Descripción del Profeta
Muhammad (BPD)
Por Mahmud Husein.
Tradiciones extraídas de un resumen de la eximia obra de Abu Hámid Al-Gazali,
Ihiá’ ‘Ulúmi –d-Din (Revivificación de las ciencias de la fe), obra
traducida por nosotros al castellano y sin publicar, cuyo título en árabe es
Tadh-híb mau’izhatu –l-mu’minín min Ihiá’ Ulúmi –d-Din (Corrección de la
advertencia a los creyentes, de la obra Revivificación de las ciencias de la
fe), sin nombre de editorial, ni fecha de edición.
1. Cuando vestía una prenda nueva la mencionaba por su nombre, “túnica”, o
“turbante” o “manto”, y luego agregaba: “¡Allahúmma! ¡A Ti es la Alabanza!
Tú me la has dado como vestimenta ¡Te suplico lo mejor de ella y lo que para
ella fue destinado, y me amparo en Ti de lo malo de ella y de lo malo que a
ella le fue destinado”
2. Cuando bebía decía: “¡Allahúmma! ¡Da de beber a Tus siervos y a las
bestias, y disemina Tu Misericordia, y da vida a Tu tierra muerta!”
3. Cuando bebía daba a continuación al que estaba a su derecha.
4. Cuando iniciaba la saláh (oración) decía: “¡Glorificado seas, Allahúmma,
y en Tu Alabanza! ¡Bendito sea Tu Nombre y exaltada tu Majestad! ¡No hay
otro Divino que Tú!”
5. Cuando era intenso el frío hacía la oración (del alba) más de mañana (más
cerca de la salida del sol), y cuando era intenso el calor la hacía (la
oración de la tarde) en el momento más fresco (retardándola)
6. Cuando intensificaba el viento imploraba: “Allahúmma! ¡Que sea fecundador
y no esterilizador!”
7. Cuando alguien se quejaba de la cabeza le decía: “¡Ve y ponte ventosas!”
y cuando se quejaba de sus pies le decía: “¡Ve y úntalos con henna !”
8. Cuando él (BP) tenía alguna dolencia, Gabriel (P) lo conjuraba diciendo:
“Que el Nombre de Allah te sane, y de todos los males te cure, y del
envidioso cuando envidia, y del que produce daños con sus ojos”
9. Cuando se acostaba (BP) ponía su mano derecha debajo de su mejilla
derecha.
10. Cuando se acostaba recitaba (la sura): “Di: ¡Impíos! ¡No adoro lo que
adoráis ..” (109 del Sagrado Corán) hasta terminarla
11. Cuando se acostaba por la noche decía: “En el nombre de Allah apoyo mis
dos costados. ¡Allahúmma! ¡Indúltame de mi falta, expulsa mi demonio,
libérame de mi sujeción, aumenta el peso de mi balanza (de las buenas
acciones), y establéceme en la asamblea más elevada!
12. Cuando se acostaba por la noche ponía su mano debajo de su mejilla y
decía: “En Tu Nombre Allahúmma (Dios mío) vivo y en Tu Nombre muero” y
cuando despertaba decía “La Alabanza sea con Allah que nos dio vida luego de
habernos dado muerte, y a El pertenece la Resurrección”
13. Cuando deseaba reposar ponía su mano derecha debajo de su mejilla y
luego decía: “¡Allahúmma! ¡Evítame Tu castigo el Día en que resucites a Tus
siervos! “ y lo decía tres veces.
14. Cuando quería dormir y estaba impuro, se aseaba como para el saláh
(oración) Y cuando quería comer o beber y estaba impuro, lavaba sus manos y
luego comía o bebía.
15. Cuando quería dormir estando impuro lavaba sus intimidades, y luego se
aseaba como para la oración.
16. Cuando quería tomar el ihram (hábito de los peregrinos) se perfumaba con
lo más exquisito que encontraba.
17. Cuando quería retirarse en solitario, rezaba la oración del alba y luego
entraba en el lugar de su retiro.
18. Cuando quería invocar contra alguien o en favor de alguien hacía el
qunút (súplica con las manos frente al rostro) Luego del rukú' (inclinación
durante el rezo) (extraído de Al-Bujári)
19. Cuando quería disponer el ejército para el combate decía: “¡Allah
proteja vuestro Din (prácticas y creencias), vuestra lealtad y nobleza y las
consecuencias de vuestras acciones!”
20. Cuando quería salir de viaje sorteaba entre sus esposas (para saber cuál
lo acompañaba), y aquella que era favorecida salía con él.
21. Cuando quería realizar una excursión guerrera la disimulaba con otra.
22. Cuando tenía una dolencia se conjuraba a sí mismo con las fórmulas de
conjuro (o refugio) y se purificaba a sí mismo pasando su mano (sobre la
parte afectada)
23. Cuando amanecía o anochecía decía: “Amanecimos en la fítrah del Islam
(la naturaleza humana pura) , la declaración de la sinceridad y pureza ( la
creencia en la Unidad divina), el Din de nuestro Profeta Muhammad (BP) y la
doctrina de nuestro padre Abraham, purificado y sometido, que no era uno de
los idólatras (o asociadores)”
24. Cuando descubría que algunos de los miembros de su familia, (sus
esposas) había mentido en algo, no cesaba de rechazarlo hasta que tuviera
lugar su arrepentimiento.
