ÍNDICE

 INTRODUCCIÓN

UNIVERSALIDAD DEL ISLAM

 

A diferencia de las revelaciones anteriores, el Islam, en la forma en que fue transmitido por Muhammad (s.a.s.), está destinado a la humanidad entera por ser la conclusión y la síntesis, el fruto maduro, de la experiencia humana e histórica de la trascendencia. Dice el Corán: "Bendito es Aquel que ha revelado a su siervo el Furqán (el Corán) como aviso para los mundos" (al-Furqân, 1); "No te hemos escogido sino para que des buenas noticias y seas aviso y advertencia para todas las gentes" (Saba, 28); "Di: Gentes, a todos vosotros os he sido enviado desde Allah, Aquel al que pertenece el dominio de los cielos y la tierra. Sólo El es la realidad, da vida y da muerte. Confiad en Allah y en su mensajero, el Profeta iletrado (universal). Aquellos que confían en Allah y en sus palabras, y lo siguen, encuentran una senda" (al-'Arafa, 158). Y dice el hadîz: "Cada profeta ha sido enviado a su pueblo, y yo he sido enviado a blancos y negros".

Algunas de las pruebas que confirman la universalidad del Islam son las siguientes:

1.- Nada hay en el Islam que violente la naturaleza o la conciencia humanas, ni sus exigencias superan jamás la capacidad del ser humano, sino que por el contrario tienen como función posibilitar y hacer reales todas sus potencias y facultades, y estimular lo más noble que en él hay. Dice el Corán: "Allah no exige a ninguna vida sino aquello de lo que es capaz" (al-Baqara, 287); "Allah quiere posibilitaros, y no desea dificultaros" (al-Baqara, 185); "Allah no ha establecido en el Islam (Dîn) nada que repugnéis" (al-Haÿÿ, 78).

Al-Bujârî transmite el siguiente hadîz atribuído a Abu Sa'id al-Maqbari: "Rasulullah (s.a.s.) dijo: El Islam es todo él facilidad, nadie intentará complicarlo sin que el Islam lo derrote"; y también ha transmitido Muslim: "Lo que más ama Allah del Islam es su flexibilidad".

2.- Aquello que no debe verse afectado por el paso del tiempo o el cambio del lugar, como son el Tawhîd y las formas externas que adopta su interiorización y las prácticas comunitarias ('ibadat) están perfectamente detalladas, pues son la conciencia y el lenguaje común de los musulmanes, el principio de la cohesión de la Umma. Nadie tiene ninguna prerrogativa para añadir o suprimir confundiendo a las gentes. En cuanto a los asuntos y cuestiones que se subordinan a los cambios propios y lógicos de tiempo y lugar, son formulados en su generalidad, obligándose a los musulmanes a hacer uso del aconsejado sentido crítico (iÿtihad) con el que determinar en cada momento y circunstancia la aplicación necesaria acorde con el interés colectivo.

3.- Esos principios generales contenidos en las enseñanzas del Islam, y que son criterios que debe adoptar la comunidad, tienen como objeto salvaguardar:

a) la vida, así como la integridad y dignidad de cada ser humano.

b) la intimidad. 

c) lo que cada uno honestamente ha adquirido.

Evidentemente, estas generalidades que persiguen la justicia y la solidaridad efectivas, responden a la inclinación natural del ser humano, y son aplicables en función de las distintas circunstancias. Dice el Corán: "Di, ¿quién puede atreverse a prohibir los adornos que Allah ha creado para los hombres, lo bueno de todo aquello con lo que pueden abastecerse?. Di: realmente son más merecidas por quienes confían plenamente en Allah durante sus vidas, y son para ellos sin límite el Día en que se reúnan ante Allah. Así es como mostramos los signos para las gentes que saben. Di: Allah sólo ha declarado que debéis evitar las torpezas en vuestras actitudes, sean evidentes o las contengáis en vosotros sin manifestarlas, la agresión y toda violencia innecesaria, y que asociéis a Allah aquello que carece de argumento (y es todo lo que no es El), y que digáis de Allah lo que no sabéis" (al-'Arafa, 32-33); "Mi Misericordia (Rahma) abarca todas las cosas, y la haré obligada a quienes son precavidos ante Mí, y son solidarios entregando el çakat como participación con lo que poseen, aquellos que confían en Nuestros Signos, quienes siguen al Profeta iletrado y que encuentran anunciado en sus Libros, en la Torah y el Evangelio, que les ordena el bien y les prohíbe lo aborrecible, que les declara lícito y aconsejable todo lo bueno que hay en la vida y les declara ilícito todo lo perjudicial, que libera sus cuellos de toda carga que arrastraban. Quiénes confían en él, y lo refuerzan, y lo apoyan, siguen así la luz que ha sido revelada con él, esos son los que habrán de triunfar y alcanzar la victoria" (al-'Arafa, 156-157).  


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