COLECCIÓN DE HADICES

 

 

KITAB AL-YIHAD WA S-SIIAR

LIBRO DEL YIHAD ([1]) Y DE LA EXPEDICIÓN

 

PRIMERA PARTE

 

 

I

EL PERMISO PARA ATACAR A LOS INCRÉDULOS, SIN UN ULTIMATUM, SI YA HAN SIDO INVITADOS A ACEPTAR EL ISLAM

 

        Ibn Aun relató: Le escribí a Nafi’ preguntándole si era necesario invitar (a la aceptación del Islam) antes de atacar. Entonces me escribió diciendo: Así era en los primeros tiempos del Islam. El Mensajero de Allah (s.a.s.) atacó a los Banu Mustaliq sin que ellos se dieran cuenta y mientras su ganado estaba bebiendo agua. Mató a los que peleaban y capturó a los otros. Ese día capturó a Yuuairía bint al-Hariz ([2]). Nafi’ dijo: Esto me fue relatado por Abdullah ibn Umar que fue parte de esas tropas.

        Este hadiz fue relatado por Ibn Aun y sin duda se mencionó el nombre de Yuuaría bint al-Hariz.

 

 

II

EL NOMBRAMIENTO DE LOS JEFES DE LA EXPEDICIÓN POR EL IMAM, SU CONSEJO RESPECTO A LAS CORTESÍAS DE LA GUERRA Y OTROS ASUNTOS

 

        Sulaimán ibn Buraid relató que su padre dijo: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) nombraba a alguien como jeIslam de un ejercito o de un destacamento lo exhortaba especialmente a temer a Allah y a tratar bien a los musulmanes que estaban con él, luego decía: “Pelea en el nombre de Allah y por la causa de Allah. Pelea contra el que no cree en Allah. Que sea una guerra santa y no os apoderéis del botín. No rompas vuestro juramento. No mutiléis los cuerpos y no matéis los niños. Cuando os encontréis con vuestros enemigos idólatras invítalos a tres posibilidades, si responden a cualquiera de ellas, acéptala y retírate sin hacerles daño. Invítalos al Islam y si te contestan acéptalo y retírate sin dañarlos. Luego invítalos a emigrar de sus tierras a la tierra de los Emigrantes (Muhayir) ([3]). E infórmales que si hacen eso tendrán los privilegios y las obligaciones de los Emigrantes. Y si ellos rechazan emigrar, infórmales que entonces serán como los musulmanes del desierto sujetos a los preceptos de Allah como los otros creyentes. Pero no tendrán parte del botín ni del fai’ ([4]), excepto cuando peleen con los musulmanes. Pero si ellos rechazan (el Islam) pídeles el yizia ([5]). Y si aceptan pagarlo, acéptala y retírate sin hacerles daño. Si ellos rechazan (pagarlo) refúgiate en Allah y combatelos. Y si estás sitiando un fuerte y los sitiados te piden protección en el nombre de Allah y de Su Profeta, no les otorgues protección en el nombre de Allah y de Su Profeta, sino que otórgales la protección en tu nombre y en el de tus compañeros. Ya que si se desconoce la protección otorgada en tu nombre y en el de tus compañeros es una falta menor que no cumplir con la protección otorgada en el nombre de Allah y de Su Mensajero. Y si estás sitiando un fuerte y los sitiados quieren que los dejes salir de acuerdo a las órdenes de Allah, no los dejes salir de acuerdo a las órdenes de Allah, sino que lo hagan de acuerdo a tus órdenes, ya que tu no sabes si serás capaz de cumplir con las órdenes de Allah sobre ellos”.

       

        Sulaimán ibn Buraida relató que su padre dijo: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) enviaba a un emir con un destacamento lo llamaba y lo aconsejaba. El resto del hadiz es el mismo.

        El mismo hadiz ha sido relatado por Shu’ba.

 

 

III

LA ORDEN DE SER INDULGENTES Y DE EVITAR CREAR ANTIPATÍA (HACIA LA RELIGIÓN)

 

        Abu Musa relató: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) enviaba a uno de sus Compañeros en una misión le decía: “Dales buenas nuevas (a la gente) y no creéis antipatías. Y sed indulgentes y no seáis severos”.

 

        Sa’id ibn Abu Burda relató de su padre que lo hizo de su abuelo que cuando el Profeta (s.a.s.) lo envió a él y a Mu’adh al Yemen les dijo: “Sed indulgentes y no seáis severos. Dales buenas nuevas (de los favores divinos en este mundo y en el otro) y no creéis antipatías. Colaborad y no os enfrentéis”.

