COLECCIÓN DE HADICES

 

     KITAB AS-SALAM

 

KITAB AL-BIRR UA’S-SALAT UA’L-ADAB

LIBRO DE LA VIRTUD, DE LOS BUENOS MODALES Y DE ESTRECHAR LAS RELACIONES

 

 

 

 

I

CORTESÍA HACIA LOS PADRES Y SU DERECHO A ELLO

 

        Abu Huraira relató: Un hombre fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¿Quién es la persona entre la gente que tiene derecho al mejor trato de mi parte? Dijo: “Tu madre”. Le dijo: ¿Y después quién? Dijo: “Después tu madre”. Le dijo: ¿Y después quién? Dijo: “Después tu madre”. Le dijo: ¿Y después quién? Dijo: “Después tu padre”. En la versión de Qutaiba dice: ¿Quién es la persona que tiene derecho al mejor trato de mi parte? Y no menciona la gente.

 

        Abu Huraira relató: Un hombre dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Quién tiene más derecho a ser mejor tratado por mi? Dijo: “Tu madre, después tu madre, después tu madre, después tu padre, después tus parientes más cercanos en orden de cercanía”.   

 

        Abu Huraira relató: Un hombre fue al Profeta (s.a.s.), el resto del hadiz es el mismo. Y agrega: Dijo: “¡Por tu padre! ([1]) Obtendrás la información”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Shubruma con la misma cadena de transmisores. Y en la versión de Uahaib hay una pequeña variación de palabras. Y en la de Muhammad ibn Talha dice: ¿Qué gente tiene más derecho sobre mi a ser bien tratada?

 

        Abdullah ibn Amr relató: Un hombre fue al Profeta (s.a.s.) y le pidió permiso para partir al Yihad (el combate por la causa de Allah). Entonces le dijo: “¿Tus padres están vivos?”. Dijo: Si. Le dijo: “Pon tu esfuerzo en el servicio de ellos”. ([2])

        Este hadiz ha sido relatado por Habib con la misma cadena de transmisores.

 

        Iazid ibn Abu Habib relató que Na’mi, el esclavo liberado de Umm Salama, le narró que Abdullah ibn Amr ibn al-As dijo: Un hombre llegó al Profeta de Allah (s.a.s.) y le dijo: Yo te juro fidelidad para emigrar y para combatir buscando la recompensa de Allah. Dijo: “¿Alguno de tus padres está vivo?”. Dijo: Si, ambos. Dijo: “¿Tu quieres la recompensa de Allah?”. Dijo: Si. Dijo: “Entonces vuelve con tus padres y trátalos de la mejor manera”. 

 

 

II

ES MEJOR TRATAR BIEN A LOS PADRE QUE REALIZAR ORACIONES VOLUNTARIAS Y OTROS ACTOS DE ESTE TIPO

 

 

        Abu Huraira relató: Yuraiy era alguien dedicado a la adoración en su oratorio. Y su madre fue a él. Humaid (uno de los transmisores) dijo: Y Abu Rafi’ (otro de los transmisores) nos describió la descripción que hizo Abu Huraira de la descripción del Mensajero de Allah (s.a.s.) de como lo llamó su madre. Como ella ponía las palmas de sus manos sobre sus cejas, luego levantaba su cabeza hacia él y lo llamaba diciendo: ¡Oh Yuraiy! Soy tu madre. Háblame. Y él estaba absorto en la oración. Y él dijo: ¡Oh Allah! Está mi madre y mi oración. Y elegía su oración. Ella se fue y luego regresó una segunda vez. Y ella dijo: ¡Oh Yuraiy! Soy tu madre. Háblame. El dijo: ¡Oh Allah! Está mi madre y mi oración. Y elegía su oración. Ella dijo: ¡Oh Allah! Ciertamente ese es Yuraiy y es mi hijo. Y yo le hablo, pero él rechaza hablarme. ¡Oh Allah! No me traigas la muerte hasta que él haya visto prostitutas. Y ella rogó que fuese probado con algún conflicto. Y había un pastor que vivía cerca de su oratorio. Y sucedió que una mujer del pueblo fue allí y tuvo relaciones con el pastor. Ella quedó embarazada y dio a luz a un niño. Y le dijeron a ella: ¿Qué es esto? Ella dijo: Es del que vive en ese oratorio. Entonces (la gente) fue con hachas y espadas. Y lo llamaron pero él estaba absorto en la oración. Y no les habló. Y ellos estaban por derruir su oratorio cuando los vio y fue a ellos. Y ellos le dijeron: Pregúntale a ella (lo que dice). El sonrió, luego tocó la cabeza del niño y dijo: ¿Quién es tu padre? El (el niño) dijo: Mi padre es el pastor de ovejas. Cuando escucharon esto ellos dijeron: Reconstruiremos lo que destruimos de tu oratorio con oro y plata. El dijo: No, hacedlo con barro como era antes. Luego subió (a seguir rezando). ([3])

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Solo tres hablaron en la cuna: Jesús el hijo de María y (el segundo) es el compañero de Yuraiy. Y Yuraiy era un hombre dedicado a la oración, que había construido un oratorio y se recluía en él. Su madre fue a él mientras estaba rezando. Ella dijo: ¡Oh Yuraiy! El dijo: ¡Oh mi Señor! Está mi madre y mi oración. Y continuó con su oración. Ella se fue y al día siguiente regresó y él estaba rezando. Ella dijo: ¡Oh Yuraiy! El dijo: ¡Oh mi Señor! Está mi madre y mi oración. Y continuó con su oración. Ella se fue y al día siguiente regresó y él estaba rezando. Ella dijo: ¡Oh Yuraiy! El dijo: ¡Oh mi Señor! Está mi madre y mi oración. Y continuó con su oración. Ella dijo: ¡Oh Allah! No permitas que muera hasta que él vea el destino de las prostitutas. La historia de Yuraiy y su adoración era corriente entre los Banu Israel. Había una prostituta bellísima y ella dijo (a la gente): Si queréis lo puedo seducir. Y ella se presentó pero él no le prestó atención. Entonces se fue con un pastor que vivía cerca del oratorio, se ofreció a él y tuvieron relaciones. Ella quedó embarazada, dio a luz y dijo: Es de Yuraiy. Entonces fueron a él, le pidieron que bajara, le destrozaron el oratorio y comenzaron a golpearlo. El dijo: ¿Qué les pasa? Dijeron: Has fornicado con esta prostituta y ella ha tenido un hijo tuyo. El dijo: ¿Dónde está el niño? Lo trajeron y él dijo: Dejadme que voy a rezar. Y rezó. Cuando terminó fue al niño, lo golpeó en el estómago y le dijo: ¡Oh niño! ¿Quién es tu padre? Dijo: Fulano el pastor. Entonces se volvieron hacia Yuraiy y lo besaron y lo tocaron. Y le dijeron: Te construiremos un oratorio de oro. Dijo: No, reconstruidlo de barro como era. Y así lo hicieron. Y (el tercero) era un bebé que estaba siendo amamantado por su madre cuando pasó un hombre montado sobre una bestia y ataviado con ricas vestiduras. Y su madre dijo: ¡Oh Allah! Haz que mi hijo sea como él. Entonces el bebé dejó de mamar, lo miró y dijo: ¡Oh Allah! No me hagas como él. Luego volvió al pecho y siguió mamando”. Dijo (Abu Huraira): Es como si lo estuviera viendo al Mensajero de Allah (s.a.s.) explicando como mamaba el niño con un dedo en su boca y chupándolo. “Luego pasó cerca de él una joven que había sido golpeada y ellos decían: Adúltera y ladrona. Y ella decía: Allah es suficiente para mi y es mi mejor Protector. Y su madre dijo: ¡Oh Allah! No hagas que mi hijo sea como ella. Y él dejó de mamar, la miró y dijo: ¡Oh Allah! Haz que yo sea como ella. Y hablaron entre ellos. Ella dijo (la madre): ¡Cabeza pelada! Pasa un hombre de buen aspecto y yo digo: Haz que mi hijo sea como él. Y tu dices: ¡Oh Allah! No me hagas como él. Y pasa una joven golpeada de la que dicen que es adúltera y ladrona. Y entonces yo digo: ¡Oh Allah! No hagas que mi hijo sea como ella. Y tu dices: ¡Oh Allah! Haz que yo sea como ella. Dijo (el niño): Ciertamente ese hombre era un tirano, entonces yo dije: ¡Oh Allah! No me hagas como él. Y ciertamente de ella decían: Adúltera y no había cometido adulterio y ladrona y no había robado. Entonces yo dije: ¡Oh Allah! Hazme como ella. 

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Que sea humillado en el polvo, que sea humillado en el polvo, que sea humillado en el polvo”. Dijeron: ¿Quién? ¡Oh Mensajero de Allah! Dijo: “El que tiene la oportunidad de estar con uno de sus padres o con ambos en su ancianidad y no entra en el Paraíso”. ([4])

 

         Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Que sea humillado en el polvo, que sea humillado en el polvo, que sea humillado en el polvo”. Dijeron: ¿Quién? ¡Oh Mensajero de Allah! Dijo: “Aquel que llega a tener vivos a sus padres en una edad avanzada, sea uno de ellos o los dos, y no entra en el Paraíso”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Que sea humillado en el polvo”. Lo dijo tres veces. Y el resto del hadiz es el mismo.

