La ablución posee ciertos componentes que de no ejecutarse correctamente determinan la invalidez de la propia ablución. Estos son los siguientes:

1/ Intención

Se trata de un acto que compete más al corazón que a la lengua y su pronunciamiento por la misma no forma parte de lo establecido por las normas del Islam. La intención resulta obligatoria si tenemos en cuenta lo siguiente: 'Umar narró que el Profeta (s.a.s.) dijo: "Cada acción está basada en la intención, y cada uno será recompensado según su intención..." (transmitido por "el grupo").

2/ Lavar la cara

Es decir, esparcir o echar agua desde la parte superior de la frente hasta la zona inferior de la mandíbula, y de una oreja a otra.  

3/ Lavar los brazos hasta los codo

Los codos deben ser lavados puesto que así lo hizo el Profeta (s.a.s.)

4/ Lavar la cabeza

Ha sido transmitido que el Profeta (s.a.s.) lo realizaba de tres formas diferentes:

            1ª- Lavando toda su cabeza. 'Abdullah ibn Çaîd narró que el Profeta (s.a.s.) lavaba toda su cabeza con sus manos. Comenzaba por la parte delantera, llevando las manos hacia atrás y volviéndolas de nuevo hacia delante (transmitido por "el grupo").

            2ª- Lavándose sobre el turbante sólamente. Dijo 'Amru ibn Umayya: "Ví al Mensajero de Allah (s.a.s.) realizar la ablución sobre su turbante y sus zapatos" (transmitido por Ahmad, al-Bujârî e Ibn Mâÿah).

            3ª- Lavándo la parte frontal del cuero cabelludo y el turbante. Al-Mughîra ibn Shu'ba dijo que el Mensajero de Allah (s.a.s.) hizo su ablución lavándose la parte frontal de su cuero cabelludo, su turbante y sus calcetines (transmitido por Muslim). Sin embargo no hay un hadîz fuerte que sostenga que él (s.a.s.) lavara solamente parte de su cuero cabelludo. También se considera insuficiente realizar la ablución en un mechón de cabello.  

5/ Lavar pies y talones

Esto ha sido confirmado por muchas narraciones que hacen referencia al proceder del Profeta (s.a.s.) en este aspecto.  

6/ Seguir el orden prescrito

El orden que se ha establecido es aquel que Allah ha designado en el Corán y por tanto el que ha de ser observado; no hay ninguna narración en la que se mencione que el Profeta (s.a.s.) se apartara de dicho orden.        

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