La
luna ha desgarrado ya el mando de la noche.
Bebe,
pues no hallarás momento más propicio.
Mantente
alegre, porque durante mucho tiempo
ha
de brillar la luna sobre nuestros sepulcros.
Querida
mía, si fuera posible que el Destino
disponer
nos dejase el triste plan del mundo,
querríamos
sin duda reducirlo a pedazos
para
hacerlo de nuevo según nuestros deseos.
Ghiyathuddin
Abulfash Omar ben Ibrahim al Kheyyam[1].
Irak
debe saber que el tiempo se le acaba.
Condoleezza
Rice[2].
La masacre que prepara el Gabinente Bush en Iraq supone un salto
cualitativo en la reafirmación de las bases económicas, políticas y militares
del Imperio.
Además
del exterminio de miles –quizá millones- de seres humanos, se producirá una
nueva y gravísima agresión al ecosistema de la zona y a largo plazo a todo el
ecosistema planetario. Todo ello supone la violación de la legalidad
internacional, la ruptura de acuerdos, convenios y tratados multilaterales, y un
crimen contra la humanidad del que serán cómplices todos aquellos –gobiernos
o ciudadanos- que colaboren y justifiquen la agresión o silencien su oposición.
El presente análisis se centra en la utilización militar de sustancias
radiactivas y en las temibles consecuencias que tendrá para la población iraquí
en particular y para el resto del planeta a largo plazo.
Aclarando
conceptos:
Uranio
empobrecido, enriquecido y de retratamiento
El Uranio natural está compuesto por tres isótopos radiactivos[3]:
U234, U235 y U238. Las cantidades más altas corresponden a los dos últimos.
La
industria nuclear extrae los isótopos 234 y 235 para fabricar armas nucleares y
para utilizarlos en centrales nucleares civiles. Lo que queda es pues, en un 99%
U238. Oficialmente se denomina a este residuo “Uranio Empobrecido”
utilizando deliberadamente un concepto que trasmite la idea de que se trata de
algo menos peligroso. Pero igualmente podemos denominarlo “Uranio
Enriquecido” si tenemos en cuenta que la proporción del isótopo 238 ha
aumentado considerablemente.
Además,
existen evidencias científicas de que el Uranio utilizado como armamento en
Iraq, Kosovo, Afganistan y muchos otros lugares[4]
no es propiamente este Uranio, sino el que procede de otros procesos
industriales y que se denomina “Uranio de retratamiento”, un residuo
contaminado con otras sustancias radiactivas mucho más peligrosas, como el
Plutonio[5].
La
presencia de Plutonio o de otro isótopo de Uranio, el U236, ha sido reconocida
por la ONU y demuestra sin lugar a dudas que el Uranio utilizado por el ejército
norteamericano o los ejércitos de la OTAN en el golfo y los Balcanes procede de
deshechos de centrales nucleares ya que estas dos sustancias no existen en el
Uranio natural y se producen como consecuencia de la manipulación industrial.
Pero más allá de precisiones técnicas, lo esencial es conocer las
consecuencias –inmediatas y a largo plazo- que la utilización de estas
sustancias tiene para la salud humana y la del planeta.
miente,
oculta y manipula información vital
Estudios clínicos y epidemiológicos documentan la toxicidad del Uranio.
Los efectos correlacionan con zonas en las que se ha utilizado armamento con el
mal llamado “Uranio Empobrecido” como Iraq, la antigua Yugoslavia o Afganistán.
OMS.
Ficha descriptiva num. 257. Enero de 2001. Uranio empobrecido[6]:
“las armas con uranio empobrecido se consideran armas convencionales y las
fuerzas armadas[7]
las utilizan libremente”.
El Uranio de retratamiento tiene, además de los isótopos de Uranio ya
mencionados –U238 y U235- otros componentes aún más peligrosos, como el
Torio 234 y especialmente el Plutonio.
Dos mecanismos silenciados por la propaganda oficial sobre esta sustancia
pero rigurosamente descritos por investigadores son:
·
Efecto
piroforético.
Al impactar contra su objetivo un proyectil revestido, el 70% del Uranio arde y
se oxida produciendo partículas tóxicas y radiactivas invisibles e
indestructibles. Estas partículas son fácilmente transportadas por el aire y
contamina aguas, alimentos y amplias zonas de la atmósfera.
·
Efecto
de proximidad.