 

 

III

SER BONDADOSO CON LOS AMIGOS DEL PADRE Y DE LA MADRE

 

 

        Abdullah ibn Dinar relató que un árabe del desierto se encontró con Abdullah ibn Umar en el camino a Meca. Abdullah lo saludó, lo subió en el burro que él había estado montando y le dio el turbante que tenía sobre su cabeza. E Ibn Dinar relató: Nosotros le dijimos: ¡Que Allah te recompense! Este es un árabe del desierto y ellos se contentan con poco. Y Abdullah dijo: Su padre era muy querido por Umar ibn al-Jattab. Y escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El acto más bondadoso de un hijo es tratar con amabilidad a los amados de su padre”.

 

        Abdullah ibn Umar relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “El acto más afectuoso de una persona es tratar gentilmente a los amados de su padre”.

 

        Abdullah ibn Dinar relató que cuando Ibn Umar salía hacia Meca llevaba un burro que usaba como una diversión del aburrimiento de viajar sobre su camello y tenía un turbante alrededor de su cabeza. Un día que iba montado en su burro pasó cerca de él un árabe del desierto y le dijo: ¿Tu eres fulano el hijo de fulano? Dijo: Si. Entonces le dio su burro y le dijo: Móntalo. Y le dio el turbante y le dijo: Cubre tu cabeza con él. Y algunos de sus compañeros le dijeron: ¡Qué Allah te perdone! ¡Tu le has dado tu burro, que te divertías montando, a ese árabe del desierto y el turbante que tenías alrededor de tu cabeza! Dijo: Yo escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El acto más bondadoso de una persona es el afecto con los amados de su padre después de su muerte”. Y el padre de esa persona era amigo de Umar.

 

        Nauuas ibn Sim’an al-Ansari relató: Le pregunté al Mensajero de Allah (s.a.s.) sobre la virtud y el vicio. Y dijo: “La virtud es un carácter bondadoso y el vicio es aquello que se encona en el corazón y que detestas que la gente conozca”.

 

        Nauuas ibn Sim’an relató: Estuve un año en Medina con el Mensajero de Allah (s.a.s.). Lo único que me impedía emigrar eran mis (constantes) preguntas (sobre el Islam). Cuando uno de nosotros emigraba dejaba de hacer tantas preguntas al Mensajero de Allah (s.a.s.). Entonces le pregunté sobre la virtud y el vicio. Y él dijo: “La virtud es el buen carácter y el vicio es aquello que se mueve dentro tuyo y que no quieres que la gente conozca”.

 

 

IV

UNIR LAS RELACIONES CON LOS PARIENTES Y LA PROHIBICIÓN DE ROMPERLAS

 

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Allah creó el Universo y cuando terminó, las relaciones de parentesco se presentaron y dijeron: ¿Este es el lugar para el que se refugia de romper (las relaciones con los parientes)? Dijo: Si. ¿Estarías satisfecho con que yo mantenga las relaciones de parentesco de aquel que las une y rompa las de aquel que las rompa? Ellos (las relaciones de parentesco) dijeron: Si. Dijo: Pues así serán las cosas”. Luego el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si queréis recitad: Si volvéis la espalda, os expondréis a corromper en la tierra y a romper vuestros lazos de sangre. A éstos es a quien Allah maldice, volviéndolos sordos y ciegos. ¿Es que no reflexionan en el Corán? ¿O es que tienen candados en sus corazones? (47:22-24)

 

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las relaciones de parentesco están atadas al Trono de Allah y dicen: El que nos une Allah lo une y el que nos rompe Allah lo rompe”.

 

        Yubair ibn Mut’mi relató de su padre que el Profeta (s.a.s.) dijo: “El que corta no entrará en el Paraíso”. Ibn Abu Umar dijo: Sufian dijo: O sea el que corta las relaciones con sus parientes.

 

        Yubair ibn Mut’mi relató que su padre le contó que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No entrará al Paraíso de aquel que corta las relaciones con sus parientes”.

        Este hadiz ha sido relatado por Zuhri con la misma cadena de transmisores.

 

        Anas ibn Malik relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El que desee aumentar su provisión o vivir más años que fortifique sus lazos de parentesco”.

 

        Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aquel que quiera ver su provisión aumentada y su edad alargada que refuerce los lazos de sangre”.

 

        Abu Huraira relató: Un hombre dijo: “¡Oh Mensajero de Allah! Yo tengo parientes con los que he tratado de tener buenas relaciones pero ellos las han interrumpido. Y yo los trato bien y ellos me tratan mal. Y yo soy dulce con ellos y ellos son duros conmigo. Entonces él dijo: “Si es como dices arrójales cenizas ([5]) calientes y siempre habrá contigo en el nombre de Allah (un ángel) que mantendrá tu dominio sobre ellos siempre y cuando te mantengas en este camino (de rectitud)”.

 

 

V

LA PROHIBICIÓN DE ENVIDIARSE, ODIARSE Y HOSTILIZARSE

 

 

        Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No os odiéis, no os envidiéis, no os enemistéis y sed ¡siervos de Allah! hermanos. Y no es lícito que un musulmán rompa sus relaciones con su hermano por más de tres días”.

 

        Anas ibn Malik relató un hadiz como este del Mensajero de Allah (s.a.s.). Este hadiz también ha sido relatado a través de otra cadena.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Zuhri con la misma cadena de transmisores. Ibn Uiaina agregó: “Y no cortéis (las relaciones)...”.

 

        Este hadiz ha sido relatado a través de otra cadena de transmisores. Y en la versión de Abd al-Razaq dice: “No os envidiéis, no cortéis (las relaciones) y no os enemistéis”.

 

        Anas relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “No os envidiéis, no os odiéis, no cortéis y sed ¡siervos de Allah! hermanos”. Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con la misma cadena de transmisores y agrega: “Como Allah os ha ordenado”.

 

 

VI

ESTÁ PROHIBIDO QUE UN MUSULMÁN INTERRUMPA SUS RELACIONES CON OTROS MUSULMANES POR MÁS DE TRES DÍAS SIN UN MOTIVO DE LA SHARI’AT

 

 

        Abu Aiiub al-Ansari relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No es lícito que un musulmán interrumpa sus relaciones con su hermano por más de tres noches, (de tal modo) que cuando se encuentran uno vaya por un lado y el otro por otro. Y el mejor de los dos es el que saluda primero”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Zuhri con una pequeña variación de palabras.

 

        Abdullah ibn Umar relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No es lícito para un musulmán interrumpir las relaciones con su hermano por más tres días”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No se deben interrumpir las relaciones más de tres (días)”.

 

 

VII

ESTÁ PROHIBIDA LA SOSPECHA, BUSCAR ERRORES Y LICITAR CONTRA OTRO (PARA SUBIR EL PRECIO)

 

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Evitad la sospecha, ya que la sospecha es la más mentirosa de las habladurías, no os investiguéis, no os espiéis, no deseéis las cosas de los otros, no os envidiéis, no os detestéis y no os hostilicéis. Sino que sed ¡siervos de Allah! hermanos”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No os alejéis, no os hostilicéis, no os envidiéis y no entréis a competir en una transacción comercial que ya ha sido iniciada por otro. Y sed ¡siervos de Allah! hermanos”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No os envidiéis, no os odiéis, no os espiéis y no hagáis ofertas

       

        Este hadiz ha sido relatado por A’mash con la misma cadena de transmisores y en este dice: “No cortéis las relaciones con vuestras familias, no os enemistéis, no os odiéis y no os envidiéis. Sino que sed hermanos, como Allah lo ordenó”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “No os odiéis, no os enemistéis, no deseéis las cosas de los otros. Y sed ¡siervos de Allah! hermanos”.

 

 

VIII

PROHIBICIÓN DE OPRIMIR, HUMILLAR O INSULTAR AL MUSULMÁN Y SU SANGRE, SU HONOR Y SUS BIENES SON INVIOLABLES

 

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No os envidiéis, no compitáis ofreciendo más que otro (para subir el precio), no os odiéis, no os enemistéis, no entréis en una transacción comercial que ya inició otro. Y sed ¡siervos de Allah! hermanos. El musulmán es hermano del musulmán. No lo oprime, no lo humilla y no lo menosprecia. La piedad está aquí”. Y señaló tres veces su pecho. “Es muy malo que un musulmán desprecie a su hermano musulmán. Un musulmán es sagrado para otro musulmán, como lo son su sangre, sus bienes y su honor”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira con este agregado: “Ciertamente Allah no mira vuestros cuerpos o vuestros rostros sino que mira vuestros corazones”. Y se señaló el corazón con sus dedos.

       

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Allah no mira vuestras formas o vuestros bienes sino que mira vuestros corazones y vuestras acciones”.    

 

 

IX

LA PROHIBICIÓN DE GUARDAR RENCOR

 

 

        Abu Huraira  relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las puertas del Paraíso se abren los lunes y los jueves. Y todo siervo que no le asocia nada a Allah es perdonado, excepto el que esté enemistado con su hermano. Y se dirá: Mirad a esos dos hasta que se reconcilien. Mirad a esos dos hasta que se reconcilien. Mirad a esos dos hasta que se reconcilien”. Este hadiz ha sido relatado por Suhail que lo relató de su padre con la cadena de transmisores de Malik y dice: “Excepto los que se alejan del otro”.