25. Cuando vestía turbante, largaba los extremos de su turbante entre sus
dos hombros.
26. Cuando desayunaba en lo de alguna gente (en cualquier época),decía: “Los
ayunantes han desayunado en lo de vosotros, los piadosos ha comido de
vuestra comida, y han descendido sobre vosotros los ángeles”
27. Cuando se desayunaba en lo de alguna gente decía: “Los ayunantes han
desayunado en lo de vosotros y os han bendecido los ángeles”'
28. Cuando se desayunaba (después de su lapso de ayuno, en cualquier época)
decía: “Huyó la sed, se nutrieron las venas, y la recompensa ha permanecido,
si Allah lo quiere”
29. Cuando comía o bebía decía: “La Alabanza sea con Allah, que dio de comer
y beber, y lo facilitó (lo hizo lícito) y le dio salida (del cuerpo)”
30. Cuando comía lamía sus tres dedos (con los que tomaba el alimento:
pulgar, índice y medio de la mano derecha)
31. Cuando comía, sus dedos (con los que tomaba) no se multiplicaban ante él
(es decir no tomaba repetidamente)
32. Cuando dos circuncisiones tenían lugar seguidas, se bañaba (entre ambas)
33. Cuando descendía a él la Revelación sufría y se le nublaba por ello el
rostro.
34. Cuando la Revelación descendía a él inclinaba su cabeza y la inclinaban
sus compañeros, y cuando se quitaba de él levantaba su cabeza.
35. Cuando terminaba su rezo se ladeaba (es decir se inclinaba un poco hacia
el costado)
36. Cuando terminaba de rezar pedía tres veces Indulgencia (diciendo “Astagfirullah”)
y luego decía: “¡Allahúmma Tú eres la Paz, y de Ti la Paz proviene. Te
bendices a Ti mismo, Dueño de la Majestad y la Nobleza y Generosidad”
37. Cuando se acostaba en su cama decía: “¡La Alabanza sea con Allah que nos
dio de comer, de beber, nos satisfizo, y nos dio morada, pues cuántos no
tienen quién los satisfaga, ni tienen morada!”
38. Cuando tomaba juramento de la gente (bái’ah) les pedía (que digan): “En
cuanto pueda (cumplirlo)”
39. Cuando enviaba a uno de sus compañeros por cualquiera de sus asuntos les
decía: “¡Convocad y no espantéis (a la gente)! ¡Facilitad y no dificultéis!”
40. Cuando le era contado algo sobre una persona no preguntaba: “¿Cómo es
que fulano dijo (eso)?”, sino que expresaba: “¿Cómo es que la gente dice tal
y tal cosa”?
41. Cuando se despabilaba durante la noche decía: “¡No hay Divino sino
Allah, Único, Imponente! Señor de los Cielos y de la tierra y de lo que hay
entre ambos, Poderosísimo, Indulgentísimo”
42. Cuando decía algo lo repetía tres veces para que le fuera comprendido, y
cuando visitaba a una gente y la saludaba (con el Salám, diciendo “As-Salámu
'Alaikum”) la saludaba tres veces.
43. Cuando rezaba el taháyyud (rezo optativo durante la vigilia) daba el
Salám cada dos rák'ah (al término de cada ciclo de dos, diciendo: “As-Salámu
'Alaikum”)
44. Cuando hacía la ablución tomaba agua con una palma, la introducía bajo
su mentón, y restregaba con ella su barba diciendo: “Así es como me enseñó
mi Señor”
45. Cuando se aseaba restregaba su barba con el agua.
46. Cuando hacía la ablución tomaba una palma de agua con la que duchaba su
miembro.
47. Cuando hacía la ablución tornaba el agua hacia sus dos codos.
48. Cuando hacía la ablución frotaba los dedos de sus pies (o entre ellos)
con el dedo meñique.
49. Cuando le sucedía algo que lo alegraba se prosternaba en agradecimiento
a Allah, exaltado sea.
50. Cuando se sentaba recogía sus manos.
51. Cuando lo acometía algo (contrario) rezaba.
52. Cuando juraba no faltaba al juramento, hasta que le era revelada la
reparación del mismo (se refiere a que lo podía deshacer)
53. Cuando juraba decía: “¡Por Aquel en Cuyas Manos está el alma de Muhammad
(BP)!”
54. Cuando temía de una gente decía: “¡Allahúmma! ¡Te hacemos su enemigo (lit.:
“Te establecemos en sus gargantas!) y nos amparamos en Ti de su daño!”
55. Cuando salía de su casa decía: “En el Nombre de Allah, me encomiendo a
Allah. ¡Allahúmma! ¡Nos amparamos en Ti de ser humillados, o de ser
desviados, o de ser inicuos (injustos), o de que se nos haga iniquidad
(injusticia), de ignorar (no reconocer el bien o el derecho de otro) o de
que no se nos reconozca!”