Una sola partícula de polvo de plutonio de una milésima de milímetro de
espesor que penetre en el pulmón genera lo que se llama un punto caliente, es
decir, un foco de radiación cuya intensidad equivale a diez millones de veces
la intensidad de la radiactividad natural[8].
Dos
trampas utilizadas habitualmente en los informes y estudios oficiales de
organismos internacionales incluida la Organización Mundial de la Salud:
1.
Confunden la radiactividad natural y la artificial.
La radiactividad natural no llega a ser nociva porque no sobrepasa el potencial
de restauración del organismo. Las manipulaciones de la industria nuclear
llevan a cabo tres procesos diferentes enormemente peligrosos para la salud:
concentra la radiactividad natural, crea átomos radiactivos artificiales
desequilibrados y rompe átomos naturales produciendo miles de átomos
radiactivos.
OMS.
Ficha descriptiva: “los estudios científicos sobre el uranio natural son
aplicables al uranio empobrecido”.
2.
Ocultan la diferencia entre contaminación por radiactividad externa y
radiactividad interna.
Habitualmente
se dice que las radiaciones alfa pueden ser detenidas por una simple hoja de
papel induciendo a pensar que son inofensivas. Sin embargo el efecto de la
radiación alfa exterior es completamente distinto al que se produce si la
irradiación se produce desde el interior del organismo sobre tejidos y células
(efecto de proximidad interna).
OMS.
Ficha descriptiva: “no se han demostrado efectos adversos para la salud en los
limitados estudios epidemiológicos realizados sobre la exposición interna a la
radiación debido a la ingestión e inhalación de uranio empobrecido”.
Estudios
epidemiológicos y clínicos realizados en relación con las poblaciones de Iraq
y la antigua Yugoslavia así como de soldados que estuvieron allí durante la
Guerra del Golfo o las intervenciones de 1995 y 1999 en bosnia y Kosovo arrojan
los siguientes resultados:
·
Aumento
espectacular de cánceres y leucemias.
·
Aumento
espectacular de malformaciones congénitas
·
Aparición
de múltiples Inmunodeficiencias.
·
Afecciones
graves de riñón y del sistema nervioso central.
OMS.
Ficha descriptiva: “si bien teóricamente la exposición al uranio empobrecido
podría entrañar un riesgo de cáncer, parece poco probable que este haya sido
el caso del personal militar en los Balcanes (...) la OMS no dispone de
información suficiente sobre las circunstancias de la exposición en el Golfo o
los Balcanes para extraer conclusiones definitivas”.
En abril de 2002, la asociación Medicina
para el Tercer Mundo realizó un viaje a Iraq como parte una misión de paz
internacional. En el informe que médicos especialistas y generalistas emitieron
posteriormente se recogían algunos hechos dramáticos:
·
“La incidencia de cáncer en la región de Basora era de 11 casos por
100.000 habitantes en 1988. En el año 2001 ha alcanzado la cifra de 116 casos
por 100.000 habitantes. Sobre todo el aumento del número de leucemias en los niños
menores de 5 años y de tumores malignos de los huesos nos han sorprendido”.
·
“La incidencia de las malformaciones congénitas ha aumentado de 3,04
por mil en 1990 a 22,19 por mil en 2001. Decenas de fotos de recién nacidos
(casi todos muertos) muestran anomalías muy extrañas o que nunca se habían
visto, como la ausencia de cabeza, de ojos o de brazos”.
·
“El estudio epidemiológico de los médicos de Basora muestra una
relación entre los lugares bombardeados y la aparición y el aumento de cánceres
múltiples y/o familiares (...) el embargo impide el tratamiento adecuado (...)
y prohíbe a los médicos iraquíes ir al extranjero para formarse así como el
acceso a las publicaciones científicas extranjeras, incluso la suscripción
pagada a la edición electrónica”.
Convención
para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (resolución 260 a iii de
9 de diciembre de 1948):
“se entiende por delito de Genocidio (...) matanza de miembros del grupo; lesión
grave a la integridad física de los miembros del grupo; sometimiento
intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física total o parcial”.
OMS.
Ficha descriptiva: “la OMS continúa asesorando al equipo especial de las NNUU
en los Balcanes y sobre las posibles consecuencias para la salud y el medio
ambiente de la guerra del Golfo (...) es necesario hacer más
investigaciones”.