 

        Abu Huraira relató como un hadiz marfu’ (elevado) ([6]): “Las acciones son presentadas todos los jueves y los viernes. Y esos días Allah, Exaltado y Majestuoso, perdona a todos los que no Le asocian nada, excepto el que tenga rencor por su hermano. Entonces se dirá: Ponedlos afuera hasta que se reconcilien. Ponedlos afuera hasta que se reconcilien”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las acciones de la gente son presentadas dos veces todas las semanas, los lunes y los jueves. Y todo siervo creyente es perdonado excepto el que tenga rencor por su hermano. Y se dirá: Dejadlo o dejadlos hasta que se reconcilien”.

 

 

X

EL MÉRITO DEL AMARSE POR ALLAH

 

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente el Día de la Resurrección Allah dirá: ¿Dónde están los que se aman por Mi gloria? Hoy los cobijaré bajo Mi sombra, en este día en el que no hay otra sombre que la Mía”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Un hombre fue a visitar a su hermano en otro pueblo. Y Allah envió un ángel para que lo esperase en el camino, cuando llegó a él le dijo: ¿Adonde quieres ir? Dijo: Quiero visitar a mi hermano en este pueblo. Le dijo: ¿Acaso le has hecho algún favor (y quieres que te lo devuelva)? Dijo: No, sino que yo lo amo por Allah, Exaltado y Majestuoso. Le dijo: Pues yo soy un mensajero de Allah para informarte que Allah te ama así como tu lo amas a él”. Este hadiz ha sido relatado por Hammad ibn Salama con la misma cadena de transmisores.

 

 

XI

EL MÉRITO DE VISITAR AL ENFERMO

 

 

        Abu Rabia’ relató directamente del Profeta (s.a.s.) que dijo: “El que visita al enfermo es como si estuviera en un jardín frutal del Paraíso hasta regresar”.

 

        Zauban, el esclavo liberado del Mensajero de Allah (s.a.s.) relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Quien visita a un enfermo se queda en un jardín de frutos del Paraíso hasta que regresa”.

       

        Zaubán relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ciertamente el musulmán que visita a sus hermano musulmán está en un jardín del Paraíso hasta que vuelve”.

 

        Zaubán, el esclavo liberado del Mensajero de Allah (s.a.s.) relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Quien visita a un enfermo está en un jardín del Paraíso”. Dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Y cómo es un jardín del Paraíso? Dijo: “Es un lugar lleno de frutos”.

        Este hadiz ha sido relatado por Asim al-Ahual con la misma cadena de transmisores.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Allah, Exaltado Y Majestuoso, dirá el Día de la Resurrección: ¡Oh hijo de Adán! Estuve enfermo y no me visitaste. Dirá: ¡Oh mi Señor! ¿Cómo te voy a visitar si tu eres el Señor de todos los mundos? El dirá: ¿No supiste que Mi siervo fulano estuvo enfermo? Y tu no lo visitaste. Y tu no sabes que si lo hubieras visitado Me hubieras encontrado con él. ¡Oh hijo de Adán! Te pedí comida pero tu no me alimentaste. Dirá: ¡Oh mi Señor! ¿Cómo te voy a alimentar si tu eres el Señor de todos los mundos? El dirá: ¿No supiste que mi siervo fulano te pidió comida y no lo alimentaste? Tu no sabías que si lo hubieras alimentado lo hubieras encontrado conmigo. ¡Oh hijo de Adán! Te pedí de beber pero tu no me diste. Dirá: ¡Oh mi Señor! ¿Cómo te voy a dar de beber si tu eres el Señor de todos los mundos? El dirá: Mi siervo fulano te pidió de beber y tu no le diste. Si le hubieras dado de beber me hubieras encontrado con él”. 

 

 

XII

SIEMPRE QUE UN CREYENTE SE ENFERMA, SE ANGUSTIA O ALGO ASÍ, HAY UNA RECOMPENSA PARA ÉL, AUN AL CLAVARSE UNA ESPINA

 

 

        A’isha relató: No he visto a nadie afectado por enfermedades más severas que el Mensajero de Allah (s.a.s.). Y en la versión de Uzman hay una pequeña variación de palabras.

        Este hadiz ha sido relatado por A’mash a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abdullah relató: Visité al Mensajero de Allah (s.a.s.) y él tenía mucha fiebre. Lo toqué con mi mano y le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Tienes mucha fiebre. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) me dijo: “Así es. Ciertamente tengo la fiebre de dos de vosotros”. Dije: ¿Eso es porque tienes una recompensa doble? Dijo: “Así es”. Luego dijo: “Cuando un musulmán es afectado por una enfermedad Allah le hace caer sus pecados como el árbol hace caer sus hojas”. Y en el hadiz de Zuhair no menciona: Lo toqué con mi mano.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Yarir. Y en el hadiz de Abu Muauiia dice: “Si, ¡por Aquel en cuyas manos está mi vida! No hay un musulmán sobre la tierra”. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Al-Asuad relató: Unos jóvenes de los Quraish fueron a ver a A’isha cuando ella estaba en Mina y ellos se reían. Ella dijo: ¿De qué os reís? Ellos dijeron: Fulano tropezó con la cuerda de la tienda y casi se rompe el cuello o pierde un ojo. Ella dijo: No os riáis, ya que escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Un musulmán no se clava una espina o le sucede algo más grave sin que se le otorge un grado (más elevado) y se le borren los pecados”.

 

        A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si un musulmán se clava una espina o algo más grave Allah lo eleva en rango y le borra sus faltas”.

 

         A’isha relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si un creyente se clava un espina o algo peor por ello Allah le elimina sus pecados”.

 

        A’isha relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Toda dificultad que afecta a un musulmán hace que sus pecados sean borrados, aunque solo se haya clavado una espina”.

 

        A’isha relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Por cualquier cosa que afecte al creyente, aún si se clava una espina, Allah lo recompensa y le borra sus pecados”.

 

        Abu Sa’id y Abu Huraira relataron que escucharon al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Siempre que un creyente tiene una molestia, una dificultad, una enfermedad o una tristeza expía con ello sus pecados”.

 

        Abu Huraira relató: Cuando fue revelado: “Quien obre mal será retribuido por ello”. (4:123) y fue transmitido a los musulmanes, se sintieron muy perturbados. Y entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Sed moderados y firmes, ya que en todo lo que afecta a un musulmán hay una expiación para él. Aún caerse en el camino o clavarse una espina”. Muslim dijo: Umar ibn Abdu Rahman ibn Muhaisin era de la gente de Meca.

 

        Yabir ibn Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) visitó a Umm Sa’ib o Umm al-Mussaiib y dijo: “¿Qué te pasa Umm Sa’ib o Umm al-Mussaib que estás temblando? Ella dijo: Es la fiebre, no hay bendición de Allah en ella. Dijo: “No insultes a la fiebre ya que con ella se van los pecados de los hijos de Adán, como el horno saca las impurezas del hierro”.

 

        Atá ibn Abu Rabah relató: Ibn Abbas me dijo: ¿Quieres que te muestre una mujer del Paraíso? Dije: Si. Dijo: Es esa mujer negra que fue al Profeta (s.a.s.) y le dijo: Sufro de una enfermedad que me hace caer y quedo descubierta. Ruega a Allah por mi. El dijo: “Si tu quieres tener paciencia tendrás el Paraíso y si tu quieres le ruego a Allah para que te cure”. Ella dijo: Tendré paciencia, pero quedo descubierta (desnuda). Ruega a Allah que no quede descubierta. Entonces él rogó por ella.

 

 

XIII

LA PROHIBICIÓN DE LA OPRESIÓN

 

 

        Abu Dharr relató que el Profeta (s.a.s.) dijo que Allah, Bendito y Exaltado sea, dijo: “¡Oh mis siervos! Me he prohibido a mi mismo la opresión y la he declarado ilícita entre vosotros. Entonces no os oprimáis. ¡Oh mis siervos! Todos vosotros os extraviáis, excepto el que yo guío. Entonces pedid mi guía y yo os guiaré. ¡Oh siervos míos! Todos vosotros estáis hambrientos, excepto el que yo alimento. Entonces pedidme alimentos y yo os alimentaré. ¡Oh mis siervos! Todos vosotros estáis desnudos, excepto el que yo visto. Entonces pedidme ropas y yo os vestiré. ¡Oh mis siervos! Vosotros os equivocáis de noche y de día. Y yo os perdono todos los pecados. Pedidme perdón y yo os perdonaré. ¡Oh mis siervos! Vosotros no alcanzaréis mi perjuicio para perjudicarme ni mi beneficio para beneficiarme. ¡Oh mis siervos! Si el primero y el último de vosotros y los humanos y los genios (yins) fuesen tan piadosos como el corazón más piadoso de un solo hombre de vosotros, ello no añadiría nada a mi reino. ¡Oh mis siervos! Si el primero y el último de vosotros y los humanos y los genios fuesen tan libertinos como el corazón más libertino de un hombre de vosotros, ello no disminuiría en nada a mi reino. ¡Oh mis siervos! Si el primero y el último de vosotros y los humanos y los genios se reuniesen en un solo terreno pidiéndome y yo le diese a cada uno lo que me pide, esto no disminuiría en nada lo que poseo, excepto que el mar disminuyera al introducir en él una aguja. ¡Oh mis siervos! Ciertamente yo computo vuestras obras, luego os las recompenso. Y el que encuentre bien que alabe a Allah y el que encuentre lo contrario que no se reproche sino a si mismo”. Sa’id dijo: Cuando Abu Idris al-Jaulani relataba este hadiz caía sobre sus rodillas.