56. Cuando salía de su casa decía: “¡En el Nombre de Allah! ¡Señor mío! ¡Me
amparo en Ti de ser humillado o desviarme, u oprimir o ser oprimido, o de no
reconocer o no ser reconocido (en mi derecho o bien)”
57. Cuando salía del excusado decía: “¡Tu Indulgencia (gufranak)!”
58. Cuando el día de la festividad ('Id) él salía por un camino, retornaba
por otro.
59. Cuando disertaba sus ojos se enrojecían, elevaba su voz, e intensificaba
su enojo, como si fuera el arengador de un ejército. Decía: “¡Os dé mañanas
y tardes (como saludo a la gente)!”
60. Cuando los diez días (primeros de la luna) ayunaba, vigilaba (o quedaba
en vela), y despertaba a su familia (para ello)
61. Cuando entraba al excusado decía: “En el Nombre de Allah. ¡Allahúmma!,
¡Me amparo en Ti de lo pernicioso y de lo dañino y repugnante!”
62. Cuando entraba a la mezquita decía: “Me amparo en Allah, Infinito, en Su
Rostro Nobilísimo, en Su Dominio eterno, contra Satanás el maldito” Y
expresó: “Cuando se dice esto uno estará protegido por el resto del día”
63. Cuando entraba a la mezquita decía (lo mismo que antes, y agregaba):
“¡Allahúmma! ¡Bendice a Muhammad y a la descendencia de Muhammad!”
64. Cuando llegaba a su casa comenzaba por asearse los dientes.
65. Cuando entraba a visitar un enfermo decía: “Que no sea nada. ¡Purificado
serás si Allah quiere!”
66. Cuando llegaba (a lo de su familia) preguntaba: “¿Tienen algo de
comer?”, y, si se le respondía que no, agregaba: “Haré ayuno”
67. Cuando suplicaba comenzaba por sí mismo.
68. Cuando recordaba a alguien para suplicar por él empezaba por sí mismo.
69. Cuando suplicaba ponía la palma de su mano dirigida hacia su rostro.
70. Cuando sacrificaba un cordero decía: “Llevad de él a los amigos de
Jadíyah”
71. Cuando veía la lluvia exclamaba: “¡Allahúmma! ¡Hazla una precipitación
beneficiosa!”
72. Cuando veía la luna en creciente exclamaba: “¡Allahúmma!, ¡Hazla crecer
para nosotros en la seguridad y la Fe, en la paz y el Islam! ¡Mi Señor y el
tuyo es Allah!”
73. Cuando veía aquello que le gustaba exclamaba: “¡La Alabanza sea con
Allah, que por Sus mercedes se perfeccionan los beneficios!” Y cuando veía
lo que detestaba exclamaba: “¡La Alabanza sea con Allah en toda
circunstancia!”
74. Cuando algo lo atemorizaba decía: “¡Allah, Allah es mi Señor, no hay
asociado a El!”
75. Cuando felicitaba a la persona recién casada decía: “¡Allah te bendiga y
en Ti bendiga, y os reúna a ambos en el bien!”
76. Cuando se ponía su mesa decía: “¡La Alabanza sea con Allah, una
abundante alabanza, perfecta por la que obtengamos bendición! ¡La Alabanza
sea con Allah que nos abastece y nos protege, sin que El tenga necesidad de
ser abastecido, ni sea objeto de ingratitud, ni sea perjudicado, ni sea
posible prescindir de Él! ¡Él es nuestro Señor!”
77. Cuando se inclinaba en oración enderezaba su espalda al punto que si le
fuera arrojada agua ésta hubiese reposado en ella.
78. Cuando se inclinaba en oración separaba sus dedos y cuando se
prosternaba los unía.
79. Cuando se inclinaba en oración decía: “Glorificado sea mi Señor Infinito
y en Su Alabanza”
80. Cuando se prosternaba decía: “Glorificado sea mi Señor Elevadísimo y en
Su Alabanza”
81. Cuando arrojaba los guijarros en la época de la Peregrinación iba hacia
allí de frente y volvía atrás de espaldas.
82. Cuando arrojaba los guijarros de 'Áqabah lo hacía de largo, sin
detenerse.
83. Cuando se prosternaba apartaba sus brazos hasta vérsele la blancura de
sus axilas.
84. Cuando se alegraba su rostro resplandecía como si fuera la aureola
lunar.
85. Cuando saludaba al final de la oración no reposaba sino el tiempo de
decir: “¡Tú eres la Paz, y la Paz de Ti proviene, Te bendices a Ti Mismo,
Dueño de la Majestad y la Nobleza y Generosidad!”
86. Cuando escuchaba al pregonero (el almuédano que llama a la oración)
repetía lo que éste decía hasta que decía, “¡venid a la oración! “, “¡venid
a la salvación (o al éxito)!”, y entonces replicaba: “¡No hay Poder ni
Fuerza sino en Allah!”