        Este hadiz ha sido relatado por Buraida excepto: “Colaborad y no os enfrentéis”.

 

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Sed indulgentes y no seáis severos. Dad consuelo y no creéis antipatías”.

 

 

IV

PROHIBICIÓN DE TRAICIONAR AL ISLAM

 

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Cuando Allah reúna a las primeras y a las últimas generaciones de la humanidad en el Día del Juicio, se levantará una bandera sobre cada persona que haya traicionado su Islam y se dirá: esta es la traición de fulano el hijo de fulano”.

        Este hadiz ha sido relatado por Ibn Umar a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abdullah ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “En el Día del Juicio Allah pondrá una bandera sobre cada

       

        Abdullah ibn Umar relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “El Día del Juicio habrá una bandera sobre cada uno que haya traicionado su Islam”.

 

        Abdullah relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “En el Día del Juicio habrá una bandera para cada persona que haya traicionado su Islam. Y se dirá: Esta es la traición de fulano”.

        Este hadiz ha sido relatado por Shu’ba con una pequeña variación de palabras.

 

        Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El Día del Juicio todos los que hayan traicionado su Islam tendrán una bandera con la que serán reconocidos. Y se dirá: Esta es la traición de fulano”.

 

        Anas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Todos los que hayan traicionado su Islam tendrán una bandera en el Día del Juicio por la que serán reconocidos”.

 

        Abu Sa’id relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Todos los que traicionan su Islam tendrán una bandera detrás de su trasero en el Día del Juicio”.

 

        Abu Sa’id relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “En el Día del Juicio todos los que hayan traicionado su Islam tendrán una bandera que se levantará en relación a la cuantía de su traición. Y no hay mayor traición que la traición del que gobierna gente”.

 

 

V

ESTÁN PERMITIDAS LAS ARTIMAÑAS EN LA GUERRA

 

        Yabir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “La guerra son artimañas (estrategias)”.

        Este hadiz también ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores.

 

 

VI

NO SE DEBE DESEAR EL ENFRENTAMIENTO CON EL ENEMIGO Y LA ORDEN DE SER PACIENTES DURANTE EL ENCUENTRO

 

            Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “No deseéis enfrentar al enemigo pero si lo enfrentáis sed firmes (pacientes)”.

 

        Abu Nadr supo a través de una carta de un hombre de la tribu de Aslam, que era un Compañero del Profeta (s.a.s.) llamado Abdullah ibn Abu Aufa, que escribió a Umar ibn Ubaidullah, cuando este marchó hacia Haruríia informándolo de que uno de esos días, cuando estaba peleando con el enemigo, el Mensajero de Allah (s.a.s.) esperó que se pusiera el sol, luego se levantó (para dirigirse a la gente) y dijo: “¡Oh gente! No deseéis el enfrentamiento con el enemigo y pedid a Allah que os de seguridad. Pero si lo enfrentáis, sed pacientes y sabed que el Paraíso está bajo la sombra de las espadas”.  Luego el Profeta (s.a.s.) se levantó (nuevamente) y dijo: “¡Oh Allah! Revelador del Libro, Disipador de las Nubes, Vencedor de las Hordas, derrótalos y ayúdanos contra ellos”.

 

 

VII

ES DESEABLE ROGAR POR LA VICTORIA ANTES DE ENFRENTAR AL ENEMIGO

 

            Ibn Abu Aufa relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) rogó contra las tribus (que atacaron Medina en el 5H.) diciendo: “¡Oh Allah! Revelador del Libro, Rápido para Pedir Cuentas, derrota a las tribus. ¡Oh Allah! Derrótalos y sacúdelos”.

            Ibn Abu Aufa relató este hadiz con una pequeña variación de palabras.

        Este hadiz también ha sido transmitido por Ibn Abu Aufa a través de otra cadena de transmisores (y en esta narración agrega): “Disipador de las Nubes”.

 

        Anas relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) en el día de la batalla de Uhud dijo: “¡Oh Allah! Si tu quieres (que derroten a los musulmanes) no habrá nadie en la tierra que Te adore”.

 

 

VIII

LA PROHIBICIÓN DE MATAR MUJERES Y NIÑOS EN LA GUERRA

 

            Abdullah relató que se encontró una mujer asesinada en una de las batallas peleadas por el Mensajero de Allah (s.a.s.). Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) censuró matar a mujeres y niños.