 

        Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo que su Señor, Bendito y Exaltado sea, dijo: “Ciertamente he hecho la opresión ilícita para mi y para mis siervos. ¡Entonces no os oprimáis!”. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Yabir ibn Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Tened cuidado de oprimir, ya que la opresión será una obscuridad en el Día de la Resurrección. Tened cuidado de la mezquindad, es la mezquindad la que destruyó a los que os precedieron. Ya que los incitó a derramar sangre y a hacer lícito lo que era ilícito para ellos”.

 

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “La opresión será una obscuridad el Día de la Resurrección”.

 

        Salim relató de su padre que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El musulmán es hermano del musulmán, no lo debe oprimir ni arruinarlo. El que solucione la necesidad de su hermano Allah solucionará la suya. Y el que alivie las dificultades de un musulmán Allah aliviará las suyas el Día de la Resurrección. Y el que oculte las faltas de un musulmán Allah ocultará las suyas el Día de la Resurrección”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Sabéis quién es pobre?”. Dijeron: Un pobre entre nosotros es el que no tiene ni dirham ni bienes. El dijo: “El pobre de mi comunidad es el que vendrá el Día de la Resurrección con oraciones, ayunos y zakat, (pero estará en bancarrota) porque habrá abusado de ese, calumniado a ese otro, apoderado de los bienes de otro, derramado la sangre de ese y golpeado al otro. Entonces sus buenas obras serán acreditadas a aquel que fue su víctima. Y si sus buenas acciones no son suficientes para saldar su cuenta, se contabilizarán sus pecados y será arrojado en el Fuego”.

 

         Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Las víctimas reclamarán por sus derechos en el Día de la Resurrección, hasta la oveja sin cuernos reclamará a la oveja con cuernos”.

 

         Abu Musa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente Allah, Exaltado y Majestuoso, da un respiro al opresor ([7]) pero si lo toma no lo deja”. Luego recitó: “Así castiga tu Señor cuando castiga las ciudades que son impías. Su castigo es doloroso y severo”. (11:102)

 

 

XIV

AYUDA A TU HERMANO SEA UN OPRESOR O UN OPRIMIDO

 

 

        Yabir relató: Dos jóvenes, uno de los Emigrantes y otro de los Ansares, tuvieron una discusión. Y el Emigrante llamó: ¡Oh Emigrantes! Y el Ansar llamó: ¡Oh Ansares! Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) salió y dijo: “¿Qué es este llamado de la gente de la Ignorancia ([8])?”. Dijeron: No es nada ¡oh Mensajero de Allah! solo que dos jóvenes han discutido y uno de ellos golpeó al otro en la espalda. Dijo: “Bueno, pero una persona debe ayudar a su hermano sea él un opresor o un oprimido. Si es un opresor debe impedirle que lo haga, esa es su manera de ayudarlo. Y si es un oprimido que lo ayude (para que no lo opriman)”.

 

        Yabir ibn Abdullah relató: Estábamos con el Profeta (s.a.s.) en una expedición cuando uno de los Emigrantes golpeó en ella espalda a uno de los Ansares. Entonces el Ansar dijo: ¡Oh Ansares! Y el Emigrante dijo: ¡Oh Emigrantes! Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Qué son estos llamados de la gente de la Ignorancia?”. ([9]) Dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Un hombre de los Emigrantes golpeó en la espalda a un hombre de los Ansares. Dijo: “Dejadlo. Eso es algo detestable”. Abdullah ibn Ubaii escuchó esto y dijo: Ellos lo han hecho. ¡Por Allah! Cuando regresemos a Medina los poderosos (de entre los Ansares) echarán al indigno. Y Umar dijo: Permíteme que golpee el cuello de este hipócrita. Dijo: “Déjalo. No quiero que la gente diga que Muhammad mata a sus Compañeros”.

 

        Yabir ibn Abdullah relató: Un hombre de los Emigrantes golpeó en la espalda a uno de los Ansares. Y entonces fue al Profeta (s.a.s.) y le pidió una compensación. Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “Dejadlo, es algo detestable”. Ibn Mansur dijo en su transmisión: Escuché a Yabir.

 

 

XV

LOS CREYENTES DEBEN TENER AMISTAD, AMOR Y LA VOLUNTAD DE AYUDARSE ENTRE ELLOS

 

 

        Abu Musa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El creyente es para otro creyente como un ladrillo, uno se apoya en el otro”.

 

        Nu’man ibn Bashir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Respecto al amor mutuo, al afecto y a la amistad los creyentes son como un solo cuerpo, si le duele un miembro le duele todo el cuerpo con insomnio y fiebre”.

        Nu’man ibn Bashir relató un hadiz como este del Profeta (s.a.s.).

 

        Nu’man ibn Bashir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los creyentes son como una sola persona. Si le duele la cabeza le duele todo el cuerpo con fiebre e insomnio”.

 

         Nu’man ibn Bashir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los musulmanes son como una sola persona. Si le duele un ojo le duele todo el cuerpo. Y si le duele la cabeza le duele todo el cuerpo”.

        Un hadiz como este ha sido relatado por Nu’man ibn Bashir a través de otra cadena de transmisores.

 

 

XVI

LA PROHIBICIÓN DE INSULTAR

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si dos personas se agreden insultándose, el que comenzó es el responsable, siempre y cuando el oprimido no se exceda”.

 

 

XVII

ES DESEABLE EL PERDÓN Y LA HUMILDAD

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “La caridad no disminuye la riqueza y al siervo que perdona Allah le aumenta el respeto y al que es humilde Allah lo eleva”.

 

 

XVIII

PROHIBICIÓN DE LA MALEDICENCIA

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Sabéis lo que es la maledicencia?”. Dijeron: Allah y Su Mensajero saben más. Dijo: ”Es decir de tu hermano lo que no le gusta”. Dijeron: Y si mi hermano tiene (o hace) lo que dije. Dijo: “Si tiene (o hace) lo que dices es maledicencia y si no lo tiene es una calumnia”.

 

 

XIX

BUENAS NUEVAS PARA AQUEL AL QUE ALLAH, ALTÍSIMO SEA, OCULTA SUS FALTAS EN ESTE MUNDO, YA QUE TAMBIÉN SE LAS OCULTARÁ EN LA OTRA VIDA

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si Allah oculta las faltas de un siervo en este mundo también las ocultará en el Día de la Resurrección”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si un siervo oculta las faltas de otro en este mundo Allah ocultará las suyas el Día de la Resurrección”.

 

 

XX

DAR UN BUEN TRATO A AQUEL DEL QUE SE ESPERA UNA TRANSGRESIÓN

 

        A’isha relató que un hombre pidió permiso para ver al Profeta (s.a.s.). Y él dijo: “Dadle permiso. El es un mal hijo de su tribu o una mala persona de su tribu”. Y cuando entró lo trató con palabras gentiles. A’isha dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Dijiste lo que dijiste y después lo trataste gentilmente. Dijo: “¡Oh A’isha! Ciertamente la persona que tendrá peor posición frente a Allah en el Día de la Resurrección es aquel que es abandonado o dejado por la gente por temor de su transgresión (o indecencia)”.

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Munkadir con la misma cadena de transmisores pero con una pequeña variación de palabras.

 

 

XXI

EL MÉRITO DE LA BONDAD

 

        Yarir relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “El que no tiene bondad no tiene bien”.

 

        Yarir relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El que no posee bondad está desprovisto del bien”.

 

        Yarir ibn Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Aquel que no es bondadoso no tiene bien o el que no es tierno no posee bien”.

 

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: ”¡Oh A’isha! Ciertamente Allah es bondadoso y ama la bondad. Y otorga al bondadoso lo que no otorga al severo y a ninguna otra cosa otorga (como lo hace con la bondad)”.

 

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ciertamente cuando la bondad está en algo le añade belleza y cuando falta en una cosa la vuelve defectuosa”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Miqdam ibn Shuraib con la misma cadena de transmisores, pero agrega: A’isha montaba un camello salvaje y lo hacía dar vueltas y vueltas. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Se bondadosa”. Luego mencionó el mismo hadiz.

 

 

XXII

LA PROHIBICIÓN DE MALDECIR A LOS ANIMALES

 

        Imran ibn Husain relató: Estábamos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) en uno de sus viajes. Y una mujer de los Ansares montaba una camella que se irritó entonces ella la maldijo. El Mensajero de Allah (s.a.s.) escuchó esto y dijo: “Desatádla y dejádla libre ya que está maldita”. Imran dijo: Es como si la estuviera viendo caminando entre la gente sin que la tomasen en cuenta.

 

        Imran relató: Es como si la estuviera viendo era una camella gris. Y en el hadiz de Zakafi dice: “Desatádla y dejádla sin montura ya que está maldita”.

