ISRAEL es señalado por la UNESCO como fuerza ocupante

y le niega la soberanía sobre Jerusalén

 

En el transcurso de un congreso de la Organización de Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura —UNESCO— celebrado estos días en la ciudad polaca de Cracovia, se aprobó una resolución que niega la soberanía al régimen de Israel sobre la ciudad de Jerusalén Este (ocupada en 1967), y exige, además, el cese de las excavaciones arqueológicas  que lleva a cabo en esta parte de la ciudad.

Impulsada la propuesta por Jordania, la resolución fue aprobada con el voto a favor de diez países: Azerbaiyán, Indonesia, Túnez, Libano, Kuwait, Kazajstán, Turquía Zimbabwe, Vietnam y Cuba; los votos en contra de Jamaica, Burkina Faso y Filipinas; y las abstenciones de Angola, Croacia, Finlandia, Perú, Polonia, Portugal, Corea del Sur y Tanzania.

A través de su Canciller, la fuerza ocupante rechazó la resolución expresando que “es una decisión delirante e irrelevante de la UNESCO que trabaja para los enemigos de la historia y la verdad. Jerusalén es la capital eterna del pueblo judío y ninguna decisión de la UNESCO podrá cambiar la realidad…”.

El régimen israelí —consentido hasta límites insospechados por la llamada Comunidad Internacional— siempre ha esgrimido la mentira y la fuerza para imponerse sobre el pueblo de Palestina.

Pero la verdad es terca, y está señala que, para crear el Estado israelí en 1948, organizaciones terroristas de europeos-sionistas robaron las tierras y los hogares palestinos apoyados en la antijurídica resolución de la ONU sobre la Partición de Palestina. Después, en 1967, las fuerzas invasoras israelíes ocuparon el resto del territorio palestino que actualmente tienen en su poder.

La resolución aprobada es clara pero, como en otras muchas ocasiones, si la Comunidad Internacional no exige a la fuerza ocupante el cumplimiento de la misma, ésta solamente será papel mojado.