Dr. Siegwart-Horst Günter, Presidente de la Asociación humanitaria Cruz
amarilla. Realizó investigaciones en Iraq que han demostrado tasas de
radiactividad no explicables en proyectiles. Fue encarcelado y privado de su
pensión.
Un científico de un famoso instituto de investigación europeo hizo análisis
a excombatientes de la Guerra del golfo mostrando que estaban gravemente
enfermos. Se le prohibió continuar y fue amenazado con ser destituido.
Uno de los excombatientes estudiados pidió los resultados de los análisis.
Se le negaron pero se le informó que estaba en perfecto estado de salud.
Un mensajero que transportaba muestras para ser analizadas voló por los
aires junto con las muestras[9].
La lista de los esfuerzos por “hacer más investigaciones” es
interminable: frenos cortados en vehículos de científicos, ordenadores
confiscados, atentados contra médicos...
La
utilización de la energía nuclear en todas sus manifestaciones y finalidades
viene alterando desde hace décadas el campo de energía vital de La Tierra.
Investigaciones
multidisciplinares realizadas desde los conocimientos que aportan la biofísica,
la biosociología, la psicología de masas o la ergonomía ponen en evidencia la
correlación existente entre pruebas nucleares, centrales nucleares y
explosiones atómicas por un lado y una serie de fenómenos que perturban el
ecosistema terrestre y las relaciones humanas por otro: tormentas, terremotos,
inundaciones, sequías y desertización, tornados, olas de calor y alteraciones
psicosociales con un dramático fondo de violencia, autoritarismo, represión,
aumento del control de los ciudadanos y modificaciones regresivas de las
legislaciones de los estados.
Es
de vital importancia tener presente que la liberación de peligrosos residuos
radiactivos al medio supone un peligro para el futuro de la humanidad a través
del daño causado al patrimonio genético y que la duración de la capacidad
radiactiva de esas sustancias es virtualmente eterna[10].
Lo
que la legalidad internacional establece en relación a la agresión que el
Gabinete Bush está preparando contra Iraq queda meridianamente claro en la
siguiente Resolución. Léase con detenimiento y a la luz de los datos resumidos
hasta aquí (las negritas son mías).
Resolución
57/27: Medidas para eliminar el terrorismo internacional. Aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la 52ª sesión plenaria del
19 de noviembre de 2002
La
Asamblea General,
(...)
1.
Condena enérgicamente todos los
actos, métodos y prácticas terroristas por considerarlos criminales e
injustificables, dondequiera y por
quienquiera que sean cometidos;
2.
Reitera que los actos criminales con
fines políticos realizados con la intención de provocar
un estado de terror en la población en general, en un grupo de personas o
en determinadas personas son injustificables en toda circunstancia, cualesquiera
sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas,
religiosas o de cualquier otra índole que se hagan valer para justificarlos;
3.
Reitera su llamamiento a todos los
Estados para que adopten nuevas medidas, de conformidad con la Carta de las
Naciones Unidas y las disposiciones pertinentes del derecho internacional,
incluidas las normas internacionales de
derechos humanos (...);
4.
Reitera también su llamamiento a
todos los Estados para que, con el fin de aplicar en forma más eficiente los
instrumentos jurídicos correspondientes, intensifiquen, cuando y donde proceda,
el intercambio de información sobre hechos relacionados con el terrorismo y
para que, al hacerlo, eviten la difusión
de información inexacta o no verificada;
5.
Reitera su llamamiento a los Estados
para que se abstengan de financiar o alentar actividades terroristas, apoyarlas
por cualquier medio o proporcionar adiestramiento para ellas;
6.
Reafirma que tanto la cooperación
internacional como las medidas adoptadas por los Estados para luchar contra el
terrorismo deben desarrollarse de conformidad con los principios de la Carta, el derecho internacional
y los convenios y convenciones internacionales pertinentes; (...).
Entre
esos convenios y convenciones se encuentran, por ejemplo:
·
La Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio.
·
La Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y
de los crímenes de lesa humanidad.
·
Los diversos Tratados relacionados con armas nucleares: sobre prohibición
de ensayos (1963 y 1996), sobre creación de zonas libres de armas nucleares
(1985, 1995 y 1996), y particularmente el Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares de 1968 en el que las partes firmantes se comprometen a iniciar un
completo desarme nuclear bajo control efectivo y estricto de la comunidad
internacional.
