LA CORRUPCIÓN DE LA LENGUA ÁRABE 

PARTE CENTRAL DEL ATAQUE CULTURAL AL MUNDO MUSULMÁN

 

Por Yahya Asmar

 

         El Árabe es la lengua del Corán, la guía de Allah el Más Elevado a toda la humanidad. Millones de musulmanes leen su texto diariamente en una amplia variedad de contextos diferentes. El Árabe posee la distinción de ser la lengua literaria por excelencia en todo el mundo árabe y musulmán, desarrollada a partir del Árabe Coránico y utilizada en una gran gama de campos, desde la poesía, la teología, la administración y los medios de comunicación. El modo estándar del Árabe literario es una de las lenguas oficiales de las Naciones Unidas. El alfabeto árabe ha sido adoptado por los pueblos Musulmanes a lo largo de la historia, y ha sido utilizado para escribir lenguas locales tan distintas como pueden ser el Malayo, el Persa y el Turco, a las que el alfabeto árabe les proporciona un distintivo sabor Islámico. Además de ser una lengua literaria y apta para expresar el “din” del Islam, el Árabe también es una lengua viva hablada, con muchas variedades orales muy interrelacionadas con el Árabe Coránico y variantes dialectales locales. Desde sus orígenes en la vieja Arabia, el árabe ha llegado  a ser una lengua de ámbito mundial, y la razón fundamental de esto es el Islam.

 

         Desde los comienzos de la Revelación Coránica, los Judíos y los idólatras (mushrikin) de la vieja Arabia, aunque sorprendidos por su retórica profunda y su intensidad espiritual, intentaron destruir la integridad del Árabe Islámico. Este odio hacia el Árabe, al ser la lengua del Corán, continuó a través de los siglos, con los enemigos del Islam presentes en todo tiempo y lugar, intentando corromper el Árabe y separar a los Musulmanes de la lengua del Corán, y por tanto del Corán mismo. Los poderes coloniales, sostenidos por los misioneros Cristianos, tuvieron éxito al conseguir, bien por la persuasión o por la fuerza,  que los Musulmanes en África y Asia abandonaran el alfabeto Árabe y adoptaran en su lugar la grafía latina. Uno de los primeros actos oficiales del gobierno laico Kemalista en Turquía, fue la fabricación de un alfabeto latino para el Turco, a la vez que se ilegalizaba el empleo del Árabe, hasta el punto de que el “Adan” (llamada al Salat) hubo de hacerse en Turco. Aunque los Kemalistas no tuvieron un éxito completo en purgar el Turco de toda influencia Árabe, el cambio en el alfabeto tuvo como consecuencia que los Musulmanes turcos se vieran desprovistos de una herencia islámica de generaciones previas en los campos de la investigación, la cultura y la literatura.

 

           A lo largo del siglo XX, las escuelas arabistas Occidentales y las universidades en el mundo Árabe y Musulmán han insistido en el uso del Inglés y de otras lenguas coloniales como lenguas de formación, y lentamente ha ido cobrando fuerza la idea de que una persona “educada” es aquella que ha sido instruida en alguna de las lenguas coloniales. Así mismo, en un intento por complacer los sentimientos de nacionalismo y modernismo reinantes en el mundo Árabe, las universidades se han ido contaminando con un “estilo” occidental, y haciendo mucho hincapié en la “reforma” del “Árabe” introduciendo definiciones seculares y conceptos que hasta entonces eran inexistentes dentro de la lengua Árabe. En los últimos años el estilo Americano universitario ha proliferado en el mundo Árabe, especialmente en los países enriquecidos por el petróleo del Golfo Pérsico. Estas universidades, con el beneplácito de las élites locales van reemplazando gradualmente el Árabe literario por el Inglés. La población arabo-parlante está siendo marginada por la utilización del Árabe, mientras que de una forma sibilina y astuta se está potenciando las formas coloquiales del árabe, que usualmente no poseen escritura y que suelen ser ininteligibles para otros arabo-parlantes, proporcionando a los estudiantes árabes la falsa seguridad de no estar siendo discriminados al estarse potenciando sus lenguas nativas.

