¿Qué dice el Islam acerca del Terrorismo?

 

         En primer lugar, nos gustaría señalar que el estudio de la historia debería demostrar que el Islam y el terrorismo son extremos opuestos. No hay punto de encuentro entre el Islam y el terrorismo tal y como es practicado por los grupos terroristas en diferentes partes del mundo. El terrorismo implica el uso indiscriminado de la fuerza para conseguir ciertos objetivos. En el Islam, el uso de la fuerza está permitido solamente en situaciones especiales, en particular cuando la comunidad musulmana está amenazada por fuerzas hostiles. Y aún entonces, el uso de la fuerza en una campaña de Yihad está determinado por el líder de la comunidad musulmana de una manera concreta.

 

         Una de las características distintiva de nuestros tiempos en los que vivimos es la omnipresencia de la violencia en nuestras sociedades. Ya se trate de una bomba en un mercado o del secuestro de un avión donde gente inocente es detenida al azar para conseguir fines políticos, vivimos en una época, donde la manipulación y la pérdida de vidas inocentes ha llegado a ser moneda común.

 

         Tal es la naturaleza invasiva de la violencia, que el "terrorismo" está considerado como una de las primeras amenazas para la paz y la seguridad de nuestras sociedades.

 

         El término "terrorismo" llegó a ser de uso amplio hace tan solo unas décadas. Uno de los resultados desafortunados de esta nueva terminología  es que limita la definición de terrorismo a aquel que es perpetrado por pequeños grupos o individuos. El terrorismo, de hecho, abarca el mundo entero, y se manifiesta de distintas formas. Sus ejecutores no responden a ningún estereotipo concreto. Aquellos que consideran la vida humana de poco valor y tienen el poder de malgastarla, aparecen en diferentes niveles en nuestras sociedades. El frustrado empleado que mata a sus colegas a sangre fría es un terrorista que provoca nuestra cólera y repulsa. Irónicamente, sin embargo, el político que utiliza viejas diferencias étnicas entre pueblos para consolidar su posición, el cabeza de estado que ordena "carpet bombing" (nota: este fue el sistema de bombardeo utilizado por los americanos en Afganistán) de ciudades enteras, los exaltados parlamentos que condenan a millones de civiles a la muerte mediante la aplicación de la insidiosa arma de las sanciones económicas, rara vez son castigados por sus crímenes contra la humanidad. Es esta estrecha definición de terrorismo que implica a sólo individuos y grupos, la que ha causado que los musulamnes sean asociados con actos de destrucción y terror, y como resultado, que lleguen a ser víctimas ellos mismos de la violencia ciega y el terror. Algunas veces el Islam es visto como responsable de los actos de un puñado de musulmanes y a menudo por los actos de no musulmanes!.

 

         ¿Cómo es posibles que el Islam, cuya luz puso fin a las Edades Oscuras en Europa, plantee ahora el advenimiento de una era de terror?, ¿puede una fe con más de mil dos cientos millones de fieles en el mundo, y más de 7 millones en América, defender realmente el asesinato y la mutilación de gente inocente?, ¿puede el Islam, cuyo mismo nombre significa "paz" y "sumisión a Allah", alentar a sus seguidores para que trabajen para la muerte y la destrucción?

 

         Durante demasiado tiempo hemos descansado en imágenes populares de los medios de comunicación y en las películas de Hollywood para responder a esta cuestiones. Es hora de mirar en las propias fuentes del Islam y en su historia para determinar si el Islam en verdad defiende la violencia.

 

         La santidad de la vida humana

 

         El Noble Corán dice: "...no arrebatad ninguna vida, la cual Allah ha hecho de ella algo sagrado, salvo en caso de justicia y ley: esto es lo que Él os ordena, para que podáis aprender sabiduría." (Al-An'am, 151)

 

         El Islam considera toda forma de vida como algo sagrado. No obstante, la sacralidad de la vida humana tiene reservada un lugar especial. El primero y más básico derecho de un ser humano es el derecho a la vida. Allah dice en el Corán: "...si alguien mata a una persona -a menos que sea por asesinato o porque extienda el mal sobre la tierra- es como si hubiera matado a toda la humanidad; y si alguien salva una vida humana, es como si hubiera salvado la vida de toda la humanidad." (Al-Ma'idah, 32)

 

         Tal es el valor de una sola vida humana, que el Corán equipara el arrebatar injustamente la vida al asesinato de la humanidad entera. Por tanto, el Corán prohíbe claramente el homicidio. Quitar la vida de un criminal por parte del Estado se hace en este caso con el fin de impartir justicia y de preservar la paz y la seguridad de la sociedad. Tan solo una corte competente y apropiada puede decidir si un ser humano ha de perder su derecho a la vida después de haber despreciado el derecho a la vida y a la paz de otros seres humanos.

