Sueños Verdaderos
del Sheij. F. G. Haddad
 

Fuente: livingislam.org
Traduccion: Omar Al Galliqi

  Los musulmanes utilizan dos valorativas formas árabes para la palabra "sueño": ru'ya y hulm, respectivamente "visión" y "fantasma", ambas se mencionan en el Corán y en la Sunnah Profética -que difieren ampliamente en la aplicación y el significado, el primero es el bien y el segundo se refiere al mal.

Cuando el sueño se origina en una mayor fuente espiritual, como Dios o los ángeles, es una "verdadera visión" (ru'ya sadiqah). Este es el caso en que, la Madre de los Creyentes Aisha, cuando describió el inicio de la bajada de la revelación al Profeta Muhammad, sobre él y su familia sean las bendiciones y la paz. Esas visiones son edificantes pero no eran sólo una cosa que sucedía por rutina, sino también tenía implicaciones significativas ya que las revelaciones son invariablemente confirmadas en un estado especial:

"Él nunca vería una visión", continuó, "salvo que, posteriormente, se hiciera realidad tanto como la claridad del amanecer ".

El Profeta MUhammad SAW vio en un sueño que él había conquistado Mekah mucho antes de la conquista, la cual tuvo lugar después de que el verso del Corán fuera revelado: "Allah ha cumplido con la visión de Su Mensajero en verdad". (46:26).

Del mismo modo, el profeta José que la Paz sea con él, vio 11 planetas prosternados ante él (12:4), que eran sus 11 hermanos que finalmente quedaron bajo su influencia.

Sin embargo, si el sueño proviene de una fuente menor como su ego (nafs), el diablo (Shaitan) o una mezcla de ambas, se considera insignificante o nocivo. Ejemplos de nafs proyectado en sueños son las fantasías sexuales, los sueños de agua sediento, la riqueza o de otras preocupaciones arraigadas en la psique, así como descripciones incoherentes. Ejemplos de susurros satánicos son los sueños que afectan negativamente al espíritu. Todos estos fenómenos el Corán los denomina como "una confusa mezcla" (12:44, 21:5), por lo que el propio Profeta hizo la distinción semántica: "Ru'ya es de Dios, mientras que hulm es del diablo". Recomendó contar los sueños sólo del primer tipo. En cuanto a los malos sueños, se ordenó su ocultamiento para mantenerse a salvo de sus daños, buscando refugio en Dios de ellos y jamás contarlos a nadie.

El Islam prohíbe la interpretación de los sueños, excepto a los expertos. Esta prohibición está en el reconocimiento del efecto positivo o negativo pueden tener los sueños en nuestro estado y también a causa de la inefable conexión entre la realidad y su interpretación a la luz de los hadith proféticos:

"Los sueños son una de las 46 partes de la Profecía".

El mismo hadith dice:

"No queda nada de los inicios de profetismo, salvo la buena visión (sueño) que pueda tener un musulmán".

Entre las pocas personas a las que los Compañeros confiaron sus sueños son el mismo Profeta y su íntimo amigo Sayyiduna Abu Bakr Al-Siddiq, los cuales erandos expertos intérpretes. Entre los musulmanes de la generación, el más eminente intérprete Ibn Sirin, advirtió contra de los aficionados:
"Esta cuestión está conectada con la religión, así que cuidad de quien tomáis vuestra religión!"

Cuando al Imam Malik se le preguntó si alguien podía interpretar sueños, él contestó:
"¿Qué? ¿Es la religión un juguete?"

Quizás la más férrea garantía de un buen sueño en el Islam de la afirmación del Profeta de que:

"Quien me ve en un sueño me ha visto realmente, porque el diablo no puede suplantarme".

Sin embargo, aparte de sus contemporáneos directos, ¿cómo puede uno estar seguro que está viendo al Profeta, y no otra cosa que él se imagina que es el Profeta? El alim respondió: "Conocer las características del Profeta es fundamental para que usted pueda estar seguro. Esta es la razón por la que el al-Imam al-Tirmizi compiló "Shamail al-Nabawiyya", la más famosa colección de hadiths (unos 400) sobre el físico y la moral de los atributos del Profeta Muhammad SAW, que concluyó con la citada narración sobre la situación de alta veracidad de los sueños en el Islam y la advertencia de Ibn Sirin contra los incondicionales intérpretes. A este respecto, el Shamail es un manual sobre la forma de ver al Profeta -un importante asunto de valor infinito, deseado en la vida de un musulmán.