87. Cuando escuchaba dar testimonio al pregonero (de la oración) replicaba:
“Y yo también, y yo también (lo doy)”
88. Cuando escuchaba (que alguien tenía) un nombre malo lo cambiaba por otro
mejor.
89. Cuando bebía respiraba tres veces diciendo: “Es más provechoso,
saludable y salubre”
90. Cuando subía el estrado (para disertar) saludaba (a los presentes)
91. Cuando rezaba (la oración) del alba se quedaba sentado en su lugar de
oración hasta que salía el sol.
92. Cuando rezaba (la oración) del alba estando de viaje lo hacía alejándose
poco de su montura.
93. Cuando ya había rezado los dos ciclos del alba se acostaba sobre su lado
derecho.
94. Cuando rezaba alguna oración lo hacía con firmeza.
95. Cuando omitía las cuatro (prosternaciones) del mediodía las rezaba
después del mediodía (a la tarde)
96. Cuando iniciaba la oración elevaba sus manos abiertas (hasta los oídos)
97. Cuando se levantaba a la noche para rezar comenzaba su rezo con dos
prosternaciones ligeras.
98. Cuando se levantaba a la noche restregaba su dentadura con el siuák
(palo de limpiar los dientes)
99. Cuando recitaba (el Sagrado Corán): “¡Glorificado sea el Nombre de tu
Señor Elevadísimo!, decía: “¡Glorificado sea mi Señor elevadísimo!”
100. Cuando recitaba (el Sagrado Corán) por la noche elevaba su voz un rato,
y la bajaba otro rato.
101. Cuando circunvalaba el Templo (de la Ká’bah) se dirigía a la piedra y
al pilar en cada vuelta.
102. Cuando vivaqueaba (estaba de tienda) y debía pasar la noche, ponía un
almohadón bajo su costado derecho, y cuando vivaqueaba antes de salir el día
ponía su cabeza sobre su mano derecha y elevaba su antebrazo.
103. Cuando el viento ululaba decía: “¡Allahúmma! ¡Te suplico por lo mejor
de él y lo mejor de lo que hayas enviado con él y me amparo en Ti de su daño
y del daño de lo que hayas enviado con él!”
104. Cuando estornudaba alababa a Allah y si se le decía: “¡Allah te dé
Misericordia: “ respondía: “¡Allah os guíe y perfeccione vuestra
conciencia!”
105. Cuando estornudaba ponía su mano o la acercaba a su boca y con ella
aminoraba su sonido.
106. Cuando hacía algo lo hacía con firmeza y cumplidamente.
107. Cuando salía de incursión decía: “¡Allahúmma! ¡Tú eres mi apoyo, mi
auxiliador! ¡Por Ti me movilizo, por Ti ataco y por Ti combato!
108. Cuando se enojaba enrojecían sus mejillas.
109. Cuando terminaba de sepultar a un muerto se paraba ante él y decía:
“¡Pedid la Indulgencia de Allah para vuestro hermano, y rogad a Allah por la
firmeza (en el juicio de la tumba), porque ahora es interrogado!”
110. Cuando se erguía en el estrado sus compañeros dirigían su rostro hacia
él.
111. Cuando volvía de un viaje era recibido.
112. Cuando volvía de un viaje iba al encuentro de los niños de su familia.
113. Cuando se le servía comida decía: “¡En el Nombre de Allah!”, y cuando
terminaba (de comer) decía: “¡Allahúmma! Has dado de comer y de beber, diste
suficiente y satisficiste, guiaste y elegiste. “¡Allahúmma! A Ti, pues, es
la alabanza por lo que Tú diste”
114. Cuando regresaba de una incursión, de una peregrinación o de una
visitación (a la Ká’bah) engrandecía sobre todo lugar elevado de la tierra,
(diciendo “Alláhu Ákbar” tres veces), luego decía: “No hay divino sino
Allah, Único sin asociados, Suyo es el Reino y Suya es la Alabanza y El es
Omnipotente. (Volvemos) habiéndonos arrepentido, enmendado, devocionado,
prosternado y a nuestro Señor alabado. El confirmó Su promesa, dio la
victoria a Su sirvo y dispersó, El sólo, a los coaligados en Su contra”'
115. “Cuando había dátiles frescos no desayunaba sino de ellos y cuando no
los había desayunaba solamente de los de pasas”
116. Cuando se inclinaba o prosternaba (en su rezo) decía: ¡Glorificado seas
y en Tu Alabanza! ¡Te pido la Indulgencia y a Ti me arrepiento!”
117. Cuando estaba de ayuno mandaba a una persona elevarse sobre algo y
cuando ésta decía: “El sol se puso” desayunaba.
118. Cuando realizaba una oración a solas no se levantaba (de cada
movimiento) antes de haberse sentado.
119. Cuando llegaba el día anterior al tarauí`ah (tomada de bebida, uno de
los actos de la Peregrinación) disertaba ante la gente y les informaba de
sus ritos.