 

        Ibn Umar relató: Se encontró a una mujer asesinada en una de esas batallas. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) prohibió matar a las mujeres y a los niños.

 

 

IX

ESTÁ PERMITIDO MATAR A MUJERES Y NIÑOS DURANTE LOS ATAQUES NOCTURNOS SI NO ES INTENCIONALMENTE

 

            Sa’b ibn Yazzama relató: Le preguntaron al Profeta (s.a.s.) sobre las mujeres y los niños de los idólatras que morían durante los ataques nocturnos. Y él dijo: “Ellos son de ellos” ([6]).

 

        Sa’b ibn Yazzama relató: Dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Nosotros matamos a los hijos de los idólatras durante los ataques nocturnos. Dijo: “Ellos son de ellos”.

 

        Sa’b ibn Yazzama relató que le preguntó al Profeta (s.a.s.): ¿Qué pasa con lo hijos de los politeístas que mata la caballería durante los ataques nocturnos? Dijo: “Ellos son de ellos”.

 

 

X

ESTÁ PERMITIDO CORTAR LOS ÁRBOLES Y QUEMARLOS

 

            Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) ordenó cortar y quemar las palmeras de los Banu Nadir que estaban en Buaira. En su versión Qutaiba e Ibn Rumh agregaron: Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló: “Los árboles que has cortado o los que dejaste en pie, lo hiciste con el permiso de Allah para confundir a los perversos”. (59:5) ([7])

 

        Ibn Umar relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) mandó cortar y quemar las palmeras de los Banu Nadir. Entonces Hassan (el poeta) dijo: Fue fácil para los nobles de los Quraish, quemar Buaira cuyas chispas se extendieron. Y sobre ésto fue revelado: ““Los árboles que has cortado o los que dejaste en pie”.

 

        Abdullah ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) quemó las palmeras de los Banu Nadir.

 

 

XI

EL BOTÍN DE GUERRA ES LÍCITO SOLO PARA ESTA COMUNIDAD

 

            Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Uno de los proIslamtas ([8]) hizo una expedición y dijo a su gente: Que no me acompañe el hombre que se ha casado con una mujer y que quiere consumar su matrimonio pero aún no lo ha hecho, ni el que ha construido una casa pero le falta hacer el techo, ni tampoco el que ha comprado cabras o camellas preñadas y está esperando que paran. Y avanzó y llegó a un pueblo cerca del tiempo de la oración de la tarde (Asr). Y le dijo al sol: Tu eres un subordinado y yo soy un subordinado. ¡Oh Allah!, deténlo un poco. Y se detuvo por un tiempo hasta que Allah le otorgó la victoria. Y reunieron el botín y le acercaron fuego para que los consumiera, pero no lo hizo. Entonces (el Profeta) dijo: Entre vosotros hay quien ha malversado, que un hombre de cada tribu me jure fidelidad. Así lo hicieron. Y la mano de un hombre se pegó a la suya. Y dijo: En tu tribu han malversado, que todos los miembros de tu tribu me juren fidelidad. Así lo hicieron. Y las manos de uno o dos hombres se pegaron a la suya. Y dijo: Vosotros sois los que habéis malversado. Y sacaron una cantidad de oro del tamaño de la cabeza de una vaca. Y lo pusieron sobre la tierra junto al resto del botín. Y acercaron (nuevamente) fuego y lo consumió. El botín de guerra no era lícito para nadie antes de nosotros. y esto es por que Allah, Bendito y Exaltado, vio nuestra debilidad entonces lo hizo lícito”.

 

 

XII

EL BOTÍN

 

            Mus’ab ibn Sa’d relató de su padre: Mi padre tomó una espada del jums ([9]) y fue con ella al Profeta (s.a.s.) y le dijo: Dámela a mi. Pero no quiso y Allah, Exaltado y Majestuoso, reveló: “Te preguntan por el botín. Di: El botín pertenece a Allah y a Su Mensajero”. (8:1)

 

        Mus’ab ibn Sa’d relató que su padre dijo: Cuatro aleyas (del Corán) fueron reveladas por mi. Encontré una espada (en el botín) y fui con ella al Profeta (s.a.s.) y le dije: ¡Oh Mensajero de Allah! Dámela. El dijo: “Déjala”. Luego se levantó y le dijo: “Déjala donde la tomaste”. Dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Dámela. Dijo: “Déjala”. Y se levantó y dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Dámela, ¿acaso debo ser tratado como quien no tiene parte del botín? Entonces el Profeta (s.a.s.) le dijo: “Déjala donde la tomaste”. Entonces fue revelada esta aleya: “Te preguntan por el botín. Di: El botín pertenece a Allah y a Su Mensajero”. ([10])

 

        Ibn Umar relató que el Profeta (s.a.s.) envió una expedición al Nayd y yo estaba en ella. Y fueron capturados muchos camellos como botín. A cada combatiente le tocaron once o doce camellos y también un camello extra para cada uno.