 

        Abu Burza al-Aslami relató: Había una joven sierva montada en una camella que llevaba también parte del equipaje de la gente. Ella lo vio al Profeta (s.a.s.) y el sendero de la montaña (por el que iban) era estrecho. Ella le dijo a su camella: Vamos (avanza. Pero la camella no se movió). Entonces ella dijo: ¡Oh Allah! Maldícela. Y el Profeta (s.a.s.) dijo: “Una camella que ha sido maldecida no puede venir con nosotros”.

       

        Este hadiz ha sido relatado por Sulaiman at-Taimi con la misma cadena de transmisores, pero con este cambio: “!Por Allah! No nos pude acompañar una camella que tiene la maldición de Allah”, o como lo haya dicho.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “No corresponde que una persona sincera maldiga”. Este hadiz ha sido relatado por Abu Kuraib con la misma cadena de transmisores.

 

        Zaid ibn Aslam relató que Abd al-Malik ibn Maruan le envió unos objetos suyos a Umm Dardá para que arreglase su casa. Durante la noche Abd al-Malik se levantó, llamó a su sirviente y como tardó en responder, lo maldijo. A la mañana siguiente Umm Dardá le dijo: Te escuché durante la noche maldiciendo a tu sirviente cuando lo llamaste. Y yo lo escuché a Abu Dardá decir: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El que maldice no podrá interceder ni atestiguar en el Día de la Resurrección”.

        Este hadiz ha sido relatado por Zaid ibn Aslam con la misma cadena de transmisores.

      

        Abu Dardá relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente el que maldice no podrá atestiguar ni interceder en el Día de la Resurrección”.

       

        Abu Huraira relató: Dijeron: ¡Oh Mensajero de Allah! Maldice a los idólatras. El dijo: “Yo no he sido enviado para maldecir sino que he sido enviado como una misericordia”.

 

 

XXIII

EL QUE FUE MALDECIDO POR EL PROFETA (s.a.s.) SIN MERECERLO RECIBIRÁ POR ELLO RECOMPENSA Y MISERICORDIA

 

        A’isha relató: Dos hombres fueron a ver al Mensajero de Allah (s.a.s.) y estuvieron hablando de algo que desconozco pero que lo hizo enojar, entonces los maldijo y los insultó. Cuando se fueron yo le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! El bien llegará a todos menos a estos dos. El dijo: “¿Y porqué?”. Yo le dije: Porque los maldijiste y los insultaste. Dijo: “¿Tu no sabes que yo le puse una condición a mi Señor? Le dije: ¡Oh Allah! Yo soy solo una criatura. Haz que el musulmán que maldiga o insulte sea purificado y recompensado”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por A’mash con la misma cadena de transmisores. En el hadiz de Isa dice: Tuvo una entrevista privada con ellos y los insultó, los maldijo y los echó.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Yo soy solo una criatura. Entonces si yo insulto a una persona de los musulmanes o lo maldigo o lo azoto que sea una purificación y una misericordia para él”.

 

         Yabir relató este hadiz del Profeta (s.a.s.) con una pequeña variación de palabras.

 

        Este hadiz también ha sido relatado por A’mash. Y en la versión del hadiz transmitido por Isa dice: “y una recompensa”. En el de Abu Huraira: “y una misericordia”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “¡Oh Allah! Ciertamente yo he hecho un pacto contigo que no contrariaré. Y ciertamente soy solo un ser humano, entonces que el creyente que yo castigue, rete o maldiga sea recompensado con bendiciones, purificación y cercanía contigo en el Día de la Resurrección”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Zinad con una pequeña variación de palabras.

        Abu Huraira relató este hadiz a través de otra cadena de transmisores.

 

        Salim, el esclavo liberado de Nasiriin, relató: Escuché a Abu Huraira decir: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “¡Oh Allah! Ciertamente Muhammad es un ser humano. Se enoja como se enojan los seres humanos. Y ciertamente yo he hecho un pacto contigo que no romperé. Entonces el creyente que yo castigue, insulte o golpeé sea expiado de sus pecados y cercanía contigo en el Día de la Resurrección”.

 

        Abu Huraira relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “¡Oh Allah! Que cada siervo creyente que yo insulte sea recompensado con cercanía contigo en el día de la Resurrección”.

 

        Abu Huraira relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “¡Oh Allah! He hecho un pacto contigo que no romperé. Entonces que cada creyente que yo insulte o golpeé sea expiado de sus pecados en el Día de la Resurrección”.

 

        Yabir ibn Abdullah relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente yo soy solo un ser humano. Y he hecho con mi Señor, Exaltado y Majestuoso, este acuerdo: Que todo siervo de los musulmanes que yo insulte o regañe reciba por ello purificación y recompensa”. Este hadiz ha sido relatado por Ibn Yuraiy con la misma cadena de transmisores.

 

        Anas ibn Malik relató: Había una huérfana en lo de Umm Sulaim, la madre de Anas. El Mensajero de Allah (s.a.s.) vio a la huérfana y dijo: “¡Ah, eres tu! Has crecido. Que no te pasen los años”. Y la huérfana volvió con Umm Sulaim llorando. Umm Sulaim le dijo: ¿Qué te pasa hija? Ella dijo: El Profeta de Allah (s.a.s.) pidió que yo no crezca y ahora nunca llegaré a ser grande. Entonces Umm Sulaim salió de prisa cubriéndose su cabeza hasta encontrar al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¿Qué te pasa? ¡oh Umm Sulaim!”. Ella le dijo: ¡Oh Profeta de Allah! ¿Tu has hecho un ruego contra mi huérfana? El dijo: “¿Qué es eso? ¡Oh Umm Sulaim!”. Ella dijo: Ella dice que tu has rogado para que ella no llegue a ser grande o que no le pasen los años. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) se sonrió y luego dijo: “¡Oh Umm Sulaim! Tu no sabes que yo he hecho un acuerdo con mi Señor y ese acuerdo es que yo le dije: Ciertamente yo soy un ser humano. Me conformo como se conforma un ser humano y me enojo como se enoja un ser humano, entonces cualquiera de mi comunidad que yo ruegue en su contra sin que lo merezca sea por ello limpiado, purificado y obtenga la cercanía (con Allah) en el Día de la Resurrección”.

 

        Ibn Abbas relató: Yo estaba jugando con unos niños cuando llegó el Mensajero de Allah (s.a.s.) y me escondí atrás de una puerta. Y él fue, me golpeó entre los hombros y me dijo: “Ve y llama a Muauiia”. Yo volví y le dije: El está comiendo. Luego me dijo: “Ve y llama a Muauiia”. Volví y le dije: El está comiendo. El dijo: “Que Allah no llene su estómago”. Ibn Muzanna dijo: Le dije a Umaiia: ¿Qué significa Hatani? Dijo: Me golpeó entre los hombros.

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Abbas con una pequeña variación de palabras.

 

 

XXIV

LA CONDENA DEL QUE TIENE DOBLE CARA Y LA PROHIBICIÓN DE ESE COMPORTAMIENTO

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente la peor gente es la que tiene dos caras, va a unos con una cara y a otros con otra”.

 

        Abu Huraira relató que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “La peor gente es la que tiene dos caras, va a alguna gente con una cara y a otros con otra”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Veréis que la peor gente es la que tiene dos caras, van a aquellos con una cara y a aquellos con la otra”.

 

 

XXV

PROHIBICIÓN DE LA MENTIRA Y LOS CASOS EN LOS QUE SE PERMITE

 

        Humaid ibn Abdu Rahman ibn Auf relató que su madre Umm Kulzúm bint Uqba ibn Abu Mu’ait, que fue una de la primeras Emigrantes que juraron fidelidad al Profeta (s.a.s.) le informó que escuchó al Mensajero de Allah (s.a.s.) diciendo: “El mentiroso no es el que reconcilia a la gente y habla el bien (para evitar peleas) y transmite el bien”. Ibn Shihab dijo: No he escuchado que la gente tenga permiso para decir una mentira excepto en tres ocasiones: En la guerra, para reconciliar a la gente y en lo que dice un hombre sobre su esposa y una mujer sobre su esposo (para reconciliarlos).

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Shihab con la misma cadena de transmisores pero con una pequeña variación en el texto.

        Este hadiz también ha sido relatado por Zuhri con una pequeña variación de palabras.

 

 

XXVI

PROHIBICIÓN DE LA HABLADURÍA

 

        Abdullah ibn Mas’ud relató que Muhammad (s.a.s.) dijo: “¿Queréis que os informe que es la calumnia? Es la habladuría que crea conflictos entre la gente”. Y dijo: “La persona dice la verdad hasta que es reconocido como un veraz y miente hasta ser reconocido como un mentiroso”.

 

 

XXVII

EL MAL DE LA MENTIRA Y EL BIEN Y LOS MÉRITOS DE LA VERDAD

 

        Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente la verdad lleva a la virtud y la virtud lleva al Paraíso. Y la persona dice la verdad hasta que es reconocida como veraz. Y ciertamente la mentira lleva a la obscenidad y la obscenidad lleva al Fuego. Y la persona miente hasta que es reconocida como mentirosa”.