 

         En realidad, la lengua es inseparable del modo de pensar y sentir, y cambiar la propia lengua por otra determina necesariamente un cambio en el modo de pensar. De igual forma, una mejora en el pensamiento y en la comprensión viene determinada por una mejora en la profundización y estudio de la lengua que uno utiliza (esto es algo común para cualquier lengua) que se volverá más eficaz cuanto más inteligible y clara sea para un mayor número de personas. Sin embargo, el resultado final de haber sido “educado” en las universidades Occidentales, es que los graduados árabes sólo pueden mantener una conversación académica en Inglés, pero aparecen como “provincianos” cuando emplean su Árabe dialectal.

 

         El asalto al Árabe por medio de la educación se remonta a más de un siglo, aunque hasta ahora sólo se había limitado al ámbito de las élites educadas. Sin embargo, un nuevo asalto a la lengua Árabe llega bajo la forma de la televisión por satélite, que está alcanzando unos extremos y a una población más allá de lo que jamás hubiera soñado cualquier misionero o universidad anteriormente. Actualmente, la mayoría de los estados Árabes poseen como mínimo un canal por satélite público o privado, ofertando una variedad de programas que van desde asuntos relacionados con el Islam, noticias, hasta programas de “entretenimiento” y deportes. Aunque algunos de estos canales utilizan la forma estándar del Árabe literario, inteligible para la mayoría, las formas coloquiales han llegado  a ser más usuales. Cuando el Cairo llegó a ser el “Hollywood” del mundo Árabe, el egipcio coloquial tuvo una gran difusión y actualmente es comprendido por la mayoría de los Árabes, a causa del éxito de las películas y la música egipcia durante el periodo Naserista. Más recientemente, el libanés coloquial está ganando terreno como medio de comunicación. Los canales vía satélites libaneses, tales como LBC y Future TV, así como los programas de entrevistas y sus presentadores, están potenciando las formas coloquiales y la jerga popular, mezclado todo ello con expresiones y palabras de moda inglesas tales como “cool” y “okay”. Las estaciones libanesas regentadas y dirigidas por las élites locales (el primer ministro libanés Rafiq Hariri y miembros de la familia real Saudí, por ejemplo) están actualmente en la vanguardia del constante esfuerzo por cambiar y degradar el Árabe, y los locutores libaneses están ganando lentamente apoyo en otros canales nacionales.

 

         El asalto a la lengua forma parte de una agenda más extensa. Recientemente, un propietario de televisión por satélite proclamó audazmente, “Invadiré el Golfo con sexo; dadme diez años”. Seductivas imágenes de chicas cantantes libanesas ligeras de ropas, y programas de entrevistas, presagian este futuro, aunque lo peor seguro que está por venir. Asociada a estas seductivas imágenes, se encuentra la proliferación de formas coloquiales e incluso de expresiones vergonzantes y cursis del Árabe. Un ejemplo de esto es el nuevo show televisivo vía satélite, Zen Tv, producido en Dubai y emitido diariamente en TV Hariri Future. Chicos y chicas libaneses de aspecto seductor, frivolizan y bromean en tono de chanza en su argot local, acerca de películas americanas, música pop, ordenadores de última generación y las últimas modas americanas. Un reciente sondeo en una universidad del Golfo encontró que la TV Zen en su primer año de existencia había ganado una considerable audiencia. En general, las estaciones de televisión están contratando presentadores que sistemáticamente están llevando a cabo la degradación del Árabe a través del empleo de un argot irreverente y americanismos de moda.

 

         Allah ha prometido proteger el Corán, pero es un deber de los Musulmanes proteger la lengua Árabe, especialmente en su forma literaria.

 

         El Corán y la lengua Árabe están siendo objeto de un ataque por los enemigos del Islam, que no pueden soportar el hecho de que la lengua en la que tuvo la Revelación de Allah el Más Elevado, esté aún viva y relativamente en buen estado entre los Musulmanes y el mundo Árabe, después de que hayan transcurrido catorce siglos de la Revelación Coránica. Su odio al Islam y al Corán es la principal razón de su asalto al Árabe, encontrándose asistidos por fuertes poderes locales para llevar a cabo su tarea de corromper y reformular el Árabe. Su objetivo actual se centra en los árabo-parlantes de origen, y por medio de la “educación” y de la televisión vía satélite los enemigos de Allah, lentamente están haciendo progresos en su tarea satánica.

 

         Aún no es tarde para frustrar sus planes, pero es necesarios realizar mayores esfuerzos. Los Musulmanes y los Árabes que todavía aman el Corán, deben despertar a este complot, y desarrollar formas alternativas de educación y comunicación, para contrarrestar esta diabólica embestida.

 

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