este territorio. Siguiendo el ejemplo bizantino, los árabes asentaron a estos tránsfugas en Siria.
En Túnez en 694 los musulmanes sufren la derrota de Meskiana por Kahina. Seguida de otra importante victoria en Oum el-Bouaghi, en la que los árabes además de derrotados por Kahina, fueron perseguidos hasta Tripolitania e incluso Cirenaica (en el norte de la actual Libia).
Finalmente en 697 y 698 durante el reinado de Leoncio que duró escasamente tres años y fue bastante impopular. El acontecimiento más importante de su reinado fue la pérdida del Norte de África que fue conquistada por los árabes. Una flota bizantina enviada a defender la provincia y que fue derrotada, podríamos decir que la inestabilidad política se paga, y en el siguiente mandato entre 698 y 705 reinó Apsimar (Αψίμαρος), que algunas fuentes dicen que era de origen germano, bajo el nombre de Tiberio III. Durante su reinado, el Imperio Bizantino renunció a África. Es decir desapareció el poder central en la zona de África, quedando por tanto los territorios bizantinos como autónomos.
En el año 701 hay un cambio importante y los bereberes de Kahina sufen una derrota por los musulmanes de Hassen ibn N’omane en Borj Ghedir (Argelia). Kahina se refugia con los bizantinos en Biskra. Vuelve a plantar cara a los musulmanes en 703 y muere Kahina (Dāhiya) en Bi'r al-Kāhina ("Oasis de la Kahina") a los 85 años.
En oriente entre 709 y 711 En estos años los musulmanes asediaron Tiana, una de las fortalezas más importantes de la región fronteriza con Capadocia. Los árabes no parecen haber encontrado la menor oposición durante sus incursiones a Cilicia en, y pudieron ocupar varias fortalezas. Un pequeño destacamento árabe se atrevió a avanzar hasta Crisópolis, a la vista de Constantinopla.
En el 713 los musulmanes sellan con los bizantinos del sureste peninsular el Pacto de Teodomiro (también conocido como Pacto de Tudmir o Tratado de Orihuela) fue un tratado de capitulación firmado el 5 de Abril del año 713 que les da acceso a la costa peninsular. Mientras en África no logran progresar mucho mas allá del Aurés de Kahina aunque llegaron a establecer la ruta de Tlemcen a Siyilmasa de gran interés por ser la ruta de acceso a la sal.
En el año 727 un levantamiento armado en el exarcado de Rávena enfrentó al emperador bizantino con Roma y sus aliados los lombados lo que provocó que en 751 el imperio perdiera el Exarcado de Ravena a manos de los lombardos que pasó posteriormente a ser parte de los recién creados Estados Pontificios. Por ello puede decirse que en 751 Constantino V de forma totalmente involuntaria sentó las bases para la posterior creación del Sacro Imperio Romano Germánico, esto ha tenido consecuencias que quizás sean visibles incluso hoy en día, ya que lo que fue el imperio romano de occidente pasó a ser un imperio europeo con mayoría del norte, mientras el antiguo Sacro Imperio quedaba como un estado esencialmente mediterráneo. El primer estado que ostentó el titulo de Imperio Romano Germánico fue el Carolingio.
Como consecuencia de esta perdida el gobierno de Sacro Imperio, de Constane II, se traslada a la isla de Sicilia, distante solo 140 de la costa tunecina, y se constituyó en Thema en 690, gobernada por un strategos, que también gobernaba la parte de la península que le quedaba al Sacro Imperio, pese a que el primer intento musulmán de tomar la isla ocurrió en el año 652, la situación permanecería segura hasta el año 827, sesenta años antes Abd al-Rahman al-Fihri gobernador abasí de Ifriquiya entre los años 752 y 753, inicia los intentos de conquistar Cerdeña y Sicilia, pero la isla resistiría desde 827 hasta el 902 con la caída de Taormina, pasando por el interesante episodio del cerco de Siracusa en el 878.
Cerdeña los fenicios, habiéndose descubierto en las excavaciones terracotas de origen fenicio. Éstos la llamaron "ŠRDN” fue tomada en finalmente en 902, aunque las distintas expediciones habían empezado en el 705 con resultados muy variables, ocupándose enclaves costeros, en realidad la isla nunca fue tomada del todo, pues la población huía hacia el interior, la antigua sede de la cultura nurágica y cuando nominalmente fue musulmana, es a principios del siglo X.