120. Cuando estaba de residencia realizaba el retiro de los diez últimos
días de Ramadán y cuando estaba de viaje (en ese período) hacía veinte días
de retiro al año siguiente” Cuando era día de festividad cambiaba de camino
(de ida y de vuelta a su casa)”
121. Cuando algún suceso lo angustiaba decía: “¡Viviente, Subsistente! ¡A Tu
Misericordia pido auxilio!
122. Cuando lo acosaba una preocupación o una angustia decía: ¡Viviente,
Subsistente! ¡A Tu Misericordia pido auxilio!
123. Cuando detestaba algo se lo veía en su rostro.
124. Cuando vestía una túnica empezaba por su (brazo) derecho.
125. Cuando alguno de sus compañeros lo encontraba y se detenía (a conversar
con él), él se detenía allí y nunca se iba hasta que fuera la persona la que
se iba. Y cuando uno de sus compañeros lo encontraba y tomaba su mano, él se
la daba y nunca la quitaba hasta que fuera la persona la que quitaba su mano
de él. Y cuando encontraba a uno de sus compañeros y le solicitaba su
atención, lo atendía sin que nunca dejara de oírlo hasta que fuera la
persona la que se retiraba de él.
126. Cuando una persona de sus compañeros lo encontraba él lo ungía (con la
mano) y suplicaba por él.
127. Cuando acontecía un signo de temer, se amparaba (en Allah), y cuando
acontecía un signo de Misericordia imploraba pidiendo, y cuando acontecía un
signo que requería eximir a Allah (de asociarle con cualquier cosa)
glorificaba,
128. Cuando enfermaba alguno de los de su familia lo conjuraba con los
conjuros (del Sagrado Corán)
129. Cuando caminaba (era como si) se desprendiera.
130. Cuando caminaba no volvía su rostro.
131. Cuando marchaba caminaban sus compañeros delante suyo y dejaban su
espalda para los ángeles.
132. Cuando se despertaba a la noche o estaba enfermo rezaba de día doce
prosternaciones.
133. Cuando se iba a dormir ponía su mano derecha debajo de su mejilla y
decía: “¡Allahúmma! ¿Líbrame de Tu Castigo el Día en que resucites a Tu
siervo!”
134. Cuando descendía a él la Revelación se apesadumbraba, y de su frente
caían gotas, como si fueran gotas de plata, aún cuando hacía frío.
135. Cuando despedía a una persona, lo tomaba de la mano y no la dejaba
hasta que fuera la persona la que quitaba su mano y expresaba: “Allah
preserve tu Din (creencias y prácticas buenas) y tu fe y confianza y las
consecuencias de tus obras!
136. Cuando sepultaba al muerto en su sepulcro decía: ¿En el Nombre de Allah
y en Allah y por la Causa de Allah y en la doctrina del Mensajero de Allah”
137. No se aseaba después de bañarse
138. No se satisfacía con los dátiles magros
139. No salía (de su casa) el Día del Desayuno (luego del ayuno) hasta haber
comido y no comía el Día del Sacrificio hasta haber sacrificado.
140. Nunca dejaba de efectuar cuatro (prosternaciones) antes de mediodía y
dos antes (de la oración) del alba.
141. Nunca dejaba de ayunar los días blancos (de la luna llena) estuviera de
viaje o de residencia.
142. No abandonaba la vigilia de la noche, y cuando estaba enfermo o muy
fatigado oraba sentado.
143. No ahuyentaba de sí a la gente ni ellos lo abandonaban.
144. No repetía más de tres veces (algo)
145. No rechazaba lo bueno (o lo exquisito y aromático)
146. Nunca se le pedía nada sin que lo diera o se callara.
147. No tomaba la mano de la mujer cuando le juraba lealtad.
148. No rezaba las dos prosternaciones (después de la oración) del yumú’ah (congregacional
del viernes) ni las dos prosternaciones posteriores al ocaso, sino en lo de
su familia.
149. No rezaba el ocaso hasta desayunarse, aunque fuera con un sorbo de
agua.
150. No rezaba en absoluto antes (de la oración) del Id y cuando volvía a su
casa rezaba dos prosternaciones.
151. No le afectaba ninguna herida ni pinchazo sin que le pusiera henna.
152. No reía sino que sonreía (o bien su risa era la sonrisa)
153. No caía a lo de su familia de noche.
154. No prolongaba la advertencia el día del Yumú’ah.
155. No conocía la división de los capítulos (del Sagrado Corán) hasta que
no le era revelado Bismi -l-Lahi –r-Rahmáni –r- Rahím.
156. No recitaba del Sagrado Corán menos de tres versículos.
157. No se levantaba de su asiento (o de su lugar) sin decir: “¡Glorificado
seas Allahúmma (Dios mío), Mi Señor y en Tu Alabanza, no hay Divino más que
Tu! ¡Te pido Indulgencia y a Ti me vuelvo arrepentido!” (Subhanaka Allahúmma
Rabbi ua bihamdika la Iláha illa anta. Astagfirullah ua atubu alaika) Y di
al respecto: “No lo dirá nadie cuando se levante de su asiento sin que sea
perdonado de todo lo que hubiera hecho en esa asamblea”'
158. No se le pedía nada que él no lo hiciera en el acto.
159. Casi nunca decía “no” a nada. Y cuando se le pedía algo y deseaba
hacerlo decía “sí”, y cuando no deseaba hacerlo se callaba..