 

        Abdullah ibn Mas’ud relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Decir la verdad es una virtud y la virtud lleva al Paraíso. El siervo que se esfuerza en decir la verdad es registrado frente a Allah como verídico. Y ciertamente la mentira es una obscenidad y la obscenidad lleva al Fuego. Y el siervo que se empeña en mentir es reconocido como un mentiroso”. Ibn Abu Shaiba en su versión dice: El Profeta (s.a.s.) dijo.

 

        Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Es obligatorio para vosotros decir la verdad, ya que la verdad lleva a la virtud y la virtud lleva al Paraíso. Y si la persona sigue diciendo la verdad y se esfuerza por ella será reconocida frente a Allah como verídica. Y alejáos de la mentira, ya que la mentira lleva a la obscenidad y la obscenidad lleva al Fuego. Y una persona continúa mintiendo y se empeña en ello hasta es reconocida frente a Allah como mentirosa”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por A’mash con la misma cadena de transmisores. Y en la versión de Isa no se menciona: “Y se esfuerza por ella”, ni: “se empeña en ello”. Y en la de Ibn Mushir dice: “hasta que Allah la registra”.

 

 

XXVIII

EL MÉRITO DE CONTROLARSE EN MOMENTOS DE IRA

 

        Abdullah ibn Mas’ud relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿A quién consideráis un raqub ([10]) entre vosotros? Nosotros dijimos: A aquel que no tiene hijos. Dijo: “Ese no es un raqub sino que el raqub es el que no encuentra a su hijo entre los precursores (en el Paraíso)”. Dijo: “¿Y a quién consideráis un luchador entre vosotros?”. Dijimos: Al que lucha con la gente. Dijo: “No es eso sino que es el que tiene control sobre si mismo cuando de enoja”.

        Este hadiz ha sido relatado por A’mash a través de la misma cadena de transmisores.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El fuerte no es el que lucha bien sino que el fuerte es el que se domina a si mismo en un momento de ira”.

 

        Abu Huraira relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “No se es fuerte porque se luche bien”. Dijeron: Entonces quien es el fuerte ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Es el que tiene control sobre si mismo cuando se enoja”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores.

 

        Sulaimán ibn Surad relató: Dos hombres se insultaron en presencia del Profeta (s.a.s.). Y los ojos de uno de ellos se pusieron rojos y se hinchó la vena de su cuello. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente yo conozco unas palabras que si las pronuncia se alejará de él lo que lo afecta (la ira): Me refugio en Allah de Shaitán, el Maldito”. Y el hombre dijo: ¿Acaso te parece que estoy loco? ([11]) Ibn al-Ala dijo: ¿Acaso te parece...? Y no menciona al hombre.

 

        Sulaimán ibn Surad relató: Dos hombres se insultaron frente al Profeta (s.a.s.). Uno de ellos se enojó y su rostro se enrojeció. El Profeta (s.a.s.) lo miró y dijo: “Yo conozco unas palabras que si las pronuncia se liberará (de la ira): Me refugio en Allah de Shaitán el Maldito”. Y se levantó un hombre que había escuchado al Profeta (s.a.s.) y dijo: ¿Sabes lo que dijo el Mensajero de Allah (s.a.s.)? Dijo: “Ciertamente conozco una palabras que si las pronuncia se librará de ella (de la ira): Me refugio en Allah de Shaitán el Maldito”. Entonces el hombre le dijo: ¿Te parece que estoy loco?

        Este hadiz también ha sido relatado por A’mash a través de la misma cadena de transmisores.

 

 

XXIX

ESTÁ EN LA NATURALEZA HUMANA EL PERDER EL CONTROL DE SI MISMO

 

        Anas relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Cuando Allah formó a Adán en el Paraíso lo dejó como Allah quiso dejarlo. Y Iblis comenzó a rondarlo para ver que era. Y le encontró un hueco y supo que fue creado con una tendencia a perder el control de si mismo”.

        Un hadiz como este ha sido relatado a través de la misma cadena de transmisores.

 

 

XXX

ESTÁ PROHIBIDO GOLPEAR EN EL ROSTRO

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si uno de vosotros pelea con su hermano que evite golpearle en el rostro”.

   

         Este hadiz ha sido relatado por Abu Zinad y dice: “Si uno de vosotros golpea”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si uno de vosotros pelea con su hermano que evite su rostro”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Cuando uno de vosotros pelea con su hermano no debe golpearlo en el rostro”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira. Y en la versión de Ibn Hatim el Profeta (s.a.s.) dice: “Si uno de vosotros se pelea con un hermano que evite golpearlo en el rostro, ya que ciertamente Allah creo a Adán a Su propia imagen” ([12]).

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si uno de vosotros pelea con su hermano que evite golpear su rostro”.

 

 

XXXI

SEVERA ADVERTENCIA PARA EL QUE CASTIGUE A LA GENTE SIN JUSTIFICACIÓN

 

        Hisham ibn Urua relató de su padre que Hisham ibn Hakim ibn Hizam pasó cerca de una gente en Siria a los que habían puesto de pie al sol y a los que les derramaban aceite en sus cabezas. Entonces él dijo: ¿Qué esto? Le contestaron: Están siendo castigados por no pagar el jaray (un impuesto gubernamental). El dijo: Pues yo ciertamente escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente Allah castigará a los que castiguen a la gente en este mundo”.

 

        Hisham relató que su padre dijo: Hisham ibn Hakim ibn Hazim pasó cerca de unos campesinos de Siria a los obligaban a estar de pie bajo el sol. El dijo: ¿Cuál es el problema con ellos? Le dijeron: Han sido arrestados por la yizia ([13]). Entonces Hisham le dijo: Atestiguo que escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente Allah castigará a aquellos que castiguen a la gente en este mundo”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Hisham con la misma cadena de transmisores y en la versión de Yarir agrega: Y el emir de ellos era Umair ibn Sa’d que era el gobernador de Palestina,(Hisham ibn Hakim) fue a él y le relató el hadiz. Y entonces este ordenó que los dejasen libres.

 

        Urua ibn Zubair relató que Hisham ibn Hakim se encontró con un hombre, que era el gobernador de Hims, y que había mandado a detener a una gente de los Nabatéos ([14]) por causa de la yizia. El dijo: ¿Qué es esto? Ciertamente escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente Allah castigará a los que castiguen a la gente en este mundo”.

 

 

XXXII

EL QUE VA A LA MEZQUITA, AL MERCADO U OTRO LUGAR DE REUNIÓN CON SU ARMA DEBE TENER CUIDADO DE QUE SU PUNTA NO DAÑE A NADIE

 

        Amr relató que escuchó a Yabir decir: Un hombre fue a la mezquita con una flecha. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Toma su punta”.

 

        Yabir ibn Abdullah relató que un hombre fue a la mezquita con sus flechas y las puntas de ellas estaban a la vista. Entonces se le ordenó que tomase las puntas para que no dañase a algún musulmán.

 

        Yabir relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) ordenó a un hombre que estaba distribuyendo flechas en la mezquita que no diese vueltas por ella sin tener las puntas tomadas. Ibn Rumh lo relató con una pequeña variación de palabras.

 

        Abu Musa relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si uno de vosotros va a una reunión o al mercado y lleva una flecha (o una lanza) en su mano que tome su punta, que tome su punta, que tome su punta”. Abu Musa relató: ¡Por Allah! Nosotros no cortejamos la muerte hasta arrojarnos flechas unos en los rostros de los otros. ([15])

 

        Abu Musa relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Si uno de vosotros se mueve por la mezquita o por el mercado y lleva consigo una flecha que la tenga tomada con su mano para que no dañar a ningún musulmán”. O dijo: “Que tome la cabeza de hierro (de la flecha)”.

 

 

XXXIII

LA PROHIBICIÓN DE APUNTAR CON UN ARMA A UN MUSULMÁN

 

 

        Abu Huraira relató: Abu Qasim (s.a.s.) dijo: “Quien apunta a su hermano con su arma los ángeles lo maldicen, aún si se trata de su hermano de sangre, hasta que deje de hacerlo”.

             Abu Huraira relató este hadiz del Profeta (s.a.s.) a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abu Huraira relató del Mensajero de Allah (s.a.s.) numerosos hadices, entre ellos este: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Que ninguno de vosotros apunte a su hermano con un arma, ya que no sabéis, pero quizás Shaitán haga que el arma se deslice de su mano, (lastime a alguien) y entonces entre en el fuego del Infierno”.

 

 

XXXIV

EL MÉRITO DE SACAR DEL CAMINO CUALQUIER COSA QUE PUEDA CAUSAR PROBLEMAS

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Un hombre iba por un camino cuando se encontró con una rama con espinas en él y la empujó a un costado. Entonces Allah se complació y lo perdonó”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Un hombre se encontró con unas ramas sobre el camino y se dijo: ¡Por Allah! Las sacaré para que no dañen a los musulmanes. Y fue admitido en el Paraíso”.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Yo vi un hombre gozando del Paraíso por haber cortado de un camino un árbol que molestaba a la gente”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Había un árbol que molestaba a los musulmanes, fue un hombre, lo cortó y entró en el Paraíso”.

 

        Abu Barza relató: Yo dije: ¡Oh Profeta de Allah! Enséñame algo de lo que me pueda beneficiar. Me dijo: “Remueve los obstáculos del camino de los musulmanes”.

