Pasajes de la historia de al-Andalus
El refranero andalusí de Ibn Sharaf
II
101- El cuerpo del hombre de alma grande siempre anda fatigado
y cargado, porque el alma cada vez le echa más peso.
102- Sentimos contra el destino una cólera que no nos sirve:
la cólera del cautivo agarrotado por correas.
103- Soportar que se haga el mal, viéndolo además con los propios ojos,
cosa es que deja extenuado al cuerpo más lleno.
104- La hermosura en la cara del mancebo no va en su honor
si no está también en su obrar y en su carácter.
105- Cuando las almas son grandes,
los cuerpos se fatigan en ir tras lo que ellas desean.
106- La cólera contra el destino es fuego en las entrañas,
pero es tan inútil como la cólera del cautivo contra las correas que lo atan.
107- Soportar la maldad y ver al que la comete,
alimento malo es con que adelgazan los cuerpos.
108- Me desazoné por la desgracia algún tiempo; pero luego se me pasó,
y la suerte aplanó mi alma para recibir la desgracia.
109- El que mal obra, piensa mal de los demás,
y el que asaetea teme que le asaeteen y atraviesen.
110- Dulce es el agua; pero a veces la tacha de amarga
el enfermo que no halla modo de curar.
111- Quien mucho vive en el mundo, advierte en él
cambios y mudanzas de lo que antes era.
112- Desprecio las desgracias y no me cuido de ellas,
pues ningún provecho saco de cuidarme.
113- Cuando el hombre obra mal, piensa mal de los demás
y da crédito a suposiciones como las que él lleva dentro.
114- A quien tiene boca amarga y doliente,
le amarga en ella hasta el agua clara.
115- Quien mucho vive en el mundo, advierte como éste cambia
a sus ojos, hasta ver mentira lo que antes era verdad.
116- La muerte es más llevadera que la vida del vil,
y a quien envidia al vil, Allah lo castiga con dureza.
117- La injusticia es innata en el hombre, salvo que la refrene
el temor d que el castigo vendrá más pronto o más tarde.
118- Cuando vas a irte de su lado, y lo ves contento de que lo hagas,
él es quien quiere separarse de ti.
119- Poner cerca y luego lejos; recién nacidos y arrebatados por la muerte:
tal es el trabajo de sino, que rehúsa vacación.
120- Vil es quien envidia la vida del vil:
la muerte es preferible a algunas vidas.
121- La injusticia es innata en los hombres, y si hallas un justo,
es que tiene alguna razón de no ser injusto.
122- Cuando te vas de gentes que podían haber evitado
que las dejaras, son ellas las que se van.
123- Así marcha la gente: reuniones y separaciones;
muertos y recién nacidos; los que odian y los que aman.
124- Quédate donde hayas encontrado lo que te gusta, en tierra, gentes,
vida agradable, y justicia y favor que te hagan.
125- No te engañe que la gente enseñe los dientes:
el león los enseña para amenazar y dominar.
126- No fíes que un león va a cazar para ti:
serías como quien pone trampas para cazar, y el cazado es él.
127- Todo el que no sabe su propio valer,
es pasto de las hablillas de las gentes.
128- No hay más patria del hombre que aquella en que le va bien,
ni más parientes tiene que sus amigos.
129- Si ves asomar los colmillos del león,
no pienses que el león sonríe.
130- A quien usa del león como sacre para su caza,
acaba el león por hacerlo una de sus presas.
131- Si alguien ignora su propia capacidad,
los demás ven en él lo que él mismo no ve.
132- Quien tiene algo de su natural, no ha menester fingirlo:
¿vea alcoholarse a quien tiene los ojos negros?
133- Aquel cuyas solas armas contra la adversidad son el llanto,
se verá incapaz de hacerla frente, dejado de la mano de Allah.
134- Se alza a veces el velo ante los pedigüeños;
pero éstos ven otro velo corrido ante lo que piden.
135- Durante un tiempo renegué de las desgracias del sino,
pero luego mi alma les decía: ¡bienvenida seáis!
136- Porque tu magnanimidad no es forzada:
alcoholarse los ojos no es como tenerlos negros.
137- Si no esgrimes otra arma que el llanto,
no haces más que desasosegar tus entrañas y golpear tu mejilla.
138- ¿Me sirve acaso que se alcen los velos entre nosotros,
si otros velos se interponen ante lo que espero de ti?
139- Renegué un día de las desgracias que me cayeron encima;
pero luego las reconocía y se hicieron costumbre.
140- A quien consume la vida en allegar riquezas,
la pobreza se le adelanta veloz, con reproche y rebajamiento.
141- La suerte se da prisa en quitarnos lo que nos dio,
y nosotros la queremos repeler por avidez y avaricia.
142- No merece el destino que fíes de él
para vivir y procrear, ni que cifres en él esperanzas.
143- Junto a un noble, mejor es el amor que el dinero,
y no hay que poner confianza en las riquezas.
144- Quien consume sus horas en juntar dinero,
por miedo de ser pobre, lo que hace es pobreza.
145- Nuestras manos quieren avaramente retener nuestras almas
contra la suerte, siendo así que nuestras almas de la suerte son.
146- El destino no merece que espere de él
vida, ni que en él se desee tener hijos.
147- Si consigo tu amor, la fortuna es despreciable,
y cuanto hay sobre la tierra sólo es tierra.
148- La suerte te quita de las manos lo que asieron:
¿qué no pasará con lo apartado de tus manos?