160. No mezquinaba nada cuando se le pedía.
161. No volvía la cabeza atrás cuando caminaba.
162. No dormía sin que su siuák (elemento de limpieza dentaria), estuviera
junto a él, y cuando se despertaba comenzaba por (asearse con) él.
163. Iba a ver a los débiles (o indigentes) de entre los musulmanes, los
visitaba, asistía a sus enfermos y presenciaba sus velorios.
164. comía el melón (o la sandía, o el zapallo) con los d tiles nuevos y
decía: “El ardor de éste elimina el frío de aquél y el frío de este el ardor
de aquél”
165. comía los pepinillos (o cohombros) con d tiles nuevos.
166. comía de lo que se le obsequiaba, pero no de lo que se le daba en
caridad.
167. comía con tres dedos y lamía su mano (los dedos con los que comía)
antes de asearla.
168. comía lo que era asado al fuego, y luego rezaba sin ablución.
169. Ordenaba que debíamos conjurarnos del mal de ojo.
170. Ordenaba realizar la contribución obligatoria (zakáh) antes de
emprender por la mañana la oración del desayuno (el día de la festividad
respectiva)
171. Ordenaba la manumisión de esclavos en las oraciones de eclipse.
172. Ordenaba cambiar los emblemas (¨) por contradicción a los persas (o
no-árabes)
173. Ordenaba a sus hijas y esposas salir en las dos festividades (Id Al-Fitr
e 'Id Al-Adha)
174. Ordenaba al que se hacía musulmán circuncidarse.
175. Ordenaba cuando una de ellas (de las mujeres de su familia, Fátima en
especial) quería dormir alabar 33 veces (diciendo Al-Hámdu lil-Láh)
glorificar 33 veces (diciendo Subhána Allah), y engrandecer 33 veces
(diciendo Alláhu Ákbar) [En otro hadíz dice engrandecer 34 veces]
176. Cuando desayunaba comenzaba por los dátiles.
177. Era m s bien de cuello largo.
178. Enviaba (a alguien) a los surtidores de agua potable y le era traída.
La tomaba y suplicaba por la bendición de las manos de los musulmanes.
179. Permanecía con su familia noches enteras seguidas sin tener qué cenar,
y lo m s frecuente para ellos era el pan de cebada.
180. Vendía (de la producción) de las datileras de Banu Nadir, y reservaba
para su familia la subsistencia de un año.
181. Prefería ayunar (optativamente) los lunes y jueves.
182. Usaba anillo de plata.
183. Usaba anillo en su izquierda (Múslim)
184. Usaba anillo en su derecha (Bujári)
185. Se retraía en sus marchas para estimular al débil y acompañarlo, y
suplicaba por él.
186. Se conjuraba de los genios demoníacos y el mal de ojo, hasta que fueron
revelados los dos conjuros (los capítulos ll3 y 114 del Sagrado Corán), y
desde que se conocieron recurrió a ellos dejando todo otro conjuro.
187. Se conjuraba de la aflicción de la desgracia, la consecuencia de la
desdicha, la nocividad del destino y la malicia de los enemigos.
188. Daba las buenas nuevas y nunca las malas noticias, y quería el nombre
bello (de las personas)
189. A modo de ejemplo (o refrán) decía la poesía: “Te vendrá con la noticia
el que no tenga nada que ofrecerte” (traducción aproximativa)
190. Si se aseaba, y luego iba a rezar, no hacía su ablución.
191. Hacía la ablución para cada oración (Bujári)
192. Hacía la ablución (después de comer) lo asado al fuego.
193. Hacía la ablución de a una vez (por cada miembro que debía asear) de a
dos o de a tres. Todo ello lo hacía.
194. Era invitado a comer pan de cebada y manteca rancia.
195. Suplicaba ante la aflicción: “No hay divino más que Allah, Infinito,
Compasivísimo; no hay divino más que Allah, Señor del Trono Infinito, no hay
divino más que Allah, Señor de los siete cielos y Señor de la tierra, y
Señor del Trono Nobilísimo”
196. Faenaba la res de sacrificio con sus propias manos.
197. Recordaba a Allah, exaltado sea, en todas sus circunstancias.
198. Soltaba su túnica delante de él y la alzaba por detrás.
199. Hacía montar con él, ponía su comida sobre el suelo, respondía a la
invitación del siervo, y montaba en asno.
200. Montaba en asno, remendaba sus sandalias, cosía su vestimenta, vestía
de lana y decía: “El que se sienta exento de mi Súnnah (práctica), no es de
los míos”
201. Visitaba a los defensores (suyos de Medina), saludaba a sus pequeños, y
acariciaba sus cabezas.
202. Prefería la súplica compendiosa (abarcadora), y dejaba lo que no fuera
esto.