Resaltemos
también que la Carta de las Naciones
Unidas a la que se remite en varias ocasiones la Resolución 57/27 contra
el terrorismo estipula las funciones y poderes del consejo de Seguridad, entre
las que figura: “determinar si existe una amenaza a la paz o un acto de agresión
y recomendar qué medidas se deben adoptar”.
Asimismo,
en relación con el “vital compromiso” para “lograr la eliminación total
de las armas nucleares en el planeta” las Naciones Unidas se marcó en su
momento los siguientes objetivos:
·
Organizar las relaciones políticas entre las mayores potencias en forma
que reduzcan al mínimo el riesgo de una
guerra.
·
Revitalizar el marco institucional para implementar la política de
control de armas sin que un sólo país o
institución asuma la primacía.
·
Buscar un compromiso real de las grandes potencias para con el sistema
internacional para que asuman un
liderazgo responsable.
Documento:
“La nueva estrategia de Seguridad Nacional de los EEUU”:
“el presidente no tiene ninguna intención de permitir que algún poder
extranjero alcance la enorme delantera que Estados Unidos ha logrado desde la caída
de la Unión Soviética hace más de una década (...) Nuestras fuerzas serán
lo suficientemente fuertes para disuadir a potenciales adversarios de promover
una acumulación militar con la esperanza de superar, o igualar, el poder de
Estados Unidos”.
Como
se ve, resulta imposible contener la vergüenza y la indignación ante la
profunda degradación moral de la institución de las NNUU y ante la constatación
de su fracaso absoluto a la hora de poner mínimamente en marcha los objetivos
para los que fue creada.
Estamos
asistiendo a un gigantesco e indignante ejercicio de cinismo criminal: los
medios van desgranando el interminable rosario de resoluciones, declaraciones,
amenazas, debates y posicionamientos sobre un esperpéntico guiñol parajudicial
caracterizado por la presunción de culpabilidad, las pruebas secretas, la
actuación de la administración norteamericana como juez, parte y verdugo, las
falsas acusaciones, la pretensión de obtener pruebas bajo amenazas y lo que aún
nos quede por ver; por su parte, tertulianos aquejados de desoladora pobreza
intelectual y lastimosa degradación humana van discutiendo sobre cuestiones
formales mientras se prepara minuciosamente una masacre que ya funciona como
amenaza, como instrumento de presión y por tanto como acto de terrorismo; y los
eurodéspotas no terminan de tenerlo claro, desde las cínicas declaraciones de
la ministra española Ana Palacios –“el gobierno no rehuirá su compromiso
con la legalidad internacional, la paz y la estabilidad en la región”- hasta
las pantomimas pacifistas franco-alemanas.
Y
mientras ese fragor apocalíptico se pasea ante nuestros ojos, lo obvio
permanece enterrado: que son los EEUU los que tienen armas de destrucción
masiva, que son los EEUU los que violan la legalidad internacional, que son los
EEUU los que amenazan la paz, que son los EEUU los que vienen cometiendo un
delito de genocidio y están dispuestos a multiplicarlo hasta lo inconcebible en
función de sus intereses imperialistas.
“Iraq
debe saber que el tiempo se le acaba”.
Querida
mía, si fuera posible que el Destino
disponer
nos dejase el triste plan del mundo,
querríamos
sin duda reducirlo a pedazos
para
hacerlo de nuevo según nuestros deseos.
__________________________
Documentación
disponible en Internet:
·
Asociación de medicinas Complementarias: tiene en su página web un
importante dossier sobre el Uranio Empobrecido con Informes científicos,
contactos en todo el mundo y análisis de la manipulación informativa. Un buen
resumen es el artículo: “Las mentiras sobre el Uranio Empobrecido (UE). Es
peligroso para todos, para siempre y no es uranio empobrecido” de Alfredo
Embid. www.amcmh.org
·
Comité de solidaridad con la Causa Árabe: www.nodo50.org/csca/uranio.html
·
La guerra químico nuclear en Bosnia: www.emperors-clothes.com/articles/tika/hell2.htm
·
International Action Center: www.iacenter.org
·
Versión oficial sobre el UE en www.who.int
·
Derechos Humanos en Naciones Unidas: www.unhchr.ch/spanish/html
Algunos
libros
distribuidos
por el Laboratorio de Investigación Biofísica dirigido por el Dr. James DeMeo
(www.orgonelab.org):
·
“Metal
of Dishonor: Depleted Uranium. How the Pentagon Radiates soldiers &
civilians with DU Weapons”. Recopilación
de artículos científicos, testimonios de veteranos de la Guerra del Golfo y
representantes de grupos antinucleares y ecologistas.