149- Di al cobarde ¿Acaso no es la muerte el fin
irremediable, por mucho que vivas?
150- Dan los reyes según sus propios méritos, no conforme
a los méritos de esta gente, fortuna y preeminencia.
151- La fuerza del débil es la calumnia: el débil usa
de la mala lengua al verse maniatado.
152- Si la índole del mundo rehúsa hacer durar un amigo que existe,
¿cómo voy a pedirle que me devuelva un amigo que se fue?
153- Puesto que no hay escape de la muerte,
no tiene sentido que seas cobarde.
154- ¡Ojala los reyes repartiesen según los méritos,
y no pudiese apetecerlos el vil!
155- Soy asaz grande para responder a mis enemigos ausentes,
pues toda maledicencia es la fuerza del que no tiene fuerza.
156- Me maravillo de quien, teniendo espada aguda
y cortante, no la desenvaina en la calamidad,
y de quien, viendo ante sí abierto el camino de la gloria,
se desentiende de los camellos y corceles de buen paso.
157- El peor defecto está para mí en quienes, pudiendo
hacer bien lo que hacen, creen que la mengua es perfección.
158- Me maravillo de quien, teniendo talla y fuerza,
falla como las espadas que no cortan,
y de quien, habiendo dado con el camino de la gloria,
no deja a la camella sin joroba.
159- Entre las tachas de la gente no vi otra mayor
que la de que no lleguen a la perfección los capaces.
160- No hay gloria sin dinero, ni hay
dinero si no está cubierto por la gloria.
161- Vendí a las claras mi juventud por la experiencia;
pero ¡ojala en el contrato no hubiesen entrado las canas!
¡Ojala el tiempo me vendiese la juventud que se me llevó,
y que pagaría con la sensatez y experiencia que me ha dado!
162- Di a quien me envidia las cosas que me entristecen:
tómalas, para despreciarlo, asustarlo y envilecerlo.
163- ¡Cuántas cosas me deparó el mundo! Pero la más extraña
es que me envidien por aquello de que me quejo.
164- Nos sonríen y les sonreímos con engaño;
decimos mentiras y falsedades como las suyas.
165- Puesto que el amor de las gentes es mendaz,
a su sonrisa correspondo con mi sonrisa;
y, si fingen llorar, fingimos llorar como ellos,
que las lágrimas pueden revelar realidad o astucia.
166- Iguales son en la muerte el ignorante y el entendido,
y a veces los ignorantes viven más.
167- Gentes hay que quieren gloria sin fatiga.
¡Nada de eso! Para ir a la gloria, remángate las bragas.
168- Con gran esfuerzo mandan los mejores. ¡Deja
de arrastrar cola y de llevar largos zaragüelles!
169- Por iguales que parezcan las lágrimas en toda mejilla,
se distingue bien al que llora de veras del que lo finge.
170- Muere en su ignorancia el rabadán
igual que muere Galeno con toda su medicina.
171- Quieres que yo tope con la gloria de balde;
pero es menester que defienda a la miel el aguijón de la abeja.
172- De no ser por lo que cuesta, todas las gentes mandarían;
pero la generosidad arruina y el arrojo mata.
173- Perder la honra representa pobreza para el rico,
aunque sus bienes le satisfagan con ganancias y mejoras.
174- Mejor es la pobreza para los pobres que una fortuna
que exponga sus honras al vituperio.
175- No trates de conseguir pidiéndolo lo que por la fuerza
puedas tener: para mí es lo mejor que se alcanza.
176- Si el cobarde esta sólo, tiene pretensiones;
pero, cuando ve al enemigo, huye de él temeroso.
177- Si los viles tuvieran seso, verían que la riqueza les trae
censuras que no les procuraría la pobreza.
178- El adinerado está menesteroso de honra;
pero no la busca, como buscó la riqueza siendo pobre.
179- Quien puede hacerse con algo a la fuerza
y arrebatándolo, no trata de alcanzarlo pidiéndolo.
180- Cuando el cobarde está solitario en un campo,
allí, a solas, pide guerra y combate.
181- Todo lo penoso se hace fácil, una vez pasado,
aunque se recio castigo o los pájaros abâbîl.
182- A veces una acción es alabada, pero no en loa del que la hace,
como ocurre con el espectro nocturno que viene desde el amado al extenuado de amor.
183- El reino es un huésped bienvenido, si te lo entrega la espada:
hazte príncipe en él, si antes no era tuyo.
184- Mátanse los hombres unos a otros, y sin sacar
tajada, se igualan en la tierra que les cae encima.
185- Todo lo no sucedido aún es tan arduo para
las almas, como después es llevadero, ya pasado.
186- A veces, en algo que te sucede, no alabas a quien
lo ha hecho, pero alabas la acción.
187- La honra más alta no está libre de baldón
si no corre por sus costados la sangre del ofensor.
188- Mátanse los hombres unos a otros por amor
del mundo, y no sacan tajada de él.
Se acabó la casida que contiene las ideas de los versos con refranes y sentencias; obra de Abû 'Abd Allah Muhammad ibn Sharaf al-Qayrawânî (¡Allah se apiade de él, esté satisfecho de él y haga que sus méritos nos aprovechen! Amîn). Fue terminada de copiar a mediados de rabi' az-zani del año 1284 (17 de julio de 1867).
¡Bendiga Allah a nuestro señor Muhammad y a sus familiares y compañeros, y déles salvación completa!