203. Prefería salir de viaje un jueves.
204. Le era traída el agua potable de los abrevaderos (en otra versión: le
era traída el agua pura para beber de las fuentes o pozos de abrevadero)
205. Pedía la Indulgencia tres veces para la vanguardia, y para la segunda
fila sólo una.
206. Bebía de a tres sorbos, en el primero nombraba a Allah y en el último
le alababa (o agradecía)
207. Gesteaba en el saláh (la oración)
208. Acercaba a la gata la vasija, y ella tomaba, luego él se aseaba con el
sobrante.
209. Rezaba al alba cuatro (prosternaciones, dos optativas y dos
preceptuadas), y aumentaba (a ello) lo que deseaba (lit. “lo que Allah
quisiera”)
210. Rezaba al alba seis prosternaciones.
211. Rezaba a la madrugada de a dos prosternaciones, luego iba y se aseaba
los dientes (con el siuák) Rezaba entre la oración del ocaso y la de la
noche.
212. Rezaba sobre su montura hacia donde esta lo dirigiera y cuando quería
orar una prescrita bajaba y se orientaba hacia la Qiblah, (orientación
ritual hacia la Ká’bah)
213. Rezaba con sus sandalias (puestas)
214. Rezaba cuatro (prosternaciones optativas) antes del mediodía, cuando el
sol comenzaba a declinar y decía: “Las puertas del cielo son abiertas cuando
el sol comienza a declinar”
215. Rezaba antes del mediodía dos prosternaciones, y dos después de él; dos
prosternaciones en su casa después (de la prescrita del ocaso); y después
(de la prescrita) de la noche dos prosternaciones. No rezaba después de
Yumú’ah (la oración congregacional de los viernes) hasta irse y rezar dos
prosternaciones en su casa.
216. A la madrugada rezaba trece prosternaciones, entre ellas el witr (la
impar de sentado al final de la oración) y las dos optativas de antes) del
Alba.
217. Ayunaba en el mes los sábados, domingos y lunes y de la última parte
del mes los martes, miércoles y jueves.
218. Ayunaba del principio de cada mes tres días y raras veces se desayunaba
el día viernes.
219. Sacrificaba dos corderos similares (o de a pares) agraciados y (cuando
lo hacía) pronunciaba el Nombre divino y engrandecía a Su Señor.
220. Golpeaba (las vasijas) de embriagantes (para romperlas y derramar el
líquido) con su calzado y con la vara de palma.
221. Alimentaba a los caballos.
222. Gustaba cuando salía por sus menesteres escuchar: “¡Tú, el recto (o
sensato), ¡Tú, el diligente!”
223. Gustaba (comer) la parte trasera del animal.
224. Gustaba beber lo frío y dulce.
225. El y una de sus esposas se bañaban de un solo recipiente.
226. Higienizaba su ropa, ordeñaba su oveja y se atendía a sí mismo.
227. Besaba a alguna de sus esposas y luego rezaba sin hacer la ablución.
a. Besaba (a sus esposas) estando de ayuno.
228. Aceptaba las ofrendas y las retribuía.
229. Entrecortaba su recitación versículo por versículo. Decía: “Al-Hámdu
lil-Lahi Rabbil 'Alamín,” y luego se detenía, “Ar-Rahmáni-Rahím”, y luego se
detenía.
230. Gustaba (comer) de la pierna (del animal)
231. Gustaba de la visión del sueño bueno.
232. Gustaba del aroma exquisito.
233. Gustaba de tomar en su mano las ramas de palmera.
234. Gustaba de los buenos augurios, y detestaba el mal agüero.
235. Gustaba de la calabaza.
236. Gustaba de enfrentarse al enemigo cuando el sol comenzaba a declinar.
237. Cuando se acercaba era reconocido por su aroma exquisito.
238. Completaba la glorificación (el decir “Subhána Allah” (“glorificado sea
Allah), (es decir hacía tantas como el número de sus dedos o de sus
falanges)
239. Repetía las palabras (tres veces) para que se le comprendieran.
240. Se bañaba sólo con un recipiente y se aseaba sólo con una medida
(mínima)
241. Las últimas palabras del Profeta (BP) fueron “¡Al-saláh, al-saláh!” (la
oración, la oración) ¡Temed a Allah en aquello que domina vuestra diestra
(es decir en vuestras mujeres)!” Lo último que habló fue que dijo: ¡Allah
castigue a los judíos y a los cristianos por haber tomado a los sepulcros de
sus Profetas como lugares de oración! ¡No habrá dos religiones en tierra de
los árabes.
242. El Profeta (BP) tenía a la mentira como el peor de los vicios.
243. El más querido de los colores para él era el verde.
244. La mejor de las vestimentas para él era el manto (o la amarilla o la
rayada)
245. La mejor de las vestimentas para él era la túnica (qamis)
246. La mejor de las prácticas (Din) para él era aquella en la que su
realizador perseveraba.
247. La mejor de las bebidas para él era la dulce y fría.
248. El mejor de los meses para que él ayunara era Sha’bán (el octavo mes,
que luego continuaba con el ayuno de Ramadán el noveno mes)
249. El mejor de los bocados para él era el muslo de cordero.
250. La mejor de las actividades para él era aquella en la que se
perseveraba aún cuando fuera poca.
