El libro del guerrero

(II)

 

Por Abdullah Shamil Abu Idris

(Shamil Basayev)

 

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BISMILLAH, ALABANZAS A ALLAH SEÑOR DE LOS MUNDOS, QUIEN NOS CREÓ MUSULMANES Y LAS PAZ Y LAS BENDICIONES SEAN CON EL PROFETA MUHAMMAD, SU FAMILIA, SUS COMPAÑEROS Y TODOS AQUELLOS QUE SIGUEN SU RECTA SENDA HASTA EL DÍA DEL JUICIO

 

         

ESTRATAGEMA

 

        “¡La Guerra es una estratagema!” dijo el Profeta Muhammad (s.a.s.)

        Un Guerrero recuerda las palabras dichas por Umar Ibn al-Jattab a Saad Ibn Abu Waqqas: “Te ordeno a ti y a tus guerreros ser siempre honestos porque la sinceridad es la mejor arma contra el enemigo y la mejor estratagema en una guerra.”

        Un Guerrero nunca usará la astucia. Aunque puede inducir a la confusión y al engaño en el enemigo. A pesar del fuerte deseo de victoria que pueda embargarle, no obstante, para conseguir la meta deseada no desdeña jugar el juego, y es por ello que se convierte en un estratega. Cuando siente que sus fuerzas le abandonan, hacer creer al enemigo que no tiene prisa por escapar. Cuando va atacar el flanco derecho, desplaza sus tropas hacia el flanco izquierdo. Cuando va entrar en batalla de forma inminente, pretende hacer creer que la somnolencia se ha apoderado de él y que se dispone irse a dormir. “Mirad cuan baja ha caído su moral”, dicen sus amigos. Pero el Guerrero no presta atención a sus comentarios, pues ni incluso sus amigos  participarán de las estratagemas que él utilizará en la batalla.

        Un Guerrero sabe lo que quiere.

 

 

ESTRATEGIA

 

        El Más Elevado dice: “Allah exaltará a aquellos de vosotros que poseen Imán, y a aquellos a los que les ha sido otorgado el conocimiento, en rangos elevados.”

        A veces un Guerrero es como la corriente de agua fluyendo a través de los obstáculos que encuentra a lo largo de su camino. A veces sucede que la resistencia conduce a una muerte inevitable, y entonces el Guerrero se adapta a las circunstancias. Sin quejarse y sin protesta alguna, sigue el curso rocoso serpenteando a lo largo del desfiladero de la montaña. Y su poder es semejante al del agua, pues nadie ha sido capaz de aplastarla con el martillo ni cortarla con el cuchillo. La espada más poderosa de la tierra es incapaz de dejar una herida en su superficie. Las aguas del río se adaptan a las posibilidades y obstáculos que encuentra a lo largo de su camino, pero siempre recuerda su objetivo último: el mar. La corriente más débil se hace fuerte a través de la suma de otras corrientes con las cuales se va uniendo a lo largo de su camino. Y llega el momento en él que el poder del río se hace insuperable.

        Abu Bakr le dijo a Yazid Ibn Abu Sufyan: “…te he designado como comandante, para que te pongas a prueba a ti mismo; si realizas bien tu trabajo, te devolveré a tu antiguo cargo e incluso te promocionaré aún más allá; pero si no lo haces bien, te relevaré de tus obligaciones. Se temeroso de Allah, porque Allah ve en tu interior de la misma forma en que Él ve tu apariencia externa. Aquel que se aproxima a Allah con sus acciones es él más cercano a Allah.”

        Te designé para el lugar de Jalid, por tanto, deja atrás la arrogancia de tu Yahilía (el tiempo previo al Islam), porque Allah lo odia, de la misma forma que odia a los arrogantes. Cuando te acerques a tus tropas, trátalas correctamente. Empieza haciendo el bien y promételes el bien. Cuando des consejos, se breve, porque si hay muchas palabras, una palabra te hace olvidar la palabra que dijiste anteriormente. Mejórate a ti mismo y la gente se mejorará a sí misma por ti. Asegúrate que haces el Salat en su tiempo correcto, con los correspondientes ruku’as y suyud y con el temor de Allah. Si te visitan los embajadores del enemigo, trátalos con respeto, pero no les permitas quedarse mucho tiempo, para que así cuando abandonen tu campamento no puedan saber nada acerca del mismo. Pues si permanecen mucho tiempo, conocerán tus debilidades y tus secretos. Muéstrales el lado más fuerte del ejército. No permitas que nadie de tu círculo hable con ellos y se tú tan solo el interlocutor. Cuando des consejos, sé sincero. Por las noches, mantente despierto junto a tus compañeros y descubrirás muchas cosas, y los velos caerán ante tus ojos. Incrementa el número de centinelas y distribúyelos a lo largo del campamento. Preséntate por sorpresa y si hallas alguno dormido durante la vigilancia nocturna, dale una buena lección, castígale, pero no seas severo con él. No sientas temor en castigar a los culpables, pero tampoco te apresures en hacerlo. No dejes a los Guerreros sin control, pues de lo contrario acabarán corrompiéndose. No les espíes, pues los deshonrarás. No hagas públicas las faltas de los demás. No te sientes con los perezosos y holgazanes, y acompaña a los hombres veraces y de fe profunda. No seas un cobarde, pues harás cobardes a los demás hombres. No robes de los botines de guerra, pues ello acarrea la necesidad y aleja la victoria. Si encuentras a alguien realizando sus oraciones, déjalo y permítele que siga haciendo lo que estaba realizando.”