Las Islas Baleares pasaron por un periodo de casi dos siglos, de gobiernos locales remanentes de los bizantinos, hasta que fueron ocupadas definitivamente por el Emirato de Córdoba en el año 903. Posteriormente, dependieron de la Taifa de Denia.
En el año de gracia de 756 Abd al-Rahmán I al-Dājil (Abd Ar-Rahman ibn Mu'awiya ibn Hisham ibn Abd al-Malik) único (plural dual de uno) superviviente omeya, mas bien parece tratarse de un Magister militum bizantino incluso de origen eslavo, se proclama primer emir independiente de Córdoba.
Del mismo modo en el año, también de gracia de 786, Idrís I, único superviviente omeya (recordad plural dual de uno, o sea dos únicos) se refugió en el norte del Magreb (en realidad bereber convertido al Islam en la ruta de Tlemcen a Siyilmasa), se hizo reconocer emir e imán por la tribu bereber de los Awarbas e instaló su capital en Volubilis. El año 789 Idrís I, fundó Fez en la margen occidental del río Fez.
Con posterioridad en 810 con Idrís II (791-828) Fez es declarada capital desplazando a Meknes (Volúbilis).
Esta ciudad con un origen humilde como capital tribal, recibió en 818 la emigración musulmana proveniente de Córdoba, en al-Andalus, tras una revuelta en El Arrabal. Y posteriormente en 824 tras otra rebelión en Túnez (concretamente en Kairuán), dio a la ciudad su definitivo carácter musulmán frente al de los bereberes. Los dos principales barrios de la ciudad, Adwat al-Qarawiyyin y Adwat al-Andalus, dan testimonio de ello.
Lo que acabó de elevarla a su carácter capitalidad, al menos religiosa, del territorio hoy conocido como Marruecos fue el hecho de que en el 859, Fátima Al Fihriya construyó la mezquita de "Qarawiyyin", una de las más antiguas y grandes de África, y fundó la Universidad de Qarawiyyin, asociada a esta mezquita, cuyos estudios principales son los religiosos.
Precisamente ese mismo año de 859 ajusticiaron a San Eulogio, juzgado por predicar el martirio a las vírgenes cristianas de Córdoba fue causa de una agitación popular (851-859) que se acabó con su condena hecha por sus superiores eclesiásticos y por los poderes públicos. Este curioso personaje Obispo de Córdoba, en los años 850-851 en un viaje emprendido por Navarra, encontró Eulogio en la librería del monasterio de Leyre un opúsculo anónimo que relataba la vida de Mahoma (se refiere a Muhammad A.s.w. que algunos denominan así). Extrañado de las hazañas de este profeta que desconocía, como deja testimoniado en su correspondencia a los obispos de Sevilla y Málaga. Llama la atención que un señor que incita al suicidio, por considerar la sangre de los mártires la mejor semilla de su fe, sea proclamado Santo por la Iglesia.
También como curiosidad de la época y en concreto de la ciudad de Córdoba, es interesante saber que en una obrita publicada en 864, cuenta el Abate Sanson que los cristianos de Córdoba se habían visto obligados a pagar últimamente un impuesto extraordinario de cien mil sueldos de oro. Centum millia solidos. No emplea la palabra dinares. Y hay más testimonios de que la hacienda y el comercio de la época se basaban en la moneda bizantina.
A modo de conclusión diría que ciertas características culturales llevaron a entenderse a unos pueblos mas con unos que con otros, así la Iconoclastia bizantina, el monoteísmo arriano, y el monoteísmo y la iconoclastia islámica tuvieron mucho que ver en las relaciones del mediterráneo medieval, al igual que el trinitarismo y la iconódulia son características del mundo romano y bárbaro. No podemos concebir un arte románico iconoclasta ni un Islam con imágenes. Por eso no creo que los constructores del mihrab de la mezquita de Córdoba tuvieran que esforzarse demasiado para encontrar a los artistas bizantinos que lo decoraron. Sin embargo es más difícil lograr que la Europa de los bárbaro-romanos Merkelao I se entienda con el Mediterráneo de Txipras.
Hariç al-Kanz Ubaidullâh