 

        Ibn Umar relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) envió una expedición hacia el Nayd e Ibn Umar estaba entre ellos. Y la parte que les correspondió fue de doce camellos para cada uno y además un camello extra. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) no hizo ningún cambio.

 

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) envió una expedición al Nayd y yo salí con ellos. Y obtuvimos camellos y cabras como botín. Nuestra parte fue de doce camellos por cabeza. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) nos dio un camello extra para cada uno de nosotros.

        Este hadiz ha sido relatado por Ubaidullah a través de otra cadena de transmisores.

 

        Ibn Aun relató: Le escribí a Nafi’ preguntándole sobre el botín. Y él me escribió diciendo que Ibn Umar estaba en la expedición. (El resto del hadiz es el mismo)

 

        Salim relató que su padre dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) nos dio un extra además de nuestra parte del jums. Y a mi me tocó un sharif (un sharif es un camello grande y viejo).

 

        Ibn Shihab relató: Me han contado que Ibn Umar dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dio parte del botín a sus tropas. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) solía dar una parte mayor a las tropas pequeñas que enviaba en expediciones que la parte que corresponde a cada combatiente en una expedición numerosa. Y el jums siempre estaba reservado (para Allah y Su Mensajero).

 

 

XIII

EL DERECHO DEL COMBATIENTE SOBRE LAS PERTENENCIAS DEL QUE HA MATADO DURANTE EL COMBATE

 

            Abu Muhammad al-Ansari relató que Abu Qatada dijo (el hadiz que sigue)-

 

        Abu Muhammad, el esclavo liberado de Abu Qatada, relató que Abu Qatada dijo y sigue el hadiz.

 

        Abu Qatada relató: Salimos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) en una expedición el año de la batalla de Hunain. Cuando nos enfrentamos (con el enemigo) algunos musulmanes se escaparon. Y vi a un hombre de los idólatras venciendo a un hombre de los musulmanes. Entonces di la vuelta y lo ataqué por atrás golpeándolo entre su cuello y sus hombros. El se dio vuelta hacia mi, me tomó y sentí el olor de la muerte. Luego fue sobrecogido por la muerte y me dejó. Y me junté con Umar ibn al-Jattab que estaba diciendo: ¿Qué pasa con la gente? Dije: Es el decreto de Allah. Luego la gente regresó. (La batalla terminó con una victoria para los musulmanes) Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) se sentó y dijo: “El que haya matado a un enemigo y tenga pruebas de ello se quedará con su pertenencias” ([11]). Entonces me paré y dije: ¿Quién puede atestiguar por mi? Y luego me senté. Luego (el Profeta) repitió lo mismo. Y me paré y dije: ¿Quién puede atestiguar por mi? Luego me senté. El repitió lo mismo por tercera vez y yo me paré (de nuevo) y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “¿Qué te pasa? ¡oh Abu Qatada!”. Entonces le relaté toda la historia. Y un hombre de la gente dijo: Ha dicho la verdad, ¡oh Mensajero de Allah! Yo tengo las pertenencias del que mató. Convéncelo de que resigne su derecho (a favor mío). Abu Bakr as-Siddiq dijo: No, ¡Por Allah! Esto no sucederá. No será privado uno de los leones de Allah que ha combatido por Allah y por Su Mensajero y recibirá su parte del botín. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ha dicho la verdad. Dádle lo que le pertenece”. Entonces me lo dieron y vendí la armadura y con su venta procedí a comprarme un huerto en la calle de los Banu Salama. Esta fue la primera propiedad que compré después de aceptar el Islam. En el hadiz narrado por Abu Laiz, Abu Bakr dice: No, nunca se le dará a un zorro de los Quraish dejando de lado a uno de los leones de Allah. Y también en esta narración dice: Fue la primera propiedad que yo compré.