 

         La Ética de la Guerra

 

          Incluso en estado de guerra, el Islam alienta a que se tenga un trato noble con el enemigo en el campo de batalla. El Islam ha dibujado una línea clara entre los combatientes y los no combatientes del país enemigo. En cuanto a lo concerniente a la población no combatiente, como mujeres, niños, ancianos, enfermos, etc. las instrucciones del Profeta son: "No matad a ningún anciano, niño o mujer." (Transmitido por Abu Dawud); "No matad a los monjes en los monasterios" (Musnad de Ahmad ibn Hanbal)

 

         Durante una batalla, el Profeta (s.a.s.) vió el cuerpo de una mujer yaciente sobre el suelo y dijo: "Ella no estaba combatiendo. ¿Cómo fue entonces asesinada?". A todos estos no combatientes se les garantiza la seguridad de sus vidas incluso aunque su estado esté en guerra con un estado islámico.

 

         Yihâd

 

         Mientras que el Islam es malinterpretado de forma general en el mundo occidental, quizás ningún otro término evoque más conflicto que el del término 'Yihâd'. Del término 'Yihàd' se ha abusado extraordinariamente para evocar extravagantes imágenes de violentos musulmanes forzando a la gente a punta de espada. Este mito fue perpetuado a lo largo de siglos de recelo durante y después de las Cruzadas. Desgraciadamente sobrevive hasta hoy en día.

 

         El término Yihad deriva de la raíz verbal ýahada, que significa esfuerzo. Por tanto, ÿihâd, literalmente es un acto de esfuerzo. Yihâd primariamente está referido a la lucha interior del ser humano para llegar a ser más virtuoso y perfeccionar su sumisión a Allah en todos los aspectos de la vida.

 

         En segundo lugar, el Yihâd se refiere a la lucha contra cualquier injusticia. El Islam, al igual que otras muchas creencias, permite la autodefensa, la lucha contra la tiranía, la explotación y la opresión. El Noble Corán dice: "¿Y por qué no lucháis por la causa de Allah y por la de aquellos que son débiles, maltratados y oprimidos?. Hombres, mujeres y niños cuyo grito es: '¡Señor nuestro! rescátanos de esta ciudad, cuya gente es opresora; y levanta para nosotros alguien que nos proteja; y levanta para nosotros alguien que nos ayude'" (Al-'Imran)

 

         Por tanto, el Islam alienta a sus seguidores a la lucha en la auto-purificación, así como a la lucha para el establecimiento de la justicia y la paz social. Un musulmán no puede permanecer pasivo cuando ve la injusticia y la opresión alrededor suya. Tal y como dijo Martin Luther King: "Nos tendremos que arrepentir en esta generación no solo por las palabras de odio y las acciones de la gente perversa, sino también por el sobrecogedor silencio de la buena gente."

 

         El Islam alienta a todos los musulmanes a trabajar activamente a mantener el equilibrio en el que Allah creó todo. Sin embargo, independientemente de cuan legítima pueda ser la causa, el Noble Corán nunca justifica el asesinato de gente inocente. Aterrorizar a la población civil nunca puede ser calificado como Yihad, y nunca puede ser conciliado con las enseñanzas del Islam.

 

         Historia de Tolerancia

 

         Incluso los sabios occidentales han negado el mito de la conversión forzada al Islam por parte de los musulmanes. El gran historiador De Lacy O'Leary escribió: "La Historia es clara en señalar que la leyenda de fanáticos musulmanes, barriendo mediante la espada y forzando a la gente al Islam a punta de espada sobre las razas conquistadas es uno de los más fantásticos y absurdos mitos que los historiadores han repetido." (Islam at Crossroads, Londres, 1923, pág. 8)

 

         Los musulmanes gobernaron la península Ibérica durante 800 años. Durante este tiempo, hasta que fueron expulsados, a los no musulmanes se les permitió vivir y florecer. Es más, minorías cristianas y judías ha vivido en tierras musulmanas de Oriente Medio durante siglos. Países tales como Egipto, Marruecos, Palestina, Líbano, Siria y Jordania tiene significativas poblaciones cristianas o judías.

 

         Esto no es sorprendente para un musulmán, porque su Islam le prohíbe forzar a los demás a que adopten su punto de vista. El Noble Corán dice: "No hay compulsión en el Din: la verdad sobresale claramente sobre el error; así, quien se niegue a ser conducido por los perversos y se abra a Allah, ha agarrado con seguridad una empuñadura fuerte, que no tiene grietas”, (Al-Baqara, 256)

 

         Islam, el gran unificador

 

         Lejos de ser un dogma militante, el Islam es un estilo de vida que trasciende la raza o la etnia. El Corán nos recuerda constantemente nuestro origen común: "¡Oh humanidad!, Os hemos creado de una sola pareja varón y hembra, y os hemos dividido en naciones y tribus, para que os conozcáis mutuamente. En verdad el más honorable a los ojos de Allah es el más recto de entre vosotros. Y Allah es Omnisciente y conoce todo." (Al-Hujrat, 13)

 

         Así, es la universalidad de sus enseñanzas la que hace que el Islam sea la religión de más rápido crecimiento en el mundo. En un mundo lleno de conflictos y profundos cismas entre seres humanos, un mundo amenazado por el terrorismo perpetrado por individuos y estados, el Islam es un faro de luz que ofrece una esperanza para el futuro.

 

         IslamOnline

         Traducción: Musulmanes Andaluces