        Omar compensó el escaso número de sus tropas con el poder y la valía de sus comandantes.

Un Guerrero debe ser paciente y rápido al mismo tiempo.

        Un sabio dijo: “Según la situación en la que te encuentres, concentra o disipa tu energía.”

        Cada vez que el Profeta (s.a.s.) emprendía alguna expedición  militar, guardaba en secreto tanto el momento como la ruta para ocultar el propósito de la marcha a los ojos del enemigo.

        Hay dos errores estratégicos: adelantarse al momento adecuado, o bien perder la oportunidad  del momento adecuado. Por tanto, para evitar cualquiera de estos dos errores, el Guerrero considera cada caso en particular como único y nunca utiliza fórmulas comunes o proyectos estándares.

        Amr Ben Al-As dijo: “Nunca me metí en un problema sin estudiar la vías de retirada de antemano. Pero una vez que me metía en el mismo, nunca me retiraba precipitadamente.”

        Cierto sabio chino dijo acerca de la estrategia:

“Haz creer al enemigo que no obtendrá grandes beneficios atacándote, y así de esta forma debilitarás su ardor guerrero.”

“Si ves que las probabilidades están a favor del enemigo, no te avergüences de dejarle todo el campo de batalla, pues no es el resultado de una batalla lo que cuenta, sino el final de la guerra.”

“Si tienes suficiente poder, deja a un lado tu falsa vergüenza y aparenta ser débil: ello hará perder la precaución a tu enemigo y te atacará sin esperar el momento oportuno.”

“La habilidad de coger por sorpresa al enemigo es un prerrequisito para la victoria en toda guerra.”

        Y he aquí las cinco reglas del combate formuladas por el sabio chino Juang Chi hace tres mil años:

“Fe: antes de entrar en combate, tienes que creer en lo que vas hacer.”

“Compañía: aprende a elegir compañeros y a luchar hombro con hombro con ellos, pues nadie puede ganar una guerra solo.”

“Tiempo: un auténtico Guerrero recuerda que un combate en invierno es diferente de un combate en verano. Cuando entra en combate, siempre elige el momento adecuado.”

“Espacio: no puedes pelear en las montañas de la misma forma en que pelearías en el llano. Evalúa todo aquello que te rodea y elige el mejor camino para luchar.”

“Estrategia: el mejor Guerrero  es aquel que puede prever y preparar el curso de la batalla.”

 

 

DEFECTOS

 

        Allah dice: “Busca protección para tus faltas y para las de los hombres creyentes y para las de las mujeres creyentes.”

        Un Guerrero se encontrará con mucha gente que tratará de mostrar su peor lado tan pronto tenga una oportunidad. Es su falta de confianza interna la que tratan de ocultar tras su conducta beligerante; ocultan su miedo a la soledad tras la máscara de independencia. No creen en sus propias capacidades, pero pregonarán en todo rincón sus virtudes y sus valores.

        Un Guerrero ve estas características en muchos hombres y mujeres a quienes tendrá que conocer. Pero nunca cae en la ilusión y nunca confía en la primera impresión. Pero si lo que quieren es aturdirlo o buscar su atención, él guardará silencio. El Guerrero aprovechará cualquiera oportunidad para ver sus defectos, pues se contempla en los demás como si estos fueran su propio espejo.

        Allah dice: “En verdad Allah no cambia la condición de un pueblo hasta que éste cambia su propia condición.”

 

 

CONFRONTACIÓN

 

        Allah Todopoderoso dice: “competid unos con otros en las buenas obras.”

        El Profeta (s.a.s.) dice: ...y Allah ayudará a Su siervo en tanto que éste ayude a sus hermanos.”

        Aquel que protege a sus hermanos no temblará ante las tormentas de esta realidad y siempre encontrará poder dentro de sí para vencer las dificultades y seguir adelante.

        A veces un Guerrero se opone a aquellos que ama.

        Mira a su alrededor y reconoce a sus hermanos. Mira hacia atrás y sabe quienes son sus adversarios. Es implacable con la traición pero nunca se toma la venganza, sino que aparta a los traidores de su vida y no lucha contra ellos a menos que se vea obligado a ello.

        Un Guerrero conoce sus capacidades. No tiene necesidad de fanfarronear sobre su talento y sus virtudes. Un Guerrero no malgasta sus días intentando desempeñar el papel que alguien le ha asignado.

        Un Guerrero no hace ningún esfuerzo para parecer lo que no es. ¡Él es tal como es!.

        Para un Guerrero no existen conceptos como “mejor” o “peor”, pues todo el mundo ante sus ojos ha sido obsequiado con la posibilidad de seguir el Camino Recto. Pero hay gente que no está satisfecha con éste Camino e intentan herirle, insultarle, provocarle o llevar a cabo cualquier cosa con tal de volverlo loco. En esos momentos el corazón le dice al Guerrero: “Deja a un lado el insulto, pues ello no incrementará tus facultades. Tan solo gastarás tus energías.”

Un Guerrero no desperdicia su tiempo cuando responde a un desafío, pues sabe que lo que fue prescrito por el Más Elevado debe ser realizado.

 

 

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