 

        Abdu Rahman ibn Auf relató: Mientras yo estaba en las filas preparado para la batalla de Badr miré hacia mi izquierda y hacia mi derecha y me encontré entre dos jóvenes de los Ansares, ambos muy jóvenes. Entonces desee estar entre dos personas más fuertes que ellos dos. Uno de los dos me hizo una señal y me dijo: ¡Oh tío! ¿Sabes quien es Abu Yahl? Dije: Si. ¿Qué quieres hacer con él? ¡Oh mi sobrino! Dijo: Me han dicho que él insulta al Mensajero de Allah (s.a.s.). ¡Y por Aquel en cuyas manos está mi vida! Si lo veo no lo dejaré hasta que muera el que estaba destinado a morir primero. Me sorprendí al oír esto. Luego el otro me hizo una señal y me dijo algo parecido. Y no pasó mucho tiempo que vi a Abu Yahl moviéndose entre la gente. Entonces les dije: ¿No veis? Ese es el hombre sobre el que me habéis preguntado. Y ellos se apresuraron hacia él y lo golpearon con sus espadas hasta matarlo. Luego fueron al Mensajero de Allah (s.a.s.) y lo informaron. Y él dijo: “¿Quién de los dos lo mató?”. Los dos dijeron: Yo lo maté. El dijo: “¿Habéis limpiado vuestras espadas?”. Ellos dijeron: No. Y observó sus espadas y dijo: “Lo habéis matado entre ambos”. Y decidió que le dieran las pertenencias (de Abu Yahl) a Mu’adh ibn Amr ibn al-Yamuh. (Los dos jóvenes eran Mu’adh ibn Amr ibn al-Yamuh y Mu’adh ibn Afra). ([12])

 

        Auf ibn Malik relató: Un hombre de la tribu de Himar mató a uno de los enemigos y quiso tomar el botín pero Jalid ibn Ualid, que era su comandante, se lo prohibió. Y Auf ibn Malik fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le contó esto. Entonces él le dijo a Jalid: “¿Qué es lo que te impide darle el botín?”. Dijo (Jalid): Es que es demasiado, ¡oh Mensajero de Allah! Dijo: “Dáselo a él”. Y cuando Jalid pasó cerca de Auf éste tiró de su túnica y le dijo (irritado): ¿Acaso no ha sucedido lo que yo te había relatado del Mensajero de Allah (s.a.s.)? Pero el Mensajero de Allah (s.a.s.) escuchó esto y se enojó y dijo: “No se lo des, ¡oh Jalid! No se lo des, ¡oh Jalid! ¿Acaso vais a abandonar a los comandantes que yo he nombrado? Ciertamente vuestro parecido y el de ellos es como un hombre que lleva a sus camellos o a sus ovejas a pastar, luego los lleva a beber, acercándolos a un estanque. Y beben allí el agua clara dejando abajo el agua turbia. Entonces el agua clara es para vosotros y la turbia para ellos” ([13]).

 

        Auf ibn Malik al-Ashya’i relató: Me uní a la expedición que salió bajo Zaid ibn Hariza a Muta. Y yo recibí refuerzos del Yemen. Y sigue el hadiz como el anterior, excepto que en este dice: Auf dijo: ¡Oh Jalid! ¿No sabes que el Mensajero de Allah (s.a.s.) ha decidido que el botín (de un enemigo) debe ser entregado al que lo haya matado? Dijo: Si, pero para mi era demasiado.

 

        Salama ibn al-Akua relató. Combatimos en la batalla de Hauzin junto al Mensajero de Allah (s.a.s.). (Un día) estábamos desayunando con el Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando llegó un hombre montado en un camellos rojo. Lo hizo arrodillar, sacó una tira de cuero de su faja y amarró el camello con ella. Luego se adelantó y comió con la gente mientras miraba a su alrededor. Nosotros estábamos en pobres condiciones, incluso algunos de nosotros íbamos a pie. De pronto el hombre salió, fue a su camello, lo desató, lo hizo arrodillar, lo montó y partió rápidamente con él. Entonces un hombre montado en una camella marrón lo siguió (pensando que era un espía). Salama dijo: Yo lo seguí a pie, corrí hasta estar cerca de la pata del camello, luego me adelanté hasta acercarme a las patas delanteras y luego me aproximé hasta tomar las riendas del camello y lo hice arrodillar. En cuanto se arrodilló, saqué mi espada y golpeé la cabeza del hombre y cayó. Luego regresé con el camello y las pertenencias y armas del hombre. El Mensajero de Allah (s.a.s.) me recibió con la gente y dijo: “¿Quién mató este hombre?”. Dijeron: Ibn al-Akua. Dijo: “Todo lo del hombre es de él”. 