 

        Abu Barza relató: Le dije al Mensajero de Allah (s.a.s.): ¡Oh Mensajero de Allah! No se si te sobreviviré así que otórgame algo por lo cual Allah me beneficie. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “Haz esto y esto otro (Abu Bakr, uno de los transmisores se olvidó) y me ordenó sacar obstáculos del camino”.

 

 

XXXV

PROHIBICIÓN DE CASTIGAR A LOS GATOS U OTROS ANIMALES QUE NO SEAN DAÑINOS

 

 

        Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Una mujer fue castigada por un gato que encerró hasta que murió y por esto entró en el Fuego. Ella no le dio de comer ni de beber, lo tenía encerrado y no lo dejó libre para que comiese los insectos de la tierra”.

 

        Ibn Umar relató a través de otra cadena de transmisores. E Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Una mujer fue castigada por un gato que ató y no le dio de comer ni de beber, ni lo dejó libre para comer los insectos de la tierra”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abu Huraira relató numerosos hadices del Mensajero de Allah (s.a.s.). Uno de los cuales es que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Una mujer entró en el Fuego por un gato que ató y no le dio de comer, ni lo dejó libre para que comiera los insectos de la tierra, hasta que se murió”.

 

 

XXXVI

LA PROHIBICIÓN DEL ORGULLO

 

        Abu Sa’id al Judri y Abu Huraira relataron: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El poder es Su izar (la vestimenta inferior) y el orgullo Su ridá (la vestimenta inferior), entonces quien compita conmigo respecto a esto lo castigaré”. ([16])

 

 

XXXVII

LA PROHIBICIÓN DE DECEPCIONARSE RESPECTO A LA MISERICORDIA DE ALLAH

 

        Yundub relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Un hombre dijo: ¡Por Allah! fulano no será perdonado por Allah. Y ciertamente Allah, Exaltado sea, dijo: Quien se atreve a jurar que Yo no voy a perdonar a fulano. Pues Yo ciertamente he perdonado a fulano y he borrado sus acciones”. ([17])

 

 

XXXVIII

 EL MÉRITO DE LOS DÉBILES Y MARGINALES

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Hay personas despeinadas y polvorientas que son alejadas de las puertas de las casas que si jurasen por Allah (sobre algo) les sería otorgado”. ([18])

 

 

XXXIX

 LA PROHIBICIÓN DE DECIR: LA GENTE ESTÁ DESTRUIDA

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Si una persona dice: La gente está destruida, la que está destruida es ella”.

        Este hadiz ha sido relatado por Suhail con la misma cadena de transmisores.

 

 

XL

EL BUEN TRATO CON EL VECINO

 

        A’isha relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Gabriel me aconsejó tanto el buen trato con el vecino hasta que llegué a pensar que le iba a otorgar el derecho a la herencia”.

        Este hadiz también ha sido relatado por A’isha a través de otra cadena de transmisores.

 

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Gabriel me aconsejó tanto sobre el vecino que pensé iba a tener derecho a heredarme”.

 

        Abu Dharr relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¡Oh Abu Dharr! Si preparas una sopa agrégale agua y dale a tu vecino”.

 

        Abu Dharr relató: Mi amigo (s.a.s.) me aconsejó: “Cuando prepares una sopa ponle más agua, ten en cuenta a la familia de tu vecino y convídalos cortésmente”.

 

 

XLI

ES RECOMENDABLE EN UN ENCUENTRO TENER UN ROSTRO ALEGRE

 

        Abu Dharr relató: El Profeta (s.a.s.) me dijo: “No consideréis como insignificantes ninguna de las cosas buenas, ni siquiera el hecho de encontrarte con tu hermano con un rostro alegre”.

 

 

XLII

EL RECOMENDABLE INTERCEDER EN ASUNTOS LÍCITOS

 

        Abu Musa relató: Cuando una persona iba al Mensajero de Allah (s.a.s.) con alguna necesidad él se lo recomendaba a sus Compañeros (diciendo): “Interceded por él y seréis recompensados. Y Allah da sus veredictos a través de la lengua de Su Profeta”. ([19])

 

 

XLIII

ES RECOMENDABLE ESTAR EN BUENA COMPAÑÍA Y EVITAR LA MALA

 

        Abu Musa relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “La comparación entre la buena compañía o la mala compañía es como estar con el que tiene almizcle o con el que sopla el fuelle (del herrero). En cuanto al que posee almizcle, te lo puede regalar o se lo puedes comprar o te quedará su buen olor. Y en cuanto al que sopla el fuelle o bien te quemas tus ropas o te quedará su mal olor”.

 

 

XLIV

EL MÉRITO DEL BUEN TRATO A LAS HIJAS

 

        A’isha, la esposa del Profeta (s.a.s.), relató: Una mujer vino a verme con sus dos hijas y me pidió (caridad) pero yo no tenía sino un dátil que se lo di. Ella lo tomó, lo dividió entre sus dos hijas y no comió nada de él. Luego se levantó y salió con sus dos hijas. El Profeta (s.a.s.) vino a verme y le conté su historia. Entonces el Profeta (s.a.s.) dijo: “El que tiene que criar hijas y las trata bien, ellas serán para él una protección contra el Fuego”.

 

        A’isha relató: Una mujer pobre vino a verme con sus dos hijas y yo les di tres dátiles para comer. Ella le dio un dátil a cada una de sus hijas y se llevó el otro a su boca para comerlo, pero sus hijas expresaron deseos de comérselo y entonces dividió entre ellas el dátil que se quería comer. Me sorprendió su actitud y se la mencioné al Mensajero de Allah (s.a.s.) que dijo: “Ciertamente Allah le ha asegurado el Paraíso por lo que hizo o la ha liberado del Fuego”.

 

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El que cría correctamente dos hijas hasta que crezcan, el Día de la Resurrección vendrá conmigo así”. Y entrelazó sus dedos .

 

 

XLV

EL MÉRITO DEL QUE SE RESIGNA A LA MUERTE DE SU HIJO

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Cualquiera de los musulmanes al que se le mueran tres hijos (y se resigne a ello) no será tocado por el Fuego excepto que sea por el cumplimiento del juramento”. ([20])

 

        Este hadiz también ha sido relatado por Zuhri a través de la cadena de Malik. Y en la versión de Sufian dice: “Y no entrará en el Fuego excepto por el cumplimiento del juramento”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo a una mujer de los Ansares: “Si a alguna de vosotras se os mueren tres hijos y acepta (la voluntad de Allah) esperando Su recompensa entrará en el Paraíso”. Una mujer de ellos dijo: ¿Y si son dos? ¡oh Mensajero de Allah! El dijo: “Aún si son dos”.

 

        Abu Sa’id al-Judri relató: Una mujer fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Los hombres reciben tus palabras, porque no nos reservas a nosotras, según tu conveniencia, un día para que vengamos a ti y nos enseñes lo que Allah te enseñó. El dijo: “Reuníos en este y en este otro día”. Y se reunieron y el Mensajero de Allah (s.a.s.) fue y les enseño lo que Allah le enseñaba. Luego les dijo: “Si una de vosotras es precedida por tres de sus hijos (en el Más Allá) ellos la protegerán del Fuego”. Y una mujer dijo: ¿Y dos y dos y dos? El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Y dos y dos y dos”.

 

        Abu Huraira relató que él dijo: “Tres que mueren en su niñez”.

 

        Abu Hassan relató que le dijo a Abu Huraira: Se me han muerto dos hijos. ¿Porqué no me relatas un dicho del Mensajero de Allah (s.a.s.) que tranquilice nuestro corazón? Dijo: Si. “Vuestros pequeños son las aves del Paraíso que se aferrarán a las ropas de su padre, o dijo: de sus padres, hasta que Allah lo haga entrar con su padre en el Paraíso”. Este hadiz ha sido relatado por Taimi con la misma cadena de transmisores y en este dice: ¿Has escuchado algo del Mensajero de Allah (s.a.s.) que suavice nuestra pérdida? Dijo: Si.

 

        Abu Huraira relató: Una mujer fue al Profeta (s.a.s.) con su hijo y le dijo: ¡Oh Profeta de Allah! Ruega a Allah por él ya que ya he enterrado tres hijos. El dijo: “¿Has enterrado tres hijos?”. Ella dijo: Si. Dijo: “Ciertamente tu tienes una fuerte protección del Infierno”.

 

        Abu Huraira relató: Una mujer fue al Profeta (s.a.s.) con su hijo y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! El está indispuesto y temo por él, porque ya he enterrado a tres hijos. El le dijo: “Tu tienes una protección muy fuerte contra el Fuego”.

 

 

XLVI

CUANDO ALLAH AMA A UN SIERVO LA GENTE TAMBIÉN LO AMA

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente cuando Allah ama a uno de Sus siervos lo llama a Gabriel y le dice: Yo amo a fulano, entonces tu también debes amarlo. Y Gabriel lo ama y hace un llamado en el cielo diciendo: Allah ama a fulano y vosotros debéis amarlo. Y así los habitantes del cielo también lo aman. Y luego recibe la aceptación también en la tierra. Y cuando se enoja con uno de Sus siervos lo llama a Gabriel y le dice: Estoy enojado con fulano, enójate con él. Y Gabriel se enoja con él y llama a los habitantes del cielo diciendo: Allah está enojado con fulano, enojáos con él. Y ellos se enojan con él. Y luego también recibe el enojo en la tierra”.