·
“Radiation-induced
cancer from low-dose exposure: an independent analysis”. John W. Gofman. Evidencias
que prueban que la carcinogénesis producida por radiación nuclear ocurre a
partir de las más pequeñas dosis concebibles refutando las afirmaciones de la
ciencia oficial de que las dosis bajas son seguras.
·
“The
Enemy within: the High Cost of Living near Nuclear reactors”. Jay M. Gould.
[1]
“Rubaiyat”. Barcelona, Plaza y Janés Editores, 1969.
[2]
“Por qué sabemos que Sadam miente”. El Mundo, Tribuna Libre, 24 de enero de 2003.
[3]
La RADIACTIVIDAD es una propiedad que poseen determinados átomos inestables
y consiste en emitir partículas para conseguir estabilizarse o
regularizarse. Estas partículas tienen una gran carga energética y
provocan cambios en la estructura de la materia en la que penetran, en
particular son capaces de alterar las estructuras eléctricas de los átomos
arrancándoles electrones y convirtiéndolos en iones, es decir, ionizándolos.
Los tejidos vivos son especialmente sensibles a la ionización y su
configuración molecular puede ser facilmente perturbada causando
importantes problemas de salud y afectando a la información genética de
las células (fuente: “Contaminación electromagnética”. Raúl de la
Rosa. Ed. Terapion, Valencia, 1994).
[4]
Aunque el primer reconocimiento oficial de la utilización militar de
“Uranio Empobrecido” se refiere a la Guerra del Golfo en 1991, existen
pruebas de que ya había sido utilizado durante la segunda guerra mundial
por los nazis y a partir de 1973 por Israel en Egipto, Líbano y Palestina.
El uranio empobrecido se ha utilizado también en Somalia, Bosnia y Kosovo,
y en campos de tiro de todo el mundo: Canadá, Japón, Vieques (Puerto
Rico), Corea del Sur, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Grecia y Turquía.
[5]
“Contaminación por U236 en Iraq”. International
Depleted Uranium Study Team. Revista
de Medicinas Complementarias, Medicina Holística, núm. 68 (Artículo
disponible en la red: www.amcmh.org).
[6]
Documento disponible en www.who.int
[7]
Según un informe elaborado y publicado en enero del 2001 por el periódico Targets
los Países que poseen armas de uranio empobrecido son: Argentina,
Australia, Arabia Saudí, Bélgica, Barein, Bolivia, Brasil, Canadá,
Croacia, República Checa, Colombia, Dinamarca, Egipto, Francia, Alemania,
Grecia, Hungría, Israel, Irak, Islandia, Italia, Japón, Jordania, Kuwait,
Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal, Panamá, Pakistán,
Polonia, Puerto Rico, Rusia, España (aunque el ministerio de defensa lo
niega), Corea del Sur, Taiwan, Turquía, Tailandia, Gran Bretaña, Estados
Unidos (fuente: Asociación de Medicinas Complementarias).
[8]
Para precisar elementos técnicos, ver “Informe André sobre la enfermedad
de la Guerra del Golfo”. Maurice Eugéne Andre, especialista en protección
nuclear, biológica y química; elaborado con la ayuda del Informe del
profesor Asaf Durakovic sobre la Guerra del golfo, presentado en Bruselas el
26 de octubre de 2000. (www.amcmh.org).
[9]
“Sobre la prueba de la causalidad entre UE y enfermedades, muerte y anomalías
congénitas y abortos espontáneos”. Albrecht Schott. Revista de MC, MH, núm.
68.
[10]
Vida media radiactiva de algunos isótopos de Uranio: U234: 162.000 años;
U236: 23.900.000 años; U237: 4.510.000.000 años. Hay que precisar que la
“vida media radiactiva” en el tiempo en el que un elemento pierde la
mitad de su radiactividad, pero esto no significa que en el doble de tiempo
la haya perdido toda. Por ejemplo, el Yodo 131 tiene una vida media de 8 días,
sin embargo conserva radiactividad 800 años después.