 

 


 


[1] La palabra Yihad viene del verbo Yahada que significa: él se esforzó; en el sentido jurídico significa esforzarse al máximo de la capacidad propia por la causa de Allah. Entonces Yihad en Islam no es un acto de violencia dirigido contra los que no son musulmanes sino que es el gran lucha que todo musulmán debe realizar contra el mal dentro de si mismo y fuera de si, en cualquier forma que se manifieste. La lucha por la causa de Allah es uno de los aspectos del Yihad y esta lucha no es mera brutalidad sino que tiene sus reglas y su función de preservar el orden moral en el mundo.   

[2] Era la hija del jeIslam de los Banu Mustaliq, luego se casó con el Profeta (s.a.s.).

[3] La idea es que tengan la oportunidad de vivir en Medina para que adquieran el conocimiento del Islam y aprendan sus prácticas.

[4] Al-Ganima es el botín de guerra que cae en las manos de los musulmanes después de un encuentro mientras que el Fai’ es la riqueza que los que no son musulmanes entregan sin que haya un conflicto armado. Los cuatro quintos del Ganima se distribuyen entre los soldados que han participado en el combate mientras que el Fai’ es también para los que no han combatido de acuerdo al criterio del emir.

[5] La palabra Yizia deriva del verbo Yazá que significa: él entregó algo como compensación (en lugar de otra cosa). Este impuesto es una especie de compensación a la sociedad musulmana de parte de los no musulmanes que viven bajo la protección del Estado Islámico por no participar en el servicio militar y gozar del convenio de protección. No hay una tasa fija que haya sido establecida por el Corán o por el Profeta (s.a.s.) pero de todos los hadices disponibles es evidente que es menor que el Zakat que pagan los musulmanes.

[6] Esto no significa que deban ser tratados como los combatientes. Solo que durante los ataques nocturnos era difícil distinguirlos de los idólatras que combatían, entonces podían ser muertos sin intención. Las mujeres, los niños, los enIslamrmos y los religiosos devotos no deben ser tocados, solo los que combaten pueden ser muertos.

[7] Cuando los musulmanes sitiaron a los Banu Nadir tuvieron grandes dificultades para vencerlos ya que estaban rodeados por un espeso bosque, entonces para forzar a los judíos a rendirse el Profeta (s.a.s.) ordenó que se cortasen los árboles. Los hipócritas de Medina y los judíos de Banu Nadir y Banu Quraiza dijeron que el Profeta (s.a.s.) no cumplía con los preceptos que él mismo había establecido. Los mismos musulmanes estaban inquietos por tener que cortar los árboles entonces fue que Allah reveló esta aleya. Las instrucciones que los Califas Rectamente Guiados dieron a sus ejércitos confirmaron la prohibición de cortar árboles o de cualquier tipo de destrucción innecesaria durante la guerra.

[8] Se refiere a Yoshua sucesor de Moisés.

[9] Es el quinto reservado a Allah y al Profeta (s.a.s.) para ser usado con fines caritativos: huérfanos, necesitados y viajeros.

[10] La palabra que usa el Corán para botín es nafl, su plural es anfal, que literalmente significa: un agregado o una adición recibida mas allá de lo que se merece. El guerrero (muyahid) debe luchar solo por Allah y si recibe parte del botín es solo como un favor no porque tenga derecho a ello. Los cuatro quintos del botín pueden ser distribuidos entre los que tomaron parte en la lucha o ser usados para el bienestar de la comunidad.

[11] Entregar la pertenencias del muerto al musulmán que lo ha matado es un favor especial para animar a los musulmanes a participar en el yihad y a ser valientes.

[12] Mu’adh ibn Amr fue quien le dio el primer golpe fatal a Abu Yahl.

[13] Este incidente ocurrió durante la batalla de Muta en el año 8H. El Profeta (s.a.s.) nombró a Zaid ibn Hariza comandante del ejército musulmán que consistía en 300 soldados y los envió a Siria. También nombró a dos eminentes Compañeros como sucesores de Zaid si lo mataban. Ellos era Ya’far Taiiár ibn Abu Talib y Abdullah ibn Rauaha. Sucedió que los tres mártires durante la batalla. Fueron entonces sucedidos por Jalid ibn Ualid que de modo valiente y sagaz salvó a los musulmanes de una catástroIslam. En el hadiz el Profeta (s.a.s.) desaprueba el comportamiento impertinente de un soldado con jalid entonces impide que se le pague el botín. Las responsabilidades de los comandantes son muy pesadas por eso ellos deben ser respetados y obedecidos.

 

 

CONTINUACIÓN