251. Era la mejor persona en carácter.
252. Era complexo (de mediana estatura) no muy alto, ancho de espaldas liso
de pómulos y cachetes, muy oscuro el pelo, de ojos negros, de largas
pestañas. Cuando pisaba lo hacía con su totalidad. No tenía arco plantar.
Cuando se quitaba la túnica de sus hombros, era como si ellos fueran plata
fundida.
253. Era la mejor persona, la más generosa, la más valiente.
254. Era el de más bello rostro, el mejor en carácter. No era alto en
exceso, ni bajo.
255. Era el de más breve saláh (oración) cuando rezaba con la gente, y el de
más larga oración cuando rezaba solo.
256. Era el más breve y completo en rezar con la gente.
257. Cuando llegaba a la puerta de una gente no la encaraba de frente, sino
que lo hacía por su costado derecho o izquierdo diciendo: “As-salámu 'alaikum
(la Paz sea con vosotros) dos veces.
258. Cuando visitaba a un enfermo o le era traído decía: “¡aleja el mal,
Señor de las gentes! ¡Cúralo pues Tú eres el Curador! ¡No hay curación más
que la Tuya, una curación a la que no desaloja enfermedad alguna!” Cuando le
acontecía algo que le alegraba exclamaba: “¡La Alabanza sea con Allah, que
por Sus Mercedes se cumplen los beneficios,”, y cuando le acontecía algo que
detestaba decía: “¡La Alabanza sea con Allah en toda situación!”
259. Cuando venía a él alguien que tenía un nombre que al Profeta (BP) no
gustaba, se lo cambiaba.
260. Cuando le traían beneficios (ganancias) lo repartía el mismo día, dando
a su familia dos partes y a los ajenos una.
261. Cuando unas personas le traían caridades exclamaba: “¡Allahúmma!
Bendice a la familia de fulano (es decir del donante)”
262. Cuando le traían las primicias de los frutos, los ponía sobre sus ojos,
luego sobre sus labios... y luego lo daba a los más jóvenes que estaban con
él”
263. Cuando le traían comida preguntaba: “¿Es un presente o una caridad?” y
si se le decía que era una caridad, les decía a sus portadores: “¡Comed!”,
pero él no comía, y cuando se le decía que era un presente, extendía su mano
y comía con ellos.
264. Cuando sus esposas tenían una indisposición o abatimiento, ordenaba
hacer caldo y luego les ordenaba beberlo y decía: “Fortifica el corazón del
afligido y quita la preocupación del corazón del enfermo, como se quita con
el agua en cualquiera de vosotras la suciedad de su rostro”
265. Decía a cualquiera de ellos (de sus compañeros) cuando les censuraba:
“¿Que es lo que pasa que se empañó tu rostro (lit. “frente”) con el mal?”
266. Se levantaba cuando escuchaba gritar a alguien.
267. Permanecía en vigilia hasta que sus pies se le agrietaban.
268. El día del desayuno (después de Ramadán) engrandecía (diciendo Alláhu
Ákbar) desde que salía de su casa hasta llegar al lugar de rezo.
269. Abundaba en recuerdo (de Allah), omitía los desatinos, prolongaba el
saláh (la oración), abreviaba la disertación (de los viernes) y no
despreciaba ni se ensoberbecía de caminar junto a la viuda, el indigente y
el siervo para satisfacerles sus necesidades.
270. Detestaba los caballos con manchas blancas en su frente,
271. Detestaba la inquisición y el cuestionamiento y lo vituperaba. Y cuando
Abu Razin le preguntaba algo él le respondía y lo sorprendía.
272. Detestaba tomar de la parte principal de una comida servida.
273. Calzaba sandalias de piel curtida y amarilleaba su barba con el aurs
(una planta que tiñe rojo) y con el azafrán.
274. Visteaba en el saláh (la oración) a derecha e izquierda, pero nunca,
(ni en ella ni fuera de ella) torcía su cuello hacia detrás de su espalda
(es decir nunca daba vuelta la cabeza hacia atrás)
275. Pegaba su pecho y su cara en el Multazim (un sector de la bendita
Ká’bah)
276. Alargaba su voz al recitar el Sagrado Corán pronunciadamente.
277. Pasaba junto a los niños y los saludaba.
278. Caminaba con una marcha por la que se le conocía que no era ni nulo ni
perezoso.
279. Dormía la primera parte de la noche, y permanecía despierto la última
parte.
280. Faenaba sus sacrificios en el lugar de oración.
281. Se retiraba de la oración hacia su derecha.
282. Soplaba sobre los conjuros.
283. Rezaba lo optativo sobre los camellos (cuando estaba de viaje)
284. Rezaba lo optativo del principio de la noche del medio y del final.
285. Jugaba con Záinab, la hija de Ummu Sálama, una de sus esposas y decía
repetidamente: “¡Zainabita, Zainabita!” (ia Zuainaba ia Zuainaba)