 

        Este hadiz ha sido relatado por Suhail con la misma cadena de transmisores. Excepto que en la versión de Ala ibn Musaiib no se menciona la palabra: enojo.

 

        Suhail ibn Abu Salih relató: Estábamos en Arafat cuando pasó Umar ibn Abd al-Aziz, que era el emir de la Peregrinación. La gente se levantó para mirarlo y yo le dije a mi padre: Padre, a mi me parece que Allah ama a Umar ibn Abd al-Aziz. El dijo: ¿Y por qué? Dije: Por el amor que hay en los corazones de la gente por él. El dijo: ¡Por Aquel que creo a tu padre! Yo escuché a Abu Huraira relatar del Mensajero de Allah (s.a.s.). Y luego relató un hadiz como el anterior.

 

 

XLVII

LOS ESPÍRITUS SON EJÉRCITOS QUE SE JUNTAN

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Los espíritus son ejércitos que se juntan y aquellos que familiarizaron (en el otro mundo) tendrán afinidad en este y aquellos que se opusieron tendrán diferencias”. ([21])

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “La gente son como las minas de oro y de plata, los mejores en yahilía (antes del Islam) son los mejores en el Islam, si tienen entendimiento. Y los espíritus son ejércitos que se juntan. Y los que han familiarizado tendrán afinidad y los que se han opuesto tendrán diferencias”.

 

 

XLVIII

LA PERSONA ESTARÁ CON QUIEN AMA

 

        Anas ibn Malik relató que un árabe del desierto le dijo al Mensajero de Allah (s.a.s.): ¿Cuando llegará la Ultima Hora? Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¿Y tu cómo te has preparado para ella?”. Dijo: Con el amor a Allah y a Su Mensajero. Dijo: “Tu estarás con quien amas”.

 

        Anas relató: Un hombre dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cuando será la Ultima Hora? Dijo: “¿Y cómo te has preparado para ella?”. Y no dio muchos detalles pero dijo: Pero amo a Allah y a Su Mensajero. Le dijo: “Tu estarás con los que has amado”. Anas ibn Malik relató a través de otra cadena de transmisores un hadiz como éste en el que un árabe del desierto fue al Mensajero de Allah (s.a.s.), pero agrega: No me he preparado para ella con demasiadas cosas valiosas para mi.

 

        Anas ibn Malik relató: Un hombre fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cuando llegará la Hora? Dijo: “¿Y cómo te has preparado para la Hora?”. Dijo: Con el amor a Allah y a Su Mensajero. Dijo: “Ciertamente tu estarás con los que amas”. Anas dijo: Después de aceptar el Islam nada nos puso tan contentos como las palabras del Profeta (s.a.s.): “Ciertamente tu estarás con los que amas”. Y Anas dijo: Yo amo a Allah y a Su Mensajero. Y a Abu Bakr y a Umar. Y espero estar con ellos pese a que no actué como ellos.

 

        Anas ibn Malik relató este hadiz a través de otra cadena de transmisores, pero no menciona las palabras de Anas: Yo amo a ..., y lo que sigue.

 

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) y yo estábamos saliendo de la mezquita cuando nos encontramos con un hombre en el umbral de la mezquita. Y dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cuando llegará la Hora? El Mensajero de Allah (s.a.s.) le dijo: “¿Cómo te has preparado para ella?”. El hombre se quedó callado y luego dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! No me he preparado para ella con demasiadas oraciones o ayunos o limosnas pero amo a Allah y a Su Mensajero. Dijo: “Pues tu estarás con los que amas”.

        Este hadiz ha sido relatado por Anas a través de otra cadena de transmisores.

        Anas también ha relatado este hadiz a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abdullah relató: Un hombre fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Qué opinas de una persona que ama a su gente pero sus acciones no son como las de ellos? El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “La persona estará con los que ama”.

        Otro hadiz como este ha sido relatado por Abdullah.

        Abu Musa relató: Una persona fue al Profeta (s.a.s.). El resto del hadiz es el mismo.

 

 

XLVIII

CUANDO SE ELOGIA A UN HOMBRE RECTO, SON BUENAS NUEVAS PARA ÉL

 

        Abu Dharr relató: Le dijeron al Mensajero de Allah (s.a.s.): ¿Qué opinas de una persona que ha hecho buenas acciones y que es elogiado por la gente? Dijo: “Son buenas nuevas para el creyente”.

 

        Este hadiz ha sido relatado a través de otra cadena de transmisores. En el narrado por Shu’ba dice: Y la gente lo ama. Y en el de Abd as-Samad dice: Y es alabado por la gente. Como dijo Hammad.

 

 

 


[1] No es que él quería hacer un juramento por el padre sino que le apareció espontáneamente en su lengua.

[2] En este caso no había nadie más que los cuidase excepto su hijo, por eso el Profeta (s.a.s.) le pidió que se quedase a servirlos.

[3] La forma intensa de meditación y de oración que lleva a la persona a olvidar sus responsabilidades sociales da lugar al individualismo, que en nombre de una elevación espiritual produce el endurecimiento del corazón. Si la persona tiene solo la preocupación de salvar su propia alma dejando de lado sus responsabilidades con su familia, su país y la humanidad se vuelve insensible. El Islam quiere un desarrollo armonioso de todos los aspectos de la vida en la cual lo espiritual tiene su lugar junto a los deberes sociales.

[4] Pierde una oportunidad única y al no servirlos como corresponde, especialmente cuando han llegado a una edad avanzada, se está negando la recompensa del Paraíso.

[5] Es una expresión metafórica que significa el fuego del Infierno y la humillación. 

[6] Un relato hecho por un Compañero de una expresión o un hecho del Profeta (s.a.s.) y de los cual dicho Compañero ha sido oyente o testigo.

[7] Allah no castiga inmediatamente al opresor, le permite que oprima y que pruebe con sus acciones que merece el castigo. 

[8] Así se llama al tiempo antes de que el Islam fuese revelado: Yahilía (Ignorancia).

[9] Los llamados o las proclamas de la gente en el tiempo de la Ignorancia estaban basadas en el incitar a la gente a que estuviesen del lado de uno basado en la pertenencia a la tribu o al clan, sin importar si la causa es justa o no. Así son también en la actualidad los llamados a luchar por el país, la raza, la nación, etc. El Profeta (s.a.s.) afirma que ellos deben luchar por causas justas y nobles no importa quien es el que se beneficia o quien las dirige y oponerse al mal. El musulmán debe luchar por la causa de Allah.

[10] Raqub es una persona cuyos hijos no sobreviven y eso lo tiene sumido en la tristeza. Pero en lo espiritual raqub es el que no tiene la suficiente paciencia para soportar esas pérdidas. Si el hijo que muere es un menor será su intercesor en el Más Allá y si es mayor y es paciente con su muerte tendrá una gran recompensa en la Otra Vida.

[11] Cuando una persona se enoja sus facultades intelectuales se ofuscan y deja de discriminar entre lo bueno y lo malo, un ataque de ira es una forma de locura.

[12] Esto no quiere decir que haya sido creado con Su forma o imagen ya que lo finito no pude tener la forma de lo Infinito. Su propia imagen ha sido usado para dar una idea de la dignidad del hombre como representante de Allah en la tierra.

[13] Impuesto de capitación que pesaba sobre los no musulmanes que vivían en el dominio del Islam.

[14] Agricultores no árabes.

[15] En forma irónica Abu Musa nos informa de que cuidadoso fue el Profeta (s.a.s.) con la vida y el honor de los musulmanes, de que modo insistía en que fuesen cuidadosos al portar armas para no dañar a nadie. Pero luego de su muerte los musulmanes olvidaron sus órdenes y tomaron las armas para atacarse unos a otros, aquí hay una referencia a la batalla del Camello, de Siffin y otras hostilidades entre musulmanes.

[16] Toda la Gloria y la Majestad pertenecen solo a Allah y nadie puede atribuirse estos aspectos de la soberanía de Allah.

[17] Solo Allah conoce el destino de una persona en el Más Allá.

[18] En el mundo material la posición de una persona está determinada por la riqueza y el poder que posea, pero para Allah es la piedad, la humildad y la consciencia de dios lo que es importante. La vida simple y la humildad son grandes virtudes en el Islam.

[19] El Profeta (s.a.s.) dará su veredicto de acuerdo con la Shari’at y los musulmanes pueden interceder por otras personas siempre y cuando se trate de asuntos lícitos, cuando se ha prescrito un castigo de acuerdo con la Shari’at no se debe interceder.

[20] Esto es una referencia a esta aleya del Corán: “Y ninguno de vosotros dejará de pasar sobre él. Es una decisión irrevocable de tu Señor. Luego salvaremos a quienes temieron a Allah y abandonaremos en ella, de rodillas, a los impíos.” (19:71-72) Todos pasaran sobre el Puente construido sobre el Fuego, los piadosos lo pasaran y los pecadores se caerán.

[21] Así como los pájaros de un mismo plumaje vuelan juntos los espíritus que han estado juntos en el estado prenatal se vuelven a